Ocio y cultura

Muere Fernando Botero, el artista colombiano universal que reinterpretó el estilo figurativo

Botero era una de las figuras más destacadas del panorama artístico mundial, conocido por la voluptuosidad típica de sus figuras y el uso del color de una forma vibrante

Fernando Botero ha muerto a los 91 años. / Mondadori Portfolio

Madrid

Ha muerto el artista colombiano Fernando Botero a los 91 años, según ha confirmado el periodista Julio Sánchez Cristo en W Radio. Botero era una de las figuras más destacadas del panorama artístico mundial, conocido por la voluptuosidad típica de sus figuras y el uso del color de una forma vibrante. Nacido en Medellín (Colombia) en 1932, comenzó su carrera artística en un periódico colombiano mientras estudiaba, y en los años 50 se trasladó a Bogotá, donde realizó sus dos primeras exposiciones individuales.

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El pintor y escultor colombiano seguía pintando en su estudio hasta que sufrió una neumonía por la que tuvo que ser ingresado, pero el jueves salió del hospital para recuperarse en casa, según informó la W Radio. "Lamentamos profundamente la partida de Fernando Botero, uno de los más grandes artistas de Colombia y del mundo. Siempre generoso con su país, un gran amigo, y apasionado constructor de paz. Nuestras más sinceras condolencias a toda su familia", manifestó en redes sociales el expresidente colombiano, Juan Manuel Santos.

En Madrid Botero tiene tres esculturas situadas en calles principales: Mano, en el Paseo de la Castellana (Nuevos Ministerios); Mujer con espejo, en la Plaza de Colón, y El Rapto de Europa en la Terminal T1 del aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas.

Estilo irreverente e inconfundible

Botero impregnó sus obras de un estilo irreverente e inconfundible que las hace reconocibles no sólo por la crítica especializada, sino también por el gran público. El 'boterismo' es, sin duda, una de las principales manifestaciones del arte contemporáneo, caracterizado por una interpretación propia de la figuración mediante volumetrías exaltadas, que las dotan de un carácter tridimensional, así como de fuerza, exuberancia y sensualidad.

Una de las pinturas de Botero muetra la característica voluptuosidad de sus figuras y el uso del color de una forma vibrante.

Una de las pinturas de Botero muetra la característica voluptuosidad de sus figuras y el uso del color de una forma vibrante. / Marcial Guillén

La escultura 'Mujer con espejo' de Madrid.

La escultura 'Mujer con espejo' de Madrid. / Getty

La producción de Botero es muy variopinta e incluye temas universales como el amor, la muerte o el sexo y referencias concretas a la política, la religión o la situación de la mujer en Latinamérica. De su mano han salido bodegones, reinterpretación de obras clásicas o mitológicas, retratos y autorretratos, bien sea en obras de gran formato o de pequeñas dimensiones.

En resumen, Botero reinterpretó a su manera el estilo figurativo. En sus inicios, recurrió a escenas costumbristas con una pincelada suelta de colores oscuros cercana al expresionismo. Más tarde, a partir de los sesenta, evolucionó hacia una pincelada cerrada, con figuras y contornos más definidos.

Lourdes Cirlot , autora de ‘Las mujeres de Botero’: “Desde muy joven, Botero siente la necesidad de crear un estilo propio y lo consigue a base de exagerar los volúmenes”