Los últimos días de campaña se le están haciendo largos al líder del PP y candidato a la presidencia del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo. A las mentiras, o inexactitudes como dice él mismo, sobre las pensiones o Pegasus se le han unido este miércoles las de Marcial Dorado. Feijóo, con todos los focos puestos sobre él por no asistir al debate en RTVE, ha vuelto a las andadas con una afirmación sobre la foto que lleva persiguiéndole casi 30 años y que ha salido durante esta campaña electoral por parte de la izquierda: su relación con el narcotraficante gallego Marcial Dorado. Preguntado por esta cuestión, el líder del PP ha asegurado que no le preocupa que PSOE y Sumar le ataquen en sus «quintas elecciones» por la relación salió a la luz en 1995. Sobre él ha dicho que no pesaba «ninguna acusación» relacionada con la droga en aquel momento. El tema le parece «muy cansino» e incluso se ha justificado diciendo que en esa época no había Google para saberlo, pero no contaba con la hemeroteca. Las redes han tardado minutos en recordarle hasta cinco recortes de prensa de la época que le desacreditan y esta era una oportunidad que no iba a dejar pasar uno de los tuiteros más activos del panorama político actual. Gabriel Rufián, candidato de ERC, ha sido rotundo al respecto: «¿Pero si no saben aún quién es M.Rajoy como van a saber ahora quien era Marcial Dorado?» Alberto Núñez Feijóo es el gran ausente de este debate a tres en el que RTVE nunca perdió la esperanza y contempló un plan B que nunca llegó a suceder. El líder del PP y candidato a la Presidencia del Gobierno, aseguró que «el debate no es un debate, sino un programa en el que faltan otros cuatro», en referencia a los candidatos nacionalistas. «No interesa a todos», zanjó en una entrevista en el programa de La Sexta «Al Rojo Vivo». El PP se ha escudado en todo momento en que ellos proponían un debate a siete, con los candidatos a la Presidencia del Gobierno de los siete partidos políticos con grupo parlamentario propio. En esa misma entrevista, Feijóo insistió en que gobierne quien gane el 23-J porque «jamás un candidato que ha perdido unas elecciones se presentó a una investidura». «El objetivo del PSOE es gobernar perdiendo y yo me comprometo a no gobernar si pierdo», repitió.