Sumar, la formación impulsada por la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz, y el grueso de partidos progresistas encaran una semana decisiva para conseguir una candidatura de unidad a las elecciones generales del 23 de julio, con diversos partidos que ya han mostrado su adhesión al proyecto o han esbozado sus demandas de cara a la negociación. La normativa electoral marca que las coaliciones estén registradas el próximo 9 de junio para afrontar el adelanto electoral y tener a punto la reagrupación a la izquierda del PSOE, uno de los objetivos de Díaz con el lanzamiento de su candidatura y que trató de mostrar en el acto del 2 de abril en el polideportivo Magariños. Así, los contactos se extienden a formaciones como Podemos, IU, En Comú Podem y Alianza Verde (que forman parte del actual espacio de Unidas Podemos) y a otros partidos ajenos como Compromís, Más Madrid-Más País, Chunta aragonesista, proyecto Drago, Verdes Equo, Batzarre o Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC), entre otros. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, se mostró el pasado viernes optimista respecto a las negociaciones que mantiene con una quincena de formaciones progresistas, para proclamar que «sin lugar a dudas habrá acuerdo», dejando claro que es necesario la discreción para que el proceso fructifique. En esta línea, las distintas fuerzas de izquierda han mostrado sus prioridades para esta negociación, donde se dirimen aspectos como el peso y posiciones en las listas electorales, propuestas programáticas, reparto de recursos y enfoque de la campaña. Por otro lado, Sumar ha anunciado este lunes que el exdirigente de Podemos Pablo Bustinduy se unirá a su equipo de campaña para las elecciones generales del 23 de julio. «Desde el comienzo de Sumar, hemos querido integrar a quienes demuestran su compromiso con la transformación de nuestro país. ¡Salimos a ganar el país!», asegura la formación en su perfil de Twitter. Por su parte, Bustinduy ha tuiteado: «En estas elecciones decidimos qué horizonte dar a este mundo en crisis. El bien común o la ley del más fuerte. La justicia ecológica y social o el sálvese quien pueda. Es un reto de época, que exige estar a la altura. Vamos a por ello. Un honor sumarme a la tarea». Bustinduy formó parte del equipo fundador de Podemos en 2014, donde ocupó la Secretaría de Relaciones Internacionales de la formación morada, y fue diputado desde 2016 a 2019, cuando abandonó la primera línea de la política institucional tras la crisis interna en Podemos. Mientras, en el caso de IU su coordinador federal y ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha insistido este domingo en que su renuncia a ir en las listas es la decisión correcta, dado que es sano para los proyectos políticos la renovación de representantes en la primera línea política. También ha llamado a las distintas organizaciones progresistas a confluir en Sumar, tras el mal resultado para la izquierda en el 28M y la «magnitud del reto» que supone el adelanto electoral, de cara a combatir la «ola reaccionaria» en España. La formación, que ha dejado claro su apoyo y adhesión a la confluencia que trata de armar Díaz y Sumar, como se ha puesto de relieve este domingo su Coordinadora Federal, su máximo órgano ejecutivo. Mientras, el Partido Comunista de España (PCE) acordó que su secretario general, Enrique Santiago, sea el referente federal de Izquierda Unida y la formación comunista como diputado en el Congreso y su determinación de trabajar dentro de Sumar para «salir a ganar» las elecciones generales, llamando a involucrarse a «todas» las izquierdas. En el caso de Podemos, la formación ya manifestó el pasado lunes la reactivación de los contactos con Sumar, dado que su voluntad es un acuerdo que blinde la unidad de la izquierda para el 23J, como expuso su líder y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra. Fuentes de la formación remarcan que Podemos, pese al mal resultado en los comicios del 28M, es necesario para este proceso de unidad, dado que son una formación de implantación nacional al igual que IU, que en las generales suele tener mejores resultados que en citas autonomías, como se aprecia en 2019, y que Sumar requiere de la potencia de su organización para desplegar la candidatura de Díaz. Durante la semana, el exvicepresidente Pablo Iglesias advirtió de que sería un «fracaso» para Díaz y todas las formaciones si no se consigue la unidad y advirtió que esa negociación no se puede enfocar como una especie de «los juegos del hambre», donde se aspire a imponer la «venganza» y «humillación» a Podemos y sus dirigentes. A su vez, sobre el futuro de las líderes de Podemos, Ione Belarra e Irene Montero, de cara a su papel dentro del proyecto y en una futura candidatura, la vicepresidenta no entró el viernes en esta cuestión y remarco que esa pregunta debe ir dirigida a cada persona. Dentro de la formación, el coordinador autonómico de Podemos Madrid, Jesús Santos, ya ha apelado a la responsabilidad para estar junto a Díaz el 23J, pues «primero era el país y no los partidos». A su vez, los «comunes» han trasladado que ahora toca estar detrás de la vicepresidenta ante el adelanto electoral y su líder, la alcaldesa de Barcelona Ada Colau, descartó formar parte de la candidatura al Congreso. Por otro lado, la dirección de Equo ya acordó confluir junto a Sumar y Alianza Verde aprobó emprender las negociaciones, dentro de su sintonía con Sumar. Mientras, otro foco de la confluencia reside en el peso que partidos de ámbito regional ponen de relieve de cara a conformar las candidaturas al 23J en determinadas circunscripciones, atendiendo a los resultados de las pasadas elecciones autonómicas y municipales. Por ejemplo, las diferentes «patas» de Compromís no quieren hablar públicamente de nombres para las listas, para las que ya se ha postulado el concejal de Cultura Festiva en funciones en Valencia, Pere Fuset (Més). Eso sí, la formación valenciana dejó claro que aspiran a liderar las listas en esta comunidad autónoma. Lo que sí han dejado claro en los últimos días es que su objetivo en esta negociación es lograr una alianza similar a la que cerraron con Podemos en las elecciones generales de 2015 o con Más País en las de 2019, ya que en ambos casos se respetó su «autonomía» estrictamente valenciana. «Es mucho más que un nombre», señalaron fuentes de la coalición sobre si exigirán que Compromís aparezca visiblemente el 23 de julio en las papeletas. A su vez, la Chunta aragonesista aspira a liderar también la candidatura a las elecciones generales, en mitad de las negociaciones para la confluencia de Sumar. Esta semana, la líder de Más Madrid, Mónica García, ha desgranado que ayudará con «generosidad» a Sumar sin poner «líneas rojas», pero al tiempo dejaba claro que cada partido debe «ser consciente» de sus resultados en las elecciones autonómicas y municipales del 28M, donde su formación lidera la representación de la izquierda mientras Unidas Podemos quedó fuera de la Asamblea regional.