"Que hagan lo mismo con el chocolate y las patatas fritas": la tajante opinión de Santi Rivas sobre la última polémica del vino

Madrid

Irlanda acaba de aprobar una norma que ha puesto al sector del vino en pie de guerra. Si la Comisión Europea no lo impide, todas las etiquetas de las bebidas alcohólicas —cerveza, sidra, vino y destilados— deberán incluir una advertencia sanitaria en la que se informe a los consumidores de la relación entre el alcohol y el cáncer, entre otras enfermedades, a partir de mayo de 2026. Pero no todo el mundo está de acuerdo.

Los médicos y nutricionistas consultados aseguran que la evidencia científica no deja lugar a dudas, pero tanto el presidente de la Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas (CECRV), David Palacios, como el director general de la Federación Española del Vino (FEV), José Luis Benítez, critican que se trata de una medida desproporcionada que, entre otras cosas, no tiene en cuenta factores históricos y culturales.

Al preguntarle a Santi Rivas (Colectivo Decantado), quien se autodefine como "el stradivarius de la cata", la respuesta es tajante: "Si estamos en un tipo de sociedad que quiere avisar de cualquier cosa que pueda ser perjudicial para salud, ¡pues que lo hagan! Yo solo pido coherencia y universalidad. Pero que luego hagan lo mismo con el chocolate, las croquetas, las patatas fritas, las grasas trans y con todo. ¡Ya lo siento!".

"Tampoco podemos ser tan miopes"

El autor de Deja todo o deja el vino acata la medida, pero pide extender esa misma lógica: "Se empezó por el tabaco, ahora está siendo el azúcar... y, si el próximo tiene que ser el alcohol, ¡que lo sea! Mientras a mí no me mientas... Ahora bien, tampoco podemos ser tan injustos o miopes como para ver que el vino no es el vodka. Tiene otras connotaciones y otro contexto. Está en nuestra cultura y en nuestra manera de vivir".

La wine star de Gastro SER, de hecho, asegura que toda esta polémica puede acabar siendo beneficiosa para su bebida favorita: "Todo este fenómeno del prohibicionismo del alcohol está bien para concienciar, pero yo creo que va a beneficiar al vino porque que se van a beber menos alcoholes de alta graduación y también menos vinos intrascendentes porque tenemos que vivir y en algún momento vas a querer celebrar algo, y es muy soso hacerlo con agua o con té. Que, por cierto, igual también que avisar de que el té no es bueno para la salud. Pero, en ese contexto, yo creo que la gente va a ser mucho más selectiva con lo que bebe para que le dé una proyección intelectual o ideológica de satisfacción".

Ningún miedo a la transparencia

El flamante subcampeón de España de cata a ciegas por equipos, que en el programa también ha hablado de las bondades del clarete Pepink, asegura que la iniciativa irlandesa no le da ningún miedo y que, desde su punto de vista, lo mejor es apostar por la comunicación. Critica, por lo tanto, a los agentes del sector que se resisten a reconocer lo obvio: "No creo que el mundo del vino tenga que negar la mayor e inventarse que una hora de beber vino es como una hora de gimnasio y chorradas de esas. Creo que la falta de transparencia va en contra del sector".

Una opinión tan clara como controvertida que, de hecho, ya ha generado alguna que otra polémica en redes: "La última vez que hablé sobre vino y salud en este programa recibí el mejor insulto que he recibido nunca. ¡Médico socialista! Me quiero hacer una camiseta con ese insulto".