El debate de las pantallas digitales en los colegios españoles se aviva con la vuelta a clase: Suecia elimina los dispositivos móviles en centros educativos
España lleva introduciendo estos dispositivos en las aulas desde el curso 2002-2003, el primero del que se tienen cifras registradas
El debate de las pantallas digitales en los colegios españoles se aviva con la vuelta a clase
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Madrid
La vuelta a las clases en España ya ha comenzado y con ella regresan también algunos debates como el del uso de pantallas digitales en las aulas, una práctica cada vez más frecuente en nuestro país. A esta discusión se suma este año la decisión de Suecia de empezar a prohibir la utilización de dispositivos, como portátiles, móviles o tabletas en clase ya que, según el último informe PIRLS, la comprensión lectora de los alumnos en el país ha disminuido.
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En España, todas las comunidades, junto a las dos ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, llevan introduciendo estos dispositivos en las aulas desde el curso 2002-2003, el primero del que se tienen cifras registradas. Con un 75,4% de uso, Castilla La-Mancha es la región que más utiliza los portátiles y las tabletas en clase, mientras que la Comunidad Valenciana, con un 33,3%, es la que se muestra más reticente a introducirlos en los colegios. Son datos que, además, demuestran que el uso de pantallas en las aulas ha aumentado casi un 10% en los últimos 9 años.
La decisión del gobierno sueco ha sacado a relucir las ventajas y los inconvenientes de la utilización de estos dispositivos en los centros educativos. A las puertas del instituto Lope de Vega, en Madrid, varios alumnos comentan que, para ellos, poder utilizar portátiles o tabletas es positivo ya que están "bastante acostumbrados" y ayuda a hacer las clases "más didácticas".
A ellos se unen los padres y madres que se rinden ante las nuevas tecnologías, a pesar de que empezarían con ellas "a una edad más tardía". "Supongo que se tienen que adaptar pero de una forma educativa", cuenta una madre después de dejar a su hija en la puerta del mismo instituto. Es una opinión que comparte Juan José Fernández, director del también colegio madrileño Joyfe, quien asegura que estas pantallas suponen una "comunicación más directa" con el alumnado. En este colegio se dan portátiles a los alumnos desde quinto de primaria hasta segundo de bachillerato, a parte de usar pizarra digitales en clase.
Los expertos explican que el tiempo que pasan los niños y jóvenes delante de las pantallas es clave para que no se convierta en un hábito negativo. Los niños de hasta dos años no tendrían que usarlas, y hasta los 6 años podrían utilizarlas máximo 1 hora al día, tal y como explica Cynthia Martínez, doctora en Educación.
Si no se siguen estas recomendaciones, Rosa María Funes, pediatra en el hospital Príncipe de Asturias (Alcalá de Henares), asegura que las consecuencias pueden variar desde "problemas de visión, insomnio o bajo rendimiento escolar" hasta "retrasos en el habla" en el caso de los más pequeños.
