Jorge Dioni López: "Vivimos en un país donde da igual tu problema, que la solución es turismo"

Aimar Bretos entrevista al periodista Jorge Dioni López

Cadena SER07/06/2023 - 19:35 UTC

Madrid

En Madrid hay la misma cantidad de residentes oficiales que en los años 70. Algo parecido ocurre en Cádiz. Ahora, hay menos residentes que en los años '60, aunque la ciudad ha crecido prácticamente el doble. Esos datos que lanza Jorge Dioni López, autor de 'El malestar de las ciudades' (Editorial ARPA) ponen en bandeja otra pregunta: ¿Cómo es posible si no hay sitio en los restaurantes, en las terrazas o si es muy difícil conseguir una entrada para un concierto? "La clave está en que hemos convertido nuestras ciudades en productos que se han puesto en el mercado, porque las ciudades han aceptado que la industria del movimiento sea su sustento principal", responde Dioni López. Es ese movimiento de personas permanente el que ha hecho que todo esté constantemente saturado.

El libro de Jorge Dioni López aporta datos tan llamativos como que el 80% de las personas que viven en Mallorca se dedica a los servicios o que mientras hay cuatro mil agricultores, hay también cuatro mil inmobiliarias. En España, sostiene Dioni López, "todo el que tiene un cachito de ciudad lo pone en el mercado. Se entiende mejor con un ejemplo, si recordamos lo que ocurrió cuando los socios del Barça vendieron sus asientos en la grada al mejor postor. En ese partido con el Eintracht de Frankfurt, se acabó pitando el himno del Barça porque el club ya pertenecía a la afición del equipo rival.

Según Dioni López, España ha asumido que todo problema se arregla con turismo o con traer un 'Guggenheim' a cualquier ciudad, aunque ninguna ciudad tenga los mismos problemas que tuvo Bilbao. Por ejemplo, recuerda el periodista, "en Alcorcón, se hizo una Ciudad de las Artes y la Creación que ha estado cerrada 15 años".

Aimar Bretos con Jorge Dioni López en los estudios centrales de la Cadena SER

Dioni López cree que los 'sin vivienda' pueden ser los 'sin tierra' del siglo XXI y las crisis de vivienda siempre han provocado grandes problemas. Cuando hay organizaciones políticas potentes que saben captar el momento y trasladarlo a las instituciones, se puede arreglar. Cuando es un problema social, todavía se puede atajar. Pero, al final, una crisis de vivienda siempre acaba siendo un cambio demográfico y en ese momento es cuando ya es muy complicado actuar.

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Ese movimiento de personas permanente tiene un efecto en aspectos tan cotidianos como el uso del catalán en una ciudad como Barcelona. "Si tú conviertes la ciudad en un espacio turístico que recibe a doce millones de personas al año, hay que recibir a la gente que viene a trabajar para esos doce millones de turistas", explica Dioni López. En ese momento, llegan a la ciudad personas que no necesitan el catalán, no necesitan el idioma para integrarse en la ciudad. Ese movimiento incesante de personas condiciona también la creación cultural. El autor de 'El malestar de las ciudades' rechaza el mantra de que hay que atraer al talento, porque el talento lo crea la "gente joven en las ciudades". Si las ciudades envejecen, no hay cultura nueva y la comunidad se ve abocada a un "remake constante y a una nostalgia, que es terrible".