De la bienvenida del Aquarius a la masacre de Melilla: la doble cara de las políticas migratorias del Gobierno
Los recientes naufragios cerca de las costas griegas y en la ruta canaria ponen de manifiesto una vez más el fracaso de las políticas migratorias que siguen generando muertes
Madrid
Estos días estamos hablando mucho de nuevo de migraciones y de tragedias, del fracaso de las políticas migratorias que siguen generando muertes y de la doble cara de políticas migratorias de este Gobierno. De la acogida humanitaria a la fuerza policial que genera muerte. Este sábado se cumple un año de la masacre de Melilla. El peor episodio que ha tenido lugar en la frontera sur europea con intervención directa de los cuerpos y fuerzas de seguridad de los estados, en este caso, de los españoles y de los marroquíes. Un año después no se ha producido una investigación judicial seria, no se ha reparado a las familias de las víctimas, que las ONG y los supervivientes cifran en más de 70 y 22 de los 23 cadáveres que fueron llevados a Marruecos, siguen hoy en la morgue del hospital de Nador.
Yousef fue uno de los supervivientes que se libró por unos metros de morir en el puesto fronterizo español del barrio Chino en Melilla: "Me dijeron que tienes que volver a España pero después de varios meses me han dicho que puedo reclamar el asilo en Francia y ahora estoy esperando a ver qué pasa", relata. Después de varias semanas escondido en diferentes zonas de Marruecos consiguió subirse a una patera desde el sur de ese país y llegó hasta Canarias donde formalizó su petición de asilo. Hablamos con él varias veces, la última en su paso por Madrid cuando se dirigía a Francia, donde tiene familiares.
Yousef nos ha contado que las autoridades francesas le han entregado una orden de devolución para ser retornado a España , en base al Acuerdo de Dublín, que permite a los estados devolver a los solicitantes de asilo al país donde lo pidieron . Un año después no solo no ha encontrado refugio en Europa, a pesar de las evidencias de su caso, es sudanés, de la zona de Darfour donde el conflicto ha empeorado mucho en los últimos meses: "Necesitamos ayuda y justicia", reclama, y reflexiona sobre todo lo sucedido aquella mañana en territorio español con la participación de los cuerpos de seguridad marroquíes y españoles.
Dice que todavía tiene amigos suyos viviendo en Marruecos pero que no entiende cómo es posible que ni siquiera hoy sepamos cuántas personas murieron exactamente en la masacre de Melilla, "por qué se violaron los derechos humanos con estos crímenes", dice literalmente y que es muy triste todo lo sucedido: "No estamos bien, no nos está yendo bien todo, nadie sabe todo lo que hemos sufrido pero necesitamos seguir elevando la voz para decirle a la gente lo que pasó y lo que está pasando".
"Aquí [en referencia a Francia], me va bien, el asilo no es un problema pero estoy muy preocupado y triste porque mi familia está en medio de la guerra en mi país. Nos cuenta que muchos amigos y familiares han salido porque hay muchos muertos y heridos". Yousef intenta estar fuerte y valiente pero le perturba mucho y es muy duro pensar lo que sigue pasando en Sudán: "Ahora en Sudán todo va cada vez peor , nada cambia , la gente sigue con la misma mala vida, por eso estoy preocupado", insiste.
"Pregunto a mis amigos y a mi familia cada día y no hay cambios, y tienen difícil ir a otro país. Yo les digo que lo intenten, algunos están ya en Djamena, la capital de Chad, pero tienen muchos peligros para salir de Sudán y para seguir avanzando a otros países", nos advierte.
Solo un cuerpo fue enterrado
Hoy, un año después, aun quedan 22 cadáveres en la morgue del Hospital de Nador. Solo uno de los cuerpos fue enterrado porque se personaron familiares sudaneses que viven en el Reino Unido. El resto de cuerpos siguen en la morgue porque, según los familiares, Marruecos no colabora con ellos a pesar de que han ofrecido hacerse las pruebas de ADN para identificar los cadáveres. Un año después no hay un balance oficial, ni de Marruecos ni de España, donde la Fiscalía archivó sus actuaciones para investigar los hechos . Sin embargo , los propios supervivientes y los familiares de las víctimas mortales cifran en 69 el número total de muertos y desaparecidos.
Esteban Beltrán, de Amnistía Internacional, acusa a ambos estados de "oscurantismo" y de seguir blindando las fronteras y vulnerando derechos como el asilo. Denuncia que no ha habido ni una sola petición de asilo en la frontera en este año y que ni Marruecos ni España han investigado lo ocurrido.
Reportaje EP47 | Saltar la valla y sobrevivir: la tragedia de Melilla contada en primera persona
5 años del Aquarius: cuando el Gobierno apostaba por la acogida y los derechos humanos
También se cumplen cinco años de la llegada del Aquarius a Valencia, de cuando Pedro Sánchez y su gobierno apostaban por la acogida y los derechos humanos. Sin embargo, el Gobierno dejó abandonados a muchos de los más de 600 supervivientes que fueron desembarcados el 17 de junio de 2018 en el puerto de Valencia ante miles de cámaras, voluntarios, traductores y un dispositivo humanitario que nunca se había visto ni se ha repetido.
629 personas llegaron en el Aquarius, como Mosses , al que hemos hecho un seguimiento en estos 5 años y que hoy sigue en la Comunitat Valenciana: "Hay muchos de nuestros compañeros que siguen viviendo de forma irregular. Llevamos luchando 5 años para tener una vida digna. No es fácil vivir sin documentación en esta parte del mundo. Cuando vinimos, pensábamos que vivir iba a ser fácil pero no es como pensábamos. Esa es la verdad, no es cómo pensábamos", reconoce.
De esas 629 personas rescatadas y traídas a España 371 acabaron solicitando protección internacional, a otros 79 sudaneses se los llevó Francia y desde el primer momento les dieron el estatuto refugiado de inmediato en ese país mientras que España dejó sin protección y sin documentación a la mayoría de los que el propio gobierno autorizó a venir a nuestro país. Lorena Tortosa es voluntaria de la asociación de supervientes del Aquarius: "Nos encontramos con que 5 años después, el 80% de esas peticiones de asilo están denegadas o están archivadas".
Mosses es uno de esos casos. Le denegaron el asilo y estuvo dos años sin documentación. Asegura que Europa y España se siguen equivocando con sus políticas migratorias. Ahora tiene permiso de residencia temporal por arraigo, reclama la regularización de muchas personas que como él han sufrido años sin poder conseguir un trabajo o alquilar una vivienda por carecer de un permiso de residencia . Este sábado organizan un acto conmemorativo y reivindicativo en el puerto de Valencia.
Àngels Barceló: “Las fosas comunes más grandes de la inmigración”