A vivir que son dos díasLa píldora de Tallón
Opinión

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"Se puso muy pesado el hombre, creo que con el único propósito, muy loable, viniendo de él, de que el presidente perdiese los estribos y por un casual le dijese que se lo metiese «por el culo»"

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Me quedé con las ganas de saber qué decía exactamente el papel que Feijoo insistía en que Sánchez firmase durante el debate. Se puso muy pesado el hombre, creo que con el único propósito, muy loable, viniendo de él, de que el presidente perdiese los estribos y por un casual le dijese que se lo metiese «por el culo». A lo peor el documento no hacía referencia a que gobernase la lista más votada, y sabiendo que Sánchez ni lo tocaría, los asesores de Feijoo utilizaron un texto de relleno, tipo «Si te proponen un negocio, Tauro, sigue los dictados de tu intuición» o «Géminis, has de tomar la iniciativa. Mueve tus energías, saldrás de esta». A mí la escena me hizo recordar una célebre partida de póker que se jugó en Santa Fe (Nuevo México) en 1889. En el momento álgido, uno de los jugadores, un tal Jackson, redactó un escrito en el que apostaba su rancho y diez mil cabezas de ganado. Entonces, su rival, un tal Dougherty, garabateó algo en un papel, se levantó, y acercándose al gobernador del Estado, que estaba viendo la partida, sacó una pistola y se la puso en la cabeza. «¡Firma esto, o aprieto el gatillo!», le dijo. El gobernador firmó. El papel decía: «Subo tu apuesta, y me juego todo el territorio del Estado de Nuevo México».

 
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