Pol Espargaró: "He perdido un centímetro y medio de altura por la lesión en la vértebra"

Pol Espargaró volverá este fin de semana a la competición en el GP de Gran Bretaña de Moto GP, en Silvertsone. Lo hace después de un parón de más de cinco meses, causado por el terrible accidente que sufrió durante el GP de Portugal en Portimao. El piloto catalán sufrió múltiples fracturas, entre ellas de mandíbula y vértebra, así como una contusión pulmonar. Hoy ha pasado por 'El Larguero' para contar cómo ha pasado estos meses y cuáles son las expectativas a su vuelta.

"He echado de menos las mariposas de antes de competir", cuenta el piloto de GasGas sobre estos meses de recuperación, que ha descrito como "muy duros por ver a mis compañeros competir, estando en casa sin poder hacerlo y con todo el cuerpo dolorido". Sin embargo, Espargaró extrae cosas positivas de su periodo alejado de los circuitos: "He podido estar con mi familia y llevar a mis hijas a la guardería, cosas que normalmente no podemos hacer".

El de Granollers ha comentado los detalles de su grave accidente y cuáles han sido las claves de su recuperación: "El parte era terrible, tenía ocho fracturas por todo el cuerpo y afectación nerviosa en las cervicales, que me tuvo dos meses sin poder dormir más de dos horas". Espargaró asegura, sin embargo, que su vuelta podría haberse dado algo antes si no hubiera sido por su lesión en la vértebra ocho. "Nos ha hecho tener paciencia, porque está en contacto con la médula y siempre es complicado", ha asegurado el piloto.

Espargaró también ha confesado, con algo de humor, cómo recibió la noticia sobre perder un centímetro y medio de altura a causa de esa lesión en la columna: "Cuando el doctor me lo dijo yo pensaba que era de coña y yo precisamente no voy sobrado de altura". Entre risas, el piloto dice que "ve el lado positivo" porque ahora es más aerodinámico y eso se puede traducir en algún kilómetro por hora extra en las rectas.

Las expectativas son bajas por ahora, y Espargaró sabe que este primer fin de semana será "una toma de contacto" en la que "recuperar velocidad". "Todo el mundo me va a adelantar como si fuera en Moto 3, a pesar de que los pilotos vengan del parón, todos tienen mucha velocidad y me va a costar coger el ritmo", ha asegurado. Sin embargo, el piloto de 32 años ya pone los ojos en el GP de Austria, casa de su actual equipo y un circuito en el que ha cosechado buenos resultados: "Todo es parte del proceso, pero ahí empezaremos a buscar objetivos".