¿Quiénes son Rosa Peral y Albert López? Los condenados por el crimen de la Guardia Urbana de Barcelona
El llamado crimen de la Guardia Urbana terminó con la vida del agente Pedro Rodríguez en mayo de 2017
Triángulo amoroso y asesinato son dos ingredientes que suenan a película de sobremesa, pero en el caso del crimen de la Guardia Urbana de Barcelona, la ficción se convirtió en realidad. En mayo de 2017 apareció el cadáver carbonizado del agente Pedro Rodríguez dentro de un vehículo aparcado en un paraje poco transitado cerca del Pantano de Foix (Barcelona). Rosa Peral, expareja del asesinado, y su amante, Albert López, fueron los principales acusados y finalmente declarados culpables de los hechos. A destacar: los tres implicados formaban parte dela Guardia Urbana de Barcelona y de ahí el sobrenombre con el que se conoce popularmente este asesinato.
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¿Quién es Rosa Peral y qué papel tuvo en el crimen de la Guardia Urbana de Barcelona?
En la entrevista que Corberó concedió a La Ventana con motivo del estreno de El cuerpo en llamas, la actriz señaló que el personaje que interpretaba "es una persona con muchas inseguridades, dualidades y con ambición. Es una mujer con carencias que la lleva a actuar de una manera muy egoísta", contó la intérprete.
Más allá de la percepción de la propia Úrsula Corberó, lo cierto es que lo que se ha percibido de Rosa Peral a través de los juicios concuerda en gran medida con la versión de quien la interpreta en la pequeña pantalla. Guardia urbana de profesión, Peral tenía 36 años en el momento en el que se perpetró el crimen y convivía con su pareja, Pedro Rodríguez. Al mismo tiempo, la mujer mantenía otra relación con su amante Albert López, de 39 años y también miembro de este mismo cuerpo de seguridad.
Su relación con las fuerzas del estado no terminaba con su ocupación profesional, sino que ahora se sabe que unos meses antes del crimen la mujer se había dirigido a interponer una denuncia contra su subinspector. Este había difundido unos vídeos de contenido sexual en los que se veía a ambos agentes manteniendo relaciones sexuales y, tal y como defendió Peral, esta fue la venganza de su jefe cuando ella decidió poner fin a la relación.
Años después, en 2016, Rosa comenzó su relación con Pedro Rodríguez —el hombre que apareció calcinado en un coche— pero antes de ello, en 2012, había comenzado una relación secreta con su compañero de profesión Albert López, mientras ella aún estaba con su exmarido. Tras años distanciados, la pareja volvió a verse de forma clandestina cuando la asesina y Rodríguez ya vivían juntos. Él se negó a ser parte de este triángulo amoroso y se convirtió en un obstáculo para que los amantes siguiesen viéndose.
La pista definitiva para descubrir la implicación de ambos en el caso fue que los móviles de los dos asesinos y el hombre que apareció muerto se localizaban en el entorno del Pantano de Foix en la fecha y hora en la que llevó a cabo el crimen.
¿Quién es Albert López?
Albert López era el amante de Rosa Peral en el momento del asesinato de Pedro Rodríguez y compañero de la víctima en la Guardia Urbana. Albert López y Rosa Peral fueron investigados en un suceso anterior por la muerte de un vendedor ambulante murió en agosto de 2014. Ambos fueron absueltos finalmente y la muerte del vendedor fue considera accidental.
La relación de Albert López y Rosa Peral mantuvieron relaciones secretas durante el matrimonio de esta con Rubén Carbo y durante su relación posterior con Pedro Rodríguez. Fue precisamente en este triángulo amoroso en el que se gestó el famoso crimen de la Guardia Urbana.
Así fue el juicio de Rosa Peral y Albert López
Los testimonios ofrecidos por los sospechosos en un primer momento fueron contradictorios. Rosa Peral, por su parte, vertía la responsabilidad sobre Albert y contaba que había sido él quien había accedido de forma violenta al domicilio que compartía con su pareja y allí mismo lo había matado y habría exigido la ayuda de Rosa para deshacerse del cuerpo. Mientras, él mantenía que había sido ella la asesina, en defensa propia y que también fue ella quien le reclamó colaboración para calcinar el cadáver.
La sentencia finalmente concluye que los amantes tuvieron una relación durante años, a partir de 2012. Después de un tiempo separados, en 2017 retomaron el romance que Peral simultaneaba con que tenía con la víctima, con quien vivía desde hacía menos de medio año cuando se produjeron los hechos. Cuando la víctima descubrió la infidelidad, nacieron "desconfianzas" y celos que llevaron a los culpables a urdir un "plan de revancha" para deshacerse de él. Según el texto, "la noche del 1 al 2 de mayo" hace tres años, los acusados se comunicaron a través de llamadas, esperando que Rodríguez estuviera inconsciente o "dormido".
"A una hora indeterminada de la madrugada, uno de los dos o conjuntamente agredieron y mataron", continúa la sentencia. Después, llevaron el cadáver en el maletero del coche hasta una pista forestal del pantano de Foix. Allí "utilizando algún tipo de combustible, prendieron fuego al vehículo con el cuerpo de la víctima en su interior resultando el cuerpo casi completamente carbonizado por la acción de las llamas, sin que quedaran restos o señales de la causa violenta de la muerte ", concluye el escrito.
Finalmente, fue en abril de 2020 cuando llegó el momento del juicio y se condenó a la mujer a 25 años de prisión —máxima pena por agravante de parentesco— y a él, 20 años. Además, ambos debían pagar una indemnización de 885.000 euros a la familia del desaparecido.
Laura Sutil
Periodista y comunicadora audiovisual especializada en SEO en la web de la Cadena SER.