Seguramente buscar una información en Google o conversar en nuestros grupos de Whatsapp son dos de las actividades cotidianas más extendidas, pero ambas están huérfanas de verbos: ni «guglear» ni «guasapear», castellanizadas o no («googlear»/«watsappear») han llegado al diccionario. Se puede pensar que los académicos son reacios a acoger estos neologismos, pero no es así. En su último diccionario vendieron su modernidad precisamente acogiendo términos como blog y bloguero, internauta, o chat, chateo y chatear, que desde entonces ya no fue solo tomar chatos de vino. También entró el tuit con toda su familia: tuitear, tuiteo y tuitero/tuitera. Y esa decisión puede actúe ahora como freno para admitir otros neologismos, porque Elon Musk les ha dejado con la brocha en la mano: las palabras que nombraban lo referente a esta red social están en el diccionario, pero Twitter ha cambiado de nombre y los neologismos han caducado prematuramente. De momento la RAE mantiene googlear/guglear y guasapear/wasapear en el Observatorio de palabras, que es un registro que recoge términos documentados en textos que se van extendiendo pero que aún no han sido recibidos en las obras académicas. Así que tendremos que seguir gugleando para saber si un día guglear llega al diccionario.