Gritos de "¡viva el rey!" y de "¡ladrón!" en el Club Náutico de Sanxenxo: Juan Carlos I vuelve a navegar en el Bribón

Tras aterrizar este miércoles en Galicia, el rey Juan Carlos se ha desplazado este jueves al Real Club Náutico de Sanxenxo, desde la residencia de su amigo y anfitrión Pedro Campos, para preparar la regata en la que pretende participar este fin de semana en la localidad pontevedresa y en esas instalaciones, en las que ya se ha subido al Bribón, ha generado mucha expectación su llegada.

El emérito abandonó la casa a las 11:58 en el asiento de copiloto del coche de Campos y, como en la jornada previa, se limitó a saludar a los periodistas desde el interior del vehículo.

Apenas 2,5 kilómetros, unos siete minutos en coche, separan la casa de Campos del club náutico. Allí ha sido recibido a las 12:15 horas por medio millar de personas que han aplaudido al paso de su vehículo.

"¡Viva el rey!" y "¡viva España!"

El rey, visiblemente más delgado, ha llegado vestido con pantalón oscuro de náutica, camiseta blanca, chaqueta gris y gorra. En el muelle ha departido con algunos conocidos y también con un grupo de niños del club que estaban en una embarcación auxiliar, y posteriormente se ha subido al Bribón.

Quién es Pedro Campos, amigo íntimo del rey Juan Carlos I y su fiel anfitrión en Sanxenxo

A las 12:50, la embarcación ha salido a navegar y el rey ha saludado desde ella. Ha recibido muchos aplausos, ha escuchado algún "¡viva el rey!" y "¡viva España!".

Gritos de "¡ladrón!"

Uno de los presentes, le ha gritado "¡ladrón!" un par de veces, una actitud que fue reprendida por los que tenía a su lado, que le dijeron que para eso no acudiera al espigón a ver al emérito.

La idea del anterior jefe del Estado, de 85 años, es participar en las regatas de preparación para el Mundial de la categoría 6m que tendrá lugar a finales de agosto en el Reino Unido.

Esta es la tercera vez que Juan Carlos I regresa a España después de que fijara su residencia fuera de España. Una visita que se produce apenas 10 días después de que su examante, Corinna Zu Sayn-Wittgenstein, pidiera una reclamación por daños de 126 millones de libras (unos 146 millones de euros) en la demanda que ha presentado contra el antiguo monarca por supuesto acoso, según detalló la defensa del antiguo jefe de Estado español.