La promesa: desaparece durante 20 años y su hermana lo encuentra criando ovejas en Portugal

Valladolid / Vila Nova de Paiva (Portugal)

Virginio desapareció en 2001. Su nombre estaba en la lista de desaparecidos de larga duración que dejan tras de sí familias rotas y muchas preguntas. Su hermana, Dolores, le juró a su madre antes de que falleciese que mientras ella estuviese viva no dejaría de buscarlo: “Cumplí con mi palabra”, dice orgullosa. Hace justo un año recibió una llamada de la policía que llevaba mucho tiempo esperando:

—“Hemos localizado a tu hermano. Está sano y con vida”.

Aquella comunicación puso punto final a décadas de búsqueda y a los viajes que Dolores hacía muchos fines de semana desde Valladolid a Portugal para empapelar las calles del país vecino con la foto de su hermano. Ni Virginio ni Dolores son ahora las mismas personas que la última vez que se vieron. Ella tiene 87 años y él, que desapareció con 52, acaba de cumplir los 73.

Sabían que Virginio debía de estar en Portugal porque la última renovación de su DNI la había realizado en la comisaría de la frontera a la altura de Fuentes de Oñoro y Vilar Formoso. No fue hasta 2016 cuando Dolores se atrevió a dar el paso de denunciar la desaparición ante la Policía Nacional, algo que cambió y aceleró la investigación. Lo cierto es que Virginio siempre había tenido una vida bastante errante. Empezó a trabajar de muy pequeño y no pudo estudiar, es analfabeto. Vivió en Girona, Francia, Andorra… y en cualquier lugar en el que pudiera encontrar un trabajo para ganarse la vida. Eso fue lo que le llevó hasta Portugal. Desde hace 14 años vive en Pendilhe, una aldea del municipio portugués de Vila Nova de Paiva, con el “señor Carlos” y su familia. Allí trabaja de pastor cuidando a un rebaño de más de 100 ovejas.

Cada año se registran más de 22.000 denuncias por desaparición en España

Pero no todas las familias tienen la suerte de Dolores. Cada año hay más de 22.000 desaparecidos en España. Es cierto que casi el 95% se resuelven en el mismo año de la denuncia. Sin embargo, otras nunca concluyen. Actualmente, hay unas 1.900 denuncias activas por desapariciones de larga duración. La de Alberto Pérez Elvira es la más longeva de España. En julio de 1973, con 13 años, cogió su bicicleta al salir del colegio en Lanzarote y nunca regresó.

César Bruña es el jefe del Grupo de Homicidios de la Policía Judicial de Valladolid. Él fue el responsable de la rocambolesca investigación para dar con el paradero de Virginio y tiene claro que el tiempo es el peor enemigo para los familiares del desaparecido: "Una desaparición es más agónica que un fallecimiento porque lo que queda es la incertidumbre de lo que ha ocurrido"

El I Plan Estratégico en Materia de Personas Desaparecidas 2022-2024 busca “mejorar la cercanía y calidad en la atención a los familiares y allegados de las personas desaparecidas”. Se trabaja ya en la elaboración del Estatuto del Desaparecido, una reivindicación histórica de las asociaciones de familias para sortear el muro administrativo con el que chocan cuando alguien falta. Imagínense no poder acceder a la cuenta corriente, pero tener que seguir pagando la hipoteca de la casa del familiar desaparecido. Pero hay más demandas y las administraciones lo saben. "Hay una demanda en la que debemos poner todo el esfuerzo. La ayuda psicológica a los familiares de desaparecidos debería de ser gratuita", sostiene Nuria Vinuesa, jefa del Departamento de Atención a las Familias del Centro Nacional de Desaparecidos.

Virginio y Dolores, un caso resulto. Pero faltan decenas de miles de desapariciones que acaban archivadas en una carpeta.