Palabra

Madrid

Pues hoy tomo la palabra para hablar de la palabra palabra. Una voz que nació en Grecia, en donde parabolé era una comparación. Por eso, cuando los latinos la tomaron y la transformaron en parabola, la usaron para nombrar unas narraciones concretas, una especie de proverbios que encierran un símil. Porque para ellos la palabra era el 'verbum'. Así que los castellanos que recibieron esta herencia fueron especializando cada uno de los términos. El verbo quedó para nombrar un tipo de palabra concreto; la parábola, para las narraciones de ficción de las que se extraen, por semejanza, una enseñanza moral, una moraleja. Y quedó la palabra para nombrar la unidad de la lengua dotada de significado o que ayuda a completar el significado de otras.

Y a partir de ahí, palabra es también una promesa, el turno que se pide para intervenir en una reunión, la facultad de hablar o la fórmula con la que garantizamos un compromiso. Por eso no es lo mismo dar la palabra que dar unas palabras. Y hemos construido muchas otras locuciones con la palabra palabra: tenemos buenas palabras o palabras gruesas, medias palabras o palabras mayores, y, según la circunstancia, medimos las palabras o nos las comemos y no decimos ni media palabra.