Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, recibió una de las mejores noticias tras la investigación del club por el «caso Negreira» desvelado por la SER: poder jugar la próxima temporada en la Champions League. El dirigente ha reconocido en una entrevista en «La Vanguardia» que «estaba convencido de que así sería y estoy feliz». «Confiaba en mi olfato y tenía información. Lo contrario no tenía sentido, era condenar a un club antes de juzgarlo», ha añadido. Pero no es el único frente al que se ha tenido que enfrentar en esta temporada donde todas las secciones azulgranas han ganado sus respectivas ligas, especial mención a la plantilla masculina de fútbol donde han vuelto a levantar un título tras unos años convulsos. Su confianza ante Xavi Hernández, entrenador del primer equipo, es total. Laporta ha asegurado que «no habrá problema» para renovar. «A veces ha dado la sensación de que elogiar a Xavi fuera renunciar a todo lo que nos dio Pep, y no es así. Elogiar a Xavi no significa minusvalorar la herencia de Pep», ha señalado. «Él (Xavi) entiende la situación del club. Le gustaría reforzar el centro del campo, pero sabe que algunas opciones son inviables y nos equivocaríamos. Cortaríamos la progresión de la cantera. Tenemos a Marc Casadó, Pau Prim, Gerard Hernández o Marc Bernal. Primero hay que mirar en casa», ha explicado. No obstante, el Barcelona acaba de firmar a Ilkay Gündogan como piza clave para esas posiciones. Quien no pudo llegar fue Leo Messi, leyenda del Barça, que tuvo unos meses llenos de rumores ante su posible vuelta tras dos cursos en el PSG. «Teníamos pactado con LaLiga que para Messi dedicaríamos una parte de los recursos que tenemos. Dentro del plan de viabilidad estaba contemplado. Se lo comunicamos a Jorge Messi. Me dijo que Leo había pasado un año muy difícil en París y que quería menos presión. Con nuestra opción, él hubiera seguido teniendo presión y entendí su decisión», ha subrayado Laporta. Además, el presidente culé ha asegurado que aún se le debe dinero al astro argentino. «Lo que se le debe es lo del diferimiento de la masa salarial que se pactó con la anterior junta y que produce pagos pendientes que terminan en el 2025. Se le paga religiosamente», ha explicado Joan Laporta. Quien heredó el «10» de Messi fue Ansu Fati, sin embargo, las lesiones y la falta de minutos en esta temporada le han puesto en el punto de mira como posible venta del club para sacar dinero, del cuál están necesitados. Sin embargo, Laporta ha recomendado al jugador «que continúe» ya que sus agentes y su padre le quieren fuera del conjunto azulgrana. «Hay ofertas por Christensen, por Pedri, por Gavi, por Araújo, por Ter Stegen, por Ansu, por Raphinha, por Balde. Pero no somos un club vendedor», ha asegurado. Para «ganar» dinero, uno de los ejercicios que ha hecho Laporta es rebajar los sueldos en la sección de baloncesto, con especial mención en las salidas de Nikola Mirotic y del técnico Sarunas Jasikevicius, además del cierre de Barça TV. «Da unas pérdidas de 12 millones cada año que no tenemos por qué soportar; no tiene ningún sentido ni económico ni informativo», ha explicado. Y es que uno de los objetivos es que «mientras yo sea presidente» el Barcelona no se convierta en Sociedad Anónima Deportiva. Durante la entrevista, Laporta ha aprovechado a contestar a aquellos a los que critican su gestión, como hizo Víctor Font, que dijo que lo está haciendo peor que Josep María Bartomeu: «Él sabrá por qué lo dice, pero los que estamos dirigiendo el club sabemos que está mucho mejor que hace dos años pese a los obstáculo. El club cogerá velocidad de crucero el año que viene». La próxima temporada el Barça dejará el Camp Nou, ya en obras, para jugar en el Estadio Olímpico de Montjuic. Una nueva construcción que espera que termine antes de lo previsto y regresarán a casa en noviembre de 2024. «Si no sucede, habrá unas consecuencias económicas para Limak. La más fuerte es la de un millón de euros por día de retraso. Pero no pasará», ha indicado Joan Laporta, que además ha señalado que el Barcelona femenino no jugará la Champions en Montjuic y que es posible que «jueguen de forma itinerante en algunos estadios de Cataluña». Más allá del fútbol, el propio Laporta ha respondido a una pregunta sobre su actual sobrepeso. «Llevamos una vida muy intensa y es cierto que amigos míos a veces quizás se alarman, se preocupan. Un día petarás, me dicen. Pero tranquilos que todavía tengo cuerda para rato», ha explicado. El presindente del Barcelona ha reconocido que está a dieta: «Es sencillo. Es la dieta de desayunar como un rey y cenar como un mendigo. Empecé el día de mi santo, Sant Joan, un día muy señalado (...) Todavía es pronto, pero espero que antes de la gira se aprecien (los resultados)».