Una superviviente de la barcaza con migrantes que volcó en Melilla desmiente la versión oficial: "Fue la Guardia Civil quien chocó con nosotros"

Madrid

El pasado lunes por la tarde una pequeña barcaza con 11 migrantes marroquíes a bordo, entre ellos dos niños y un bebé, se hundió frente a las costas de Melilla. Hay versiones contradictorias sobre lo que pasó y lo que provocó realmente ese hundimiento.

Según la Delegación del Gobierno, fueron los propios migrantes los que, ante la llegada de la Guardia Civil en lugar de parar, “embistieron” a la lancha neumática del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS). Aquella fue la versión oficial inicial. Ese verbo, el de embestir, lo utilizó la propia Delegación que luego matizó fue un “impacto” no intencionado.

Se inició entonces un rescate complejo, incluso con civiles que se tiraron al agua para ayudar a quienes cayeron al agua. Según la Delegación, dos de los tres guardias civiles que patrullaban se lanzaron al mar y lograron rescatar a nueve personas. Las otras dos, una madre y su bebé quedaron atrapadas bajo la barcaza.

“Estuvimos cuatro minutos debajo del barca”, relata esta mujer, Omiama, desde el hospital acompañando a su bebé, Bordón, que ha estado hospitalizado debido al impacto que sufrieron. Se salvaron de milagro gracias a una burbuja de oxígeno que se formó bajo la barcaza en la que viajaban.

Omiama ha relatado a la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, PRODEIN que la versión oficial no es cierta, niega que su pequeña barcaza embistiese a zodiac de la Guardia Civil, tal y como sostuvo en un primer momento la Delegación del Gobierno: “Fuimos nosotros desde la barca quienes empezamos a chillarles para que frenasen porque iban a chocar contra nosotros. No nos hicieron caso. Se subieron encima de nosotros y volcamos”.

"Lo saqué como un muñeco"

La mujer y su hijo fueron los únicos que se quedaron atrapados bajo la barca, fueron momentos de tensión en los que varios bañistas que estaban por la zona con sus motos de agua comenzaron a gritar a la Guardia Civil que había un niño atrapado que iba a morir. “Lo saqué como un muñeco”, explicó a El País la persona que logró rescatarles. Uno de los testigos avala la versión de Omiama, no fue la patera la que impactó con la neumática, sino al contrario. “Cuando chocaron con nosotros parecía que había explotado una bomba del sonido tan fuerte que se escuchó”, cuenta esta superviviente marroquí.

A Omiama y a su hijo ya les han dado el alta, pero su marido continúa en la UCI, según su familia, porque debido al impacto que sufrió con la neumática de la Guardia Civil ha perdido el bazo y tiene dañado el hígado. Se trata del supuesto patrón de la embarcación que será detenido acusado de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, según la Delegación de Gobierno.

Ante este cruce de versiones contradictorias, algunas asociaciones de la Guardia Civil, como JUCIL, lamentan que el Ministerio del Interior siga sin dotar a sus patrullas con cámaras de vigilancia incorporadas a las unidades que permitan grabar en todo momento las actuaciones en las que participan. De haber sido así, dicen, no habría dudas de la versión real.