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Gastro | Ocio y cultura

Por qué nos gusta tanto el café con espuma de leche y cuál es la mejor opción en la tienda de electrodomésticos

Son muy baratos y "se venden una barbaridad", así que el 'latte art' ya ha dado el salto a los hogares

Reportaje | Por qué nos gusta tanto el café con espuma de leche

Reportaje | Por qué nos gusta tanto el café con espuma de leche

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Madrid

Millones de estudiantes y trabajadores de todo el mundo siguen a diario un mismo ritual protagonizado por un producto con un sabor y un aroma inconfundible. "Para mí el café es imprescindible para arrancar las mañanas. No solo por beberlo y porque me ayuda a despertarme. La experiencia y el momento de preparar esa taza es algo hermoso, el mejor momento del día", asegura la tiktoker argentina Luz Herrera.

Más allá del auge de los cafés de especialidad y de la resistencia del torrefacto, España también es un país muy cafetero. Según el Informe de Consumo Alimentario elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en 2021 cada persona consumió en casa alrededor de dos kilos de café.

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Este auge ha venido acompañado de una constante búsqueda de reinvención estética y gastronómica. Hecho que resulta evidente con la aparición de técnicas como el latte art. Una disciplina que, según explica el barista asturiano Adrián Fernández, se basa en "realizar figuras sobre café, con la crema conseguida de emulsionar la leche, o cualquier otra bebida vegetal utilizando, o bien la propia jarra donde se emulsiona la leche o herramientas como punzones o ingredientes como cacao".

Su origen se remonta a la década de los 80 y 90, con dos nombres propios: Luigi Lupi y David Schomer. Luigi Lupi comenzó a grabar y publicar vídeos formativos sobre la decoración de cappuccinos, aplicando una técnica a la que, hasta el momento, no se le había puesto nombre. No obstante, fue precisamente en la web donde se encontró con los vídeos, también formativos, de David Schomer, que incluían un apartado dedicado a la decoración del café espresso, esta vez sí, bajo el nombre de latte art.

El auge del 'latte art'

La fama del latte art ha continuado creciendo con el tiempo y de forma exponencial en los últimos cinco años. Los expertos baristas avalan esta evolución: "Cada vez es más popular, porque que el café también se ha popularizado como una bebida atractiva", señala Adrián, quien continúa explicando que aunque la calidad del mismo sigue siendo el punto central, los consumidores han pasado a darle mucha importancia a su estética: "Ya se esperan esta finalización en todas las bebidas con base de café".

Lo visual ha dejado de ser exclusivo del capuccino y espresso, pero esta no es su única funcionalidad. Más allá de lo meramente decorativo, la leche espumada contribuye a modelar tanto el sabor como la propia textura, logrando así "conseguir una bebida aterciopelada en boca, que sea suave, jugosa".

TOKYO, JAPAN - MAY 20:  A cafe latte is seen on a table at a local specialty coffee shop on May 20, 2016 in Tokyo, Japan. With the rise of specialty coffee shops opening all over the world in recent years, Tokyo&#039;s coffee culture catches on to offer quality coffee to like minded people across all walks of life. (Photo by Christopher Jue/Getty Images)

TOKYO, JAPAN - MAY 20: A cafe latte is seen on a table at a local specialty coffee shop on May 20, 2016 in Tokyo, Japan. With the rise of specialty coffee shops opening all over the world in recent years, Tokyo's coffee culture catches on to offer quality coffee to like minded people across all walks of life. (Photo by Christopher Jue/Getty Images) / Christopher Jue

Damián Seijas, barista profesional y embajador de Nespresso, enumera algunas de las pautas que los profesionales tienen en cuenta para lograr una leche espumada óptima: "Una de las cosas más importantes para lograr la textura deseada, y estoy hablando de una crema elástica, compacta, brillante… No hay que hervir la leche ya que quemamos los azúcares naturales en la leche. Por otro lado, necesitas introducir el aire mientras la calentamos, y es aquí cuando hay que evitar ser brusco y no hacerlo demasiado deprisa. Se trata de ir introduciendo aire delicadamente. Una vez la tenemos debemos trabajarla en la jarra para conseguir ese brillo que nos aporta la lactosa".

Tanto Seijas como Fernández coinciden en resaltar que esta combinación de lo visual y culinario no es casual: "Todo lo que hagamos en la taza, tendrá un impacto sensorial en el resultado final. Una buena crema de leche nos aportará sobre todo cremosidad en la bebida, haciéndola más envolvente, y además notaremos más el sabor del café", explica el primero, a lo que Adrián puntualiza que no todo vale: "Puede haber tazas bien dibujadas, imbebibles y tazas aparentemente feas entre comillas que son deliciosas".

Espumadores caseros

Era cuestión de tiempo que el latte art diera el salto del mundo profesional a los hogares. Todo el mundo quiere tener la oportunidad de disfrutar de un buen café espumado en casa, similar al que le sirven por la mañana o tarde en su cafetería o bar de confianza. Por supuesto, este interés se ha reflejado en la aparición de distintos modelos de espumadores caseros, y un consecuente aumento de ventas. Frente al vaporizador tradicional de la máquina espresso profesional, también se encuentran las varillas y jarras espumadoras dentro de una amplia gama de precios. Basta con darse una vuelta por tiendas on line como Amazon, AliExpress o Shein, donde suelen aparecer entre los productos más vendidos.

El café con leche tiene un efecto antiinflamatorio

Uno de los indicadores del aumento de su demanda son las propias redes sociales, que se han llenado de vídeos que prometen encontrar la herramienta ideal para espumar la leche. Y es que, como afirma Isabel, trabajadora de El Corte Inglés, existen opciones para todos los bolsillos: "Tenemos tres modelos, el funcionamiento es muy sencillo. Las funciones que tienen son calentar y espumar, solo calentar, o espumar sin calentar. Hay algunos que vienen con la base incorporada y otros que la llevan separada de la jarra". Isabel se refiere a los espumadores de jarra, cuyos precios suelen rondar "entre los 40 y 60 euros".

La opción más asequible son los espumadores de varilla, una pequeña batidora que, como afirma Belén, en esta ocasión trabajadora de Media Markt: “Se compran más (...) porque son más económicos”, ya que se pueden encontrar, en función del material del que estén hechos, desde 2 euros. Son los más sencillos de usar porque, básicamente, se trata de una varilla que remueve la leche al accionar el botón, y a diferencia de los otros modelos, estos van a pilas".

Espumador de leche de varilla

Espumador de leche de varilla / picture alliance

La tercera opción es un instrumento de "toda la vida": la prensa francesa o cafetera de émbolo, que si bien no nació con la funcionalidad precisa de cremar la leche, también se puede reutilizar con este fin, ya que al igual que el resto de instrumentos, logra inyectar aire en la leche creando la espuma. Suelen ser manuales y rondan los 20 euros.

Ambas trabajadoras ratifican este aumento de interés por los mismos: "Esto ha existido desde hace muchísimos años, pero, desde hace como dos años para acá se piden una barbaridad", afirma Isabel. De hecho, ella es una de las personas que recientemente decidió comprar un espumador para lograr ese toque profesional en su hogar, aunque confiesa que no lo usa tanto como esperaba: “No es una cosa que use todos días, porque tarda en espumar la leche”.

La parte romántica del café

Aunque los espumadores hayan contribuido a hacer este arte más accesible para los aficionados, parece que los resultados profesionales aún se les escapan: "Cuando no tenemos las herramientas adecuadas, es complicado tener los mismos resultados. Incluso para un barista profesional como yo. Cierto es que la práctica lo hace todo y esta es una carrera de fondo en la cual siempre estamos mejorando. La excelencia no existe, pero sí debemos de buscarla", afirma Damián Seijas.

En el mismo sentido se manifiesta su compañero barista, Adrián Fernández, aunque se muestra algo más optimista. Él reconoce que "existen máquinas domésticas de altísimas prestaciones con las que conseguir muy buenos resultados, casi profesionales". Sin embargo, nuevamente, los someliers de café coinciden al señalar que ninguno de estos aparatos se asemeja al vaporizador de la máquina espresso.

Pero en ocasiones la técnica y los instrumentos no lo son todo, reconoce Fernández: "No debemos olvidar la parte romántica y social de tomar un café. Es maravilloso tomarse un café en casa tranquilo y relajado en tu porche o en tu sofá, pero también es una maravilla compartir tertulia en una cafetería, con amigos, con la pareja, con familia… alrededor de una buena taza de café con un buen latte art como guinda".

Reportaje | &quot;Toda la historia de Madrid está en el Café Comercial&quot;

Reportaje | "Toda la historia de Madrid está en el Café Comercial"

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