Màrius Serra, crucigramista: "El crucigrama es pura fiesta; quien no se lo tome así, que se dedique a los sudokus"
Aimar Bretos entrevista a Màrius Serra, escritor y crucigramista
Las entrevistas de Aimar | Màrius Serra
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Madrid
Hay muchos lectores que abren el periódico y van directos a la sección de crucigramas. Màrius Serra, escritor y crucigramista, lleva más de 30 años alimentando diariamente esas páginas. Un universo que ha ido cambiando y adaptándose con el paso de los años, pero que ha mantenido su estructura invariable. "Su contenido, cruzar palabras en horizontal y vertical, es lo suficientemente atractivo para seguir vivo en este mundo cambiante después de un siglo", dice Serra en 'Hora 25' con Aimar Bretos.
Serra se define a sí mismo como un jugón: "En los diarios los más jugones éramos los de la página del crucigrama. Incitábamos al personal a rayarla y a que se acordaran de nuestros familiares cuando no lo cuadraban". Hacer crucigramas es todo un reto y puede llegar a convertirse en algo personal.
Las palabras de un crucigrama
El crucigramista explica que siempre suele haber un nivel general, unas palabras fetiche y unas definiciones que se repiten inevitablemente, pero que también dan la sensación de estar en casa. Serra hace los crucigramas en catalán y sus palabras fetiche no son palabras especiales, sino cortas. "Por ejemplo, una que se repite mucho es NYU, como el ñu castellano. Intento dar variedad de definiciones para no caer siempre en lo mismo".
A pesar de que lleva 33 años creando crucigramas, "cada semana descubro palabras nuevas". Es inacabable, dice. Además, muchas veces acaba buscando palabras en el diccionario, que ha sido siempre una "lectura muy recomendable" para él. Su palabra favorita, aunque tiene muchas, es 'palabra'. "Es genial ver el lenguaje como una selva enorme que cada día puedes explorar y que te sorprende. Es algo vivo", señala.
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Crucigramas con mensajes ocultos
Serra confiesa que alguna vez ha dejado algún que otro mensaje en sus crucigramas, normalmente a petición de otros. "Recuerdo con mucho cariño al padre de una actriz y buena amiga, Agatha Costa. Le encantaban los crucigramas y, además, el médico se los había recetado porque era muy mayor. Para su cumpleaños le hice casi toda la parrilla con guiño de cosas que alguien podría resolver sin contexto, pero que era muy especial para él", cuenta. El crucigrama es una conexión íntima: "No solo lo percibo porque me lo dicen, sino que yo lo siento también".
Conocer al crucigramista a través de su obra es posible. "Me siento bastante desnudo. Hay gente que lleva 30 años desayunando conmigo", dice. Cosas que nunca hubieras creído que podrían haber traspasado el crucigrama lo hacen. "Por ejemplo, algo tan íntimo como la muerte de un familiar. Lo notan y te lo dicen", explica.
¿Cómo se debe empezar un crucigrama?
Lo primero que hay que decir es que un crucigrama parte siempre de la solución. Tú ya sabes qué hay ahí. Hay que llenar la parrilla y se suele empezar a rellenar con primera horizontal y primera vertical. No empezaría jamás un crucigrama con horizontales uno con casilla negra. "En general, para rellenar la parrilla harías primera vertical y horizontal, después segunda vertical y horizontal y así sucesivamente", explica. El crucigrama, dice, es un juego, es pura fiesta. "Si alguien no se lo toma así, que se dedique mejor a hacer sudokus".
Lydia Ramón Espinosa de los Monteros
Graduada en Periodismo por la Universidad de Valencia y Máster en Periodismo por la Escuela UAM - EL...