Más vulnerables y menos protegidos: así es el día a día de los menores huérfanos por violencia de género

Madrid

En la última semana, seis menores han quedado huérfanos por la violencia de género tras los crímenes machistas de Almería y Córdoba, lo que eleva a 39 los niños que han perdido a su madre a manos de la pareja o expareja de esta en lo que llevamos de 2023, 416 desde que se empezaron a contabilizar en 2013.

Un situación dramática que no solo deja traumas psicológicos de por vida a muchos de estos niños, sino que también les deja desamparados y sin sus dos apoyos más importantes, sus padres. En España, los hijos menores de edad de las mujeres víctimas de violencia de género tienen derecho a ayudas económicas, a atención psicológica gratuita y a un abogado de oficio para afrontar el proceso penal y los trámites administrativos. Sin embargo, no todas las comunidades autónomas cuentan con las mismas ayudas. El promotor del Fondo de Becas Soledad Cazorla, Joaquín García, asegura que hay ayudas generalizadas, como la prestación de orfandad, pero que hay muchas otras que son diferentes en cada comunidad autónoma.

Tras el crimen, el Estado es el que se hace cargo de los hijos de la mujer asesinada, independientemente de los familiares que estén dispuestos a cuidarlos. "Son los Servicios Sociales y el sistema de protección de las comunidades autónomas quiénes se hacen cargo de estos niños y niñas. El primer paso es hacer una evaluación de su interés superior para determinar cuál es la mejor familia con la que deben estar los menores, bien si es su familia extensa o una familia de acogida", explica Carmela del Moral, responsable de políticas de infancia en Save The Children.

El Fondo de Becas Soledad Cazorla es una iniciativa que lleva en marcha desde 2016 con el objetivo de ayudar con becas económicas a las familias que acogen a los menores huérfanos por violencia de género. Junto con la Fundación Mujeres, han comprobado la vulnerabilidad de muchos de ellos y a través de estas prestaciones ayudan a las familias en los gastos educativos de refuerzo escolar o en el apoyo psicológico. Durante este año, ya han concedido 24 y el año pasado llegaron a otorgar hasta 45.

García añade que muchas familias no saben las ayudas que les ofrece el Gobierno y asegura que es muy importante acompañarlas en el proceso. "Organizamos encuentros entre las familias y les ofrecemos todas las herramientas que tenemos a nuestra disposición, tanto económicas como jurídicas, para contribuir a mejorar su situación", aclara García.

Mayores de edad huérfanos por violencia de género

Según datos de la Fundación Mujeres, las ayudas decaen cuando los huérfanos por violencia de género cumplen la mayoría de edad. Por ello, García reclama que la reparación, ayuda y protección de los huérfanos de la violencia machista se extienda al menos hasta los 26 años, el mismo previsto para las pensiones de orfandad, y no se frene cuando este alcanza la mayoría de edad.

Además, García demanda que se facilite la acreditación de la condición de víctima para estos jóvenes porque esto les perjudica en aspectos de su vida cotidiana, como por ejemplo, el ámbito educativo. "Muchos de ellos no tienen acceso a becas universitarias porque no tienen ningún documento de acreditación administrativa que confirme esta condición", explica.

Unas dificultades que tienen consecuencias directas en su salud mental. Beatriz Mata, psicóloga especializada en violencia de género, asegura que muchos de ellos no están preparados para gestionar todos los trámites administrativos que tienen durante el proceso. Mata afirma que el acompañamiento psicológico es clave para que la vida tanto de los mayores como de los menores de edad víctimas de violencia de género pueda reconducirse y evolucionar de la mejor manera posible.

En España no existe una estadística oficial periódica que refleje cuántos hijos, incluyendo a los mayores de edad, han perdido a sus madres por violencia machista. La última cifra que hay publicada, según indica un análisis publicado por el Consejo General del Poder Judicial cuando se alcanzaron las 1.000 mujeres asesinadas por violencia de género en 2019, contabilizaba al menos 1.494 huérfanos.