Madrid

El 28 de mayo se celebran elecciones en 8.131 municipios españoles. Cada uno de ellos tiene su coyuntura particular, pero en la SER nos preguntamos hace unas semanas si habría alguna manera de identificar los problemas más comunes. A través de la red de emisoras de la SER, hemos preguntado a los alcaldes de 50 capitales de provincia, más Ceuta y Melilla, cuál es la principal preocupación en su ciudad. Aun así, la casuística de los grandes municipios es muy distinta a lo de los pueblos, por eso, también se ha hecho la misma cuestión a 50 alcaldes, uno por cada provincia, de localidades de menos de 5.000 habitantes. Y el ejercicio ha sido muy revelador.

Lo primero es conocer la realidad de los alcaldes de las grandes ciudades —posteriormente en otro artículo se profundizará en los municipios—. Antes de empezar hay que explicar varias cosas. Una de ellas es por qué hemos optado por las capitales de provincia, más Ceuta y Melilla. Fuera quedan urbes importantes y muy pobladas como Vigo, Hospitalet, Móstoles, Jerez de la Frontera o Mérida, pero creíamos que era la manera más ajustada de obtener un sentir más o menos general por toda la geografía española. Tampoco se ha preguntado a alcaldes antiguos, solo actuales, porque no se pretende hacer un debate electoral sobre cada ciudad, sino tratar de determinar los problemas más comunes.

Hemos pedido a los alcaldes que hicieran un ejercicio de abstracción, es decir, que respondieran como ciudadanos y no tanto como políticos, y la mayoría, de los 52 que han contestado, han cumplido con creces. La pregunta era muy sencilla: "¿Cuál es el principal problema que afronta su ciudad en estos momentos?". A raíz de las respuestas de los alcaldes se identifican claramente tres grandes desafíos que además están estrechamente vinculados entre sí: la vivienda, el empleo y la despoblación, que se puede pensar que es un fenómeno sólo de los pueblos, pero que también afecta a varias capitales de provincia y de distintas comunidades.

Acceso a la vivienda y el empleo

Los alcaldes de las grandes urbes como Madrid, Barcelona, Sevilla o Valencia tienen muy claro cuál es su principal preocupación. José Luis Martínez-Almeida, Ada Colau, Antonio Muñoz, Joan Ribó... Tampoco importa el partido político —PP, En Comú Podem, PSOE, Compromís...—. Todos coinciden. Es un problema transversal que también sufren en Palma o en Donosti. Y también es el primero en Albacete y Guadalajara, en A Coruña, en Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria, en Palencia, en Cádiz o en Burgos.

Si la vivienda es el problema más citado, el segundo es la falta de empleo. Es la principal preocupación en una decena de capitales, especialmente de Andalucía y las dos Castillas. Es el gran problema en Jaén, Huelva o Córdoba. Pero también en Ávila o Salamanca. En Ciudad Real, la alcaldesa Eva María Masías, de Ciudadanos, dice que necesitan atraer empresas para poder crear empleo.

La temida despoblación

Y la tercera preocupación que está estrechamente relacionada con las dos anteriores. Si no hay vivienda y no hay empleo, la gente se marcha de las ciudades. Este fenómeno, que se puede esperar en Soria o Segovia, donde es su principal problema, también es importante en otras urbes donde era menos esperable, como son Oviedo, Logroño o León.

Detrás de los tres grandes problemas (vivienda, empleo y despoblación), hay otra cuestión que lógicamente también es transversal. Aunque la citen menos alcaldes como su principal preocupación, seguramente será la segunda o la tercera: la limpieza. En este caso, además, ha habido respuestas muy explícitas, como las de la alcaldesa de Santander, Gema Igual, que considera insuficiente la maquinaria de limpieza, o el primer edil de Alicante, Luis Barcala, que recuerda que su ciudad ha llegado a considerarse como de las menos limpias de España. Ambos son del PP.

Otros problemas

Otro ejemplo es Lleida. Su alcalde, Miguel Pueyo, de Esquerra, afirma que su problema es la deuda heredada, unida a contratos de mantenimiento de larga duración que no están a la altura de la ciudad.

Y después hay problemas que son endémicos ya en lugares como Teruel, Almería, Lugo, Pontevedra o Badajoz: las comunicaciones y medios de transportes disponibles. Además es un problema ante el que los Ayuntamientos poco pueden hacer, más allá de alzar la voz.

Y luego hay problemas como el agua en Huesca, la falta de industria en Cáceres, la movilidad interior en Murcia, la frontera en Ceuta y Melilla o, uno que nos ha llamado especialmente la atención, la inseguridad en Pamplona. Esta es la radiografía de los problemas más apremiantes que van a tener que afrontar los alcaldes que salgan elegidos el próximo 28 de mayo.