Las dos caras de la industria de la moda: genera una gran riqueza a costa de ser la segunda industria más contaminante del mundo
El uso lineal de la moda hace que cada año se pierdan 500.000 millones de dólares por la ropa que se infrautiliza y no se recicla
Moda rápida: la factura oculta
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Madrid
La industria de la moda mueve a la economía con su enorme facturación, pero esos abultados ingresos no es más que el resultado de compras masivas y despilfarro. La moda, en concreto la moda rápida, genera el 10% a la contaminación mundial.
El uso lineal de la moda hace que cada año se pierdan 500.000 millones de dólares por la ropa que se infrautiliza y no se recicla. De media, cada ciudadano de la Unión Europea desecha 12 kilos de ropa al año y más de tres cuartas partes de esos residuos acaban incinerados o en vertederos, según registra la Comisión Europea.
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Según datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente, se prevé que el consumo de ropa y calzado aumente un 63%, pasando de 62 millones de toneladas en 2019 a 102 millones en 2030.
Ante este escenario, la Comisión Europea planea introducir una legislación que sancione a las grandes compañías textiles en función del grado de contaminación y residuos generados. El "impuesto a la moda" en el que trabaja desde Bruselas propone que sea la propia industria textil la que se encargue de pagar el tratamiento de los residuos que se generan de ropa y calzado.
El importe a pagar por cada compañía variaría en función del procesamiento que requieran los desechos. La Comisión estima que el coste medio equivaldría a 12 céntimos por camiseta. Además, apoyarán a las empresas que avancen hacia la moda circular y responsable aplicando tarifas reducidas a prendas fabricadas de manera más sostenible.
Ropa de usar y tirar: consecuencia de los bajos precios de la moda rápida
Shein se postula, dentro del sector, como líder de la moda ultrarrápida. La compañía saca nuevas prendas al mercado en cuestión de 3 a 7 días. Cuando lo normal en este tipo de empresas –como Inditex- es que las nuevas colecciones o prendas tarden un periodo de, al menos, 3 meses en salir al mercado.
Asimismo, Shein ha creado toda una alianza con Tik Tok, la red social de moda que comparte videos cortos, rápidos y adictivos. Un formato que comparte totalmente la filosofía de la tienda online, y que actúa como altavoz de todas sus novedades y tendencias.
La viralidad de los contenidos de Shein hace que toda una generación de jóvenes consuman compulsivamente y sin apenas gasto una marca contaminante, irrespetuosa con los derechos laborales y, según investigaciones de Greenpeace, con productos que atentan contra la salud pública por su formulación con compuestos químicos perjudiciales.
Por supuesto, Shein no es la única que incentiva un consumo irresponsable y acaba atentando contra el medio ambiente. Desde Greenpeace, tienen claro que deben ser los legisladores "deben limitar la producción de la fast fashion y las marcas deberían ser valientes y ofrecer alternativas, alternativas de una moda circular real", advierte Celia Ojeda, portavoz de Greenpeace España.