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La Palma, dos años después de la erupción: "Los palmeros son refugiados en su propia tierra"

Francisco Pulido, miembro del comité científico del PEINPAL, señala que la Ley de Volcanes creará un "marco jurídico para actuar ante emergencias": "No hubo evacuación sino autoevacuación"

La Palma, dos años después de la erupción: "Los palmeros son refugiados en su propia tierra"

Madrid

La letra del compositor palmero Ezequiel Perdigón, erigida como un himno de resistencia, ya lo avisaba: “La Palma es la isla mía, donde yo aprendí a soñar”. Hace justamente dos años la tranquilidad y el sosiego que hace único el Valle de Aridane desapareció.: El Tajogaite, en Cumbre Vieja, comenzaba a rugir. Empezaba así la incertidumbre. Lo que, al principio, era un espectáculo visual se convirtió, con el paso de las horas, en una tragedia inevitable. Una de las ocho islas de fuego se reencontraba con las coladas.

La "isla bonita" tiende al olvido, a desaparecer de las memorias, mientras el recuerdo de aquel furor magmático aún está a flor de piel. Las ayudas económicas no llegan, los alquileres temporales se cronifican y las licencias para reconstruir un futuro están estancadas en las administraciones. Llegarán más tarde que pronto, pero llegarán. El manto de las coladas se ha enfriado, pero el grito de auxilio de los palmeros resuena más alto que nunca.

La "erupción silenciosa" un año después del Tajogaite

El silencio ha retornado al Valle de Aridane, pero la súplica palmera continúa. En diciembre de 2021, el volcán de Cumbre Vieja dejó de rugir. El Instituto Geográfico Nacional confirmó el final de la erupción, la de lava, pero empezaba la "erupción silenciosa" del Tajogaite. La de los problemas económicos del valle más fértil de la isla. La del desastre de lo que plátano parece, pero oro es para la segunda isla en producción de Plátano de Canarias. La de los permisos para vivir, que no reconstruir, alquilar una vivienda social o, en el pero de los casos, malvivir en una casa contenedor.

Francisco Pulido es una de esas miles de voces que custodian la verdadera historia de la erupción en forma de recuerdo. Hace dos años se encontraba en el aeropuerto de Alicante. Estaba en plena fase de duelo y asistía a un curso de acompañamiento. Inmerso en una depresión, tras perder a su mujer y a su madre con tres meses de diferencia, recibió la noticia del volcán poco antes de embarcar hacia Tenerife. Durante 3 horas de vuelo estuvo incomunicado y con un temor principal, que alguna de las coladas llegara al cementerio de Las Manchas.

"Contar para sanar"

Aquel miedo cristalizó. La lava entró en el camposanto donde se encontraba el nicho familiar, donde están enterrados sus padres. Nada sabía sobre el estado de aquel espacio de memoria hasta que gracias a uno de los drones de la productora I Love The World pudo apreciar que se había salvado. Fue entonces cuando decidió "contar para sanar" sus heridas emocionales y para ello tenía que escuchar a sus vecinos, a quienes no han podido volver todavía a Puerto Naos y La Bombilla.

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Gracias a su formación, durante estos dos últimos años se ha erigido como la voz más crítica contra la comunidad científica. En este periodo ha realizado distintos estudios sobre la calidad del aire. En esta zona de exclusión, que se encuentra en plena costa, los niveles de dióxido de carbono rebasan, según el Instituto Geográfico Nacional, los umbrales permitidos por Salud Pública. Recientemente ha sido nombrado miembro del comité científico del Plan de Emergencias Insular de La Palma (PEINPAL) y presidente de la ONG Tierra Bonita.

"Pensaban que debía formar parte del comité, los vecinos creen que la ciencia no está respondiendo ante la ciudadanía", asegura en la antena de la SER. Pulido, que ha adquirido un medidor de gases para realizar estudios sobre el CO2, considera que los palmeros son "refugiados en su propia tierra". No solo han perdido su espacio, muchos no tienen adonde ir por, considera, una "respuesta habitacional que no ha habido".

"No hubo evacuación sino autoevacuación"

"Aún hay contenedores desechables y de madera, no ha habido construcciones, se vive en un régimen de alquiler social", apunta el químico. Además, Pulido, como presidente de la ONG Tierra Bonita, ha actuado como fedatario para que la Ley de Volcanes llegue a trámite parlamentario. "Se presentará el próximo viernes y dependerá de los diputados, la ley tiene un sentido social, los vecinos han sentido empoderamiento, ya que no había un marco jurídico para responder a la emergencia, del semáforo amarillo se pasó al rojo, no hubo evacuación, hubo autoevacuación", comenta tras conseguir las 15.000 firmas necesarias.

Por último, y tras escuchar las palabras del psiquiatra Félix González, en las que señala que la falta de vivienda podría desencadenar en daños psicológicos, , comenta que el "duelo emocional" en La Palma, pese a que no haya habido muertes directas por la erupción, lastra al pueblo. "Los palmeros son acogedores y eso ha salvado que el drama no sea mayor, los refugiados están viviendo gracias a la ayuda", señala antes de comentar que hay casos concretos donde poner el foco. "Un niño me dijo que ha estado en siete viviendas", concluye.

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