El Real Madrid se lleva El Clásico y jugará la final de la Euroliga contra Olympiacos

El Real Madrid es finalista de la Euroliga tras vencer al Barça por 78-66. Los blancos han sido capaces de remontar el partido en el tercer cuarto para batir al Barcelona y enfrentarse al Olympiacos griego este próximo domingo. Un sublime Eddy Tavares y dos notables Nigel Williams-Goss y Hezonja fueron capaces de derrotar a los de Jasikevicius y meterse en la gran final de la Euroliga.

Primer cuarto

Un inicio fulgurante por parte del Real Madrid fue rápidamente contrarrestado por un Jasikevicius siempre intenso desde el primer minuto. Eddy Tavares se puso a los blancos a los hombros, pero eso no fue suficiente para que el Barça se desenganchara del partido. Los primeros diez minutos de juego se fueron con empate a 18 y con una de las estadísticas más locas en la Final Four de una Euroliga que no deja de sorprendernos. Si en el primer partido, Olympiacos le metió un 27-2 al Mónaco en el tercer cuarto, en este Clásico, los azulgranas fueron capaces de aguantar hasta doce minutos a base exclusivamente de triples. Ni tiros de dos ni libres dentro de la puntuación de los culés, que castigaban duramente a los blancos imitando el modelo Partizan en el último partido del Wizink Center.

Segundo cuarto

9 de 12 y 2 de 9. Esa fue la clara diferencia antes del descanso en el marcador. La precisión desde la línea de tres puntos era una absoluta locura a favor de los de Saras Jasikevicius. El tiro exterior hacía mucha 'pupa' al equipo de Chus Mateo. El Real Madrid no se encontraba cómodo en términos ofensivos, aunque no fue suficiente para llevarse una gran ventaja al descanso. Con un Mirotic desaparecido en anotación y con un Tavares con dos faltas personales, los dos equipos se agarraba a sus tiradores para establecer una diferencia de seis puntos al descanso del partido.

Tercer cuarto

El Barça oficialmente se erigía como dominante absoluto del partido en un marcador en el que solamente estuvieron por debajo en los primeros cuatro minutos del encuentro. Y eso con un Mirotic en busca y captura porque no conseguía anotar de ninguna forma. Ni un solo punto después de quince minutos jugados. El Real Madrid que anulaba a Mirotic conseguía darle completamente la vuelta al partido. Un equipo experto en remontadas deshacía una desventaja de ocho puntos para meter un +7 ante los culés. Era el mejor momento de los blancos, que solamente fue contrarrestado por Kuric y su acierto en el partido.

Último cuarto

Chus Mateo se agarró a la vieja guardia en el último de los cuartos. Un Real Madrid con la flecha hacia arriba hizo temblar las muñecas de los jugadores del Barcelona, que no estaban tan acertados. Eran una imagen totalmente contraria a la del primer tiempo del partido. El Chacho, Rudy Fernández y Sergio Llull se ponían el equipo a las espaldas. Espectacular el canario que se agenció todos los puntos del último cuarto a falta de cuatro minutos para los blancos. Eddy Tavares reboteando como nadie y un pasillo interior explotado hasta el último segundo para desgracia de Sarunas Jasikevicius fueron las claves para meterse en la gran final de la Euroliga y el Real Madrid buscará su undécimo título de Euroliga en Kaunas.

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La curiosidad

Una de las imágenes que más llamó la atención en El Clásico entre Barcelona y Real Madrid de la semifinal de la Final Four de la Euroliga se dio nada más comenzar el segundo cuarto. El jugador del Barça Rokas Jokubaitis se retiraba de la pista con los fisios hacia al vestuario sin una explicación de que había ocurrido en el directo. No obstante, la realización se fue directamente hacia él en su vuelta y el plano lo decía todo. El lituano había perdido dos dientes en el brutal golpe que se había dado tras el descanso en un ataque blaugrana. El jugador, lejos de lamentarse, bromeaba con sus compañeros en una de las imágenes más rocambolescas y sensibles jamás vistas en la Euroliga.

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