Memes, páginas web extinguidas y hasta fraudulentas: todo lo que pasa en internet, la Biblioteca Nacional lo almacena
El archivo de la BNE acumula dos petabytes de información que se va incrementando diariamente
Reportaje EP94 | La mememanía hace Historia
Madrid
Es imposible contabilizar cuántas páginas web hay disponibles en Internet. Son millones y millones que se actualizan algunas al minuto, otras de manera más intermitente. Las hay de todo tipo: informativas, de entretenimiento, de humor, de partidos políticos u asociaciones, para ofrecer servicios... Muchas nacen con una misión y, tras un tiempo de actividad, quedan en desuso o desaparecen por diferentes motivos. Sin embargo, el simple hecho de haber existido ya les da un valor incalculable, histórico, que puede tener importancia para comprender en el futuro aspectos claves de la sociedad del presente. De esta relevancia saben bien en la Biblioteca Nacional Española (BNE), por eso, desde el año 2009 alimentan, minuciosamente, un archivo para que la mayor parte de este material no se esfume sin dejar ni rastro.
Más información
José Carlos Cerdán, jefe de Servicio de Gestión del Depósito de Publicaciones en línea de la BNE, es una de las personas que mejor conoce los entresijos de este archivo web. Su laborioso trabajo y el de todo su equipo pasa generalmente desapercibido porque no son muchas las personas que conocen de la existencia de esta especie de almacén digital. El pasado julio fue el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, el que, durante una entrevista en mitad de la campaña electoral, puso en el punto de mira la función de este departamento. Y lo hizo destacando uno de los aspectos que más llaman la atención del mundo digital y que todos hemos tenido al alcance en alguna ocasión: los memes.
Sánchez se acordó de este archivo web tras hablar de su meme más viral, el famoso Perro Sanxe. Esta creación, que consiste en la imagen de un can con traje de chaqueta y al que acompaña la frase "Más sabe el perro Sanxe por Perro que por Sanxe", se convirtió en una parte vital de la pasada campaña electoral. Su aparición y difusión masiva en las redes dio la vuelta a uno de los insultos que más usaban para atacar al presidente, al que un sector de la sociedad llamaba "Perro Sánchez". Su nueva versión, en forma de meme, se usaba justamente para lo contrario, para valorar las acciones del candidato socialista a la reelección. Este archivo no solo se trata de una pieza más de humor que llega a través de las redes sociales o a los móviles de miles de españoles, es también una parte representativa de la sociedad del momento y por eso tiene valor, junto a otros cientos de miles, para guardarlo.
"Un contenido especialmente efímero"
Cerdán asegura que los memes son solo una pequeña parte de todo lo que abarca el depósito de publicaciones en línea que actualmente conserva dos petabytes de información, un dato que crece a diario. "Creo que ya nadie duda que es difícil entender la sociedad actual sin el contenido que se crea en Internet. Un contenido que es especialmente efímero. A diferencia de otros tipos de documentos, no solo se crea y se destruye muy rápidamente, sino que la cantidad que se crea diariamente es brutal y además, en muchos casos es información que se superpone". Esto lo hace un contenido "muy especial" dentro de la labor de documentación tanto de las distintas bibliotecas nacionales de los países como de las regionales.
Debido a su gran volumen, es muy complicado abarcar todo el contenido que se realiza y se difunde en Internet, pero los documentalistas intentan llegar a todo lo que pueden. Para ello, usan un sistema mixto de almacenamiento. Por un lado, se hacen recolecciones masivas de gran cantidad de web que están creadas con un dominio muy concreto, como son las .es —las más habituales en España—, o las de las diferentes comunidades autónomas, como el .cat o . gal. De esto último se encargan las bibliotecas regionales. Por otro lado, se llevan a cabo recolecciones muy específicas y de manera más detallada sobre acontecimientos que se consideran de importante relevancia.
"Guardamos página web sobre las elecciones desde 2014 y la información que se genera de los partidos políticos, las redes sociales... pero también de eventos que han sido destacados y pensamos que son importantes para la historia de España, como la coronación de Felipe VI, se cubrió el desarme de ETA, el fallecimiento de Adolfo Suárez o el mejor ejemplo, el del coronavirus". Cerdán explica que durante los meses que duraron la pandemia y hasta hace poco fueron registrando todo lo relacionado con la enfermedad. Muchas de esas web ya ni siquiera existen.
El equipo encargado de este archivo lo forman principalmente cinco personas que son bibliotecarios o documentalistas, aunque no están solos. "Tenemos la suerte de que somos un proyecto de colaboración nacional con los diferentes centros de conservación. Entonces nos apoyan más de 40 conservadores web a tiempo parcial que trabajan en las bibliotecas regionales de toda España". Además de la labor humana, también es esencial la herramienta que emplean para manejar tanta información. Lo hacen mediante un robot que creó la Biblioteca Real Danesa y que se encarga de analizar las web y determinar la profundidad y frecuencia con la que merece la pena guardarlas. Esto agiliza mucho la actividad de los profesionales, porque una vez incluida la página, la herramienta la va registrando automáticamente sin necesidad de volver a incorporarla en el sistema.
Para historia, juicios o investigaciones
La principal finalidad de este archivo, al igual que pasa con otros trabajos de documentación como libros, revistas o publicaciones relevantes, es servir para los estudios históricos o sociológicos porque "representa una época". También sirve como muestra de la existencia de páginas que desaparecieron o incluso puede ser útil como prueba de un delito o investigación periodística. "Nos ha pasado que nos han pedido para juicios sitios web que pueden ser de estafas o de cualquier tipo de elemento delictivo y que quieren ver cómo estaba antes de que lo quitaran, porque no deja de ser una especie de prueba legal", añade Cerdán.
Cualquier ciudadano puede disfrutar de este servicio, el único inconveniente es que no podrá hacerlo desde casa. "Los derechos de propiedad intelectual no son de la biblioteca, aunque pueda guardar sus contenidos. Por eso no se puede acceder libremente desde fuera de la biblioteca. Se puede acceder desde la propia BNE y los diferentes centros de conservación que tienen puntos de acceso al archivo". En estos lugares hay ordenadores que "seguros" en los que se puede ver todo el contenido, pero sin posibilidad de extraerlo. Solo en casos concretos se puede solicitar extraer esa información en formato PDF para conservarla de forma particular.
Con esta labor, los expertos esperan también acercar al público más joven los contenidos de la Biblioteca Nacional de España. "La cultura nacional es para todos, para cualquier tipo de edad. Necesitamos que venga la gente joven, porque al final son los que mejor conocen las redes sociales, el mundo de internet. Son los que más interés pueden tener en toda esta producción masiva digital y son ellos los que tienen que empezar a trabajar en ello", reflexiona Cerdán. Son ellos, los más jóvenes, los que más se beneficiarán de todo el trabajo que estos profesionales llevan años alimentando.
Minerva Marcos López
Periodista en la sección digital de la SER. Antes...