El PP y los independentistas se están convirtiendo en los dueños del relato

Avanza una nueva semana, todavía sin una fecha de investidura señalada. Recordemos que el 27 de noviembre es el tope para la convocatoria de unas nuevas elecciones. Las negociaciones entre PSOE y Sumar acaban de llegar a buen puerto, de hecho, se va a escenificar un acuerdo en las próximas horas, un acuerdo que ya los socios confirman, después de algunas semanas de sobreactuados desencuentros que todos imaginábamos que acabarían como, presumiblemente, van a acabar, en boda. Sería extraño manifestarse convencido o convencida de la reedición de un gobierno progresista, como han hecho los representantes destacados de ambos partidos, para tirarlo, luego, todo por la borda. La noticia a esta hora es que hay acuerdo entre PSOE y Sumar para la investidura de Pedro Sánchez.

Otra cosa son las negociaciones con los independentistas con la ley de amnistía como eje sobre el que pivotan las conversaciones, aunque desde el lado independentista se intenten colar nuevos argumentos para no perder pie entre su electorado. Y así los días van pasando sin que se acabe de cerrar nada en concreto y con el Partido Popular y los independentistas convirtiéndose en los dueños del relato. Porque es ahí donde está la clave y la dificultad para el Gobierno, explicar bien los beneficios de una hipotética y controvertida ley de amnistía. Ya hace mucho tiempo que el manido relato se ha convertido en el centro de toda negociación, el quién lo cuenta y el cómo lo cuenta. El relato está más en el centro, incluso que los propios debates ideológicos. Y el Gobierno sigue sin contar su relato y deja así el terreno expedito para un hiperbólico Partido Popular que, desde la calle hasta el Senado, ha convertido la amnistía en su único argumento político, bueno con el apoyo al argentino ultraderechista Milei, por parte de Isabel Díaz Ayuso.

El Gobierno no puede dejar pasar mucho más tiempo. Siendo conscientes de la importancia de la discreción en las negociaciones, la fecha límite se acerca y el silencio es demasiado atronador. Si el Ejecutivo está convencido de que la amnistía es fundamental para la concordia que lo explique bien, no hay cosa que necesitemos más en estos tiempos de desconcierto y angustia que elementos para estabilidad, pero hay que explicarlo. Y explicar también que esto es solo uno de los argumentos de la investidura, que los otros, la mayoría, se refieren a cosas que nos afectan a todos y que nos preocupan. Hay que empezar a hacerlo ya, porque se va agotando el tiempo.