Un nuevo estudio científico demuestra las propiedades anticancerígenas del jengibre
El Kencur, un tipo de jengibre que crece en el sudeste asiático, tiene un componente que ha demotrado tener efectos contra el cáncer
Madrid
Hasta ahora, millones de personas en todo el mundo utilizan el Kencur, un tipo de jengibre que crece en el sudeste de Asia, como una planta aromática para darle un mejor sabor a los platos cocinados. Además, desde hace miles de años, se ha usado como un remedio natural para calmar el malestar de estómago.
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Un grupo de investigadores de la Universidad de Osaka, en Japón, acaban de descubrir otra aplicación mucho más importante: sus propiedades para frenar el cáncer, una grave enfermedad que, cada año, se diagnostica en 18 millones de personas.
Así lo corroboran los primeros ensayos con animales en laboratorios. En concreto, el equipo dirigido por la doctora Akiko Kojima, que trabaja en la Escuela de Ecología de Osaka, han visto cómo el extracto de Kencur ha sido capaz ya de suprimir, de forma significativa, el crecimiento de células cancerosas en animales con tumores.
El secreto
El principal componente activo de esta planta tropical es el "EMC", el p-metoxicinamato de etilo, y otras pruebas de laboratorio ya habían descubierto su potencial anticancerígeno, porque disminuye la expresión del factor de transcripción mitocondrial A (TFAM), que está asociado con la proliferación de las células cancerosas.
Sin embargo, por primera vez, se ha identificado el mecanismo exacto de este efecto sobre el cuerpo de animales con cáncer.
"Los resultados de este estudio confirman los efectos anticancerígenos del extracto de Kencur y su principal ingrediente activo, la EMC. Es muy esperado que TFAM se convierta en un nuevo marcador de efectos anticancerígenos en el futuro a medida que avance la investigación en campos relacionados", afirma la doctora Kojima.
Avance prometedor
Sus hallazgos acaban de ser publicados en le revista científica especializad "Heliyon", pero todavía queda lo más difícil que es probar la seguridad y la efectividad de esta sustancia anticancerígena en los seres humanos.
Pero, de momento, este avance científico es sin duda prometedor y, además, su origen es natural, ya se ha utilizado en la medicina tradicional a base de plantas y procede de una especie que se ya se cultiva desde hace miles de años en Asia.
Javier Gregori
Periodista especializado en ciencia y medio ambiente....