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LISTA DEL MES | OCTUBRE'23

Rusowsky, el artista español con raíces bielorrusas del que pronto hablará todo el mundo

Octubre ha sido un mes repleto de descubrimientos musicales interesantes

Rusowsky durante su actuación en el festival Cala Mijas en 2022 / Pablo Gallardo

Madrid

¿Qué es la canción de pop perfecta? Depende de a quién se lo preguntes, claro. Habrá quien crea que es algo parecido al Si no estás, de Íñigo Quintero. Para convertirse en el número 1 mundial de Spotify tiene que haberla escuchado mucha gente, por supuesto. Pero también sabemos que muchas de esas escuchas son más producto del marketing que de la pasión por la música y del interés por la riqueza cultural.

A veces tener un tema con un artista 'top' te convierte en un atractivo para que la gente te escuche más o se acerque a verte en un concierto y eso es lo que le pasó a Rusowsky. En el pasado FIB, atrapó a muchos que se pasaron de casualidad y aquellos que sabía de qué iba la cosa. Una camiseta de Adidas a medio poner, una base que te pone en situación y temas que te van calentando hasta llegar a cantar al final por Valentino Rossi.

También nos interesa mucho más el bellísimo arranque de Turn The World On (Bombay Bicycle Club), el poderío (a lo Radiohead) de Rachel Chinouriri, o el compromiso de los alicantinos Futuro Terror, que acaban de anunciar que lo dejan, como ya hicieron no hace mucho El Columpio Asesino. Pero de Navarra, precisamente, nos llegan nuevas canciones que garantizan un futuro prometedor: Ibil Bedi —en adelante, los Sigur Rós de Lumbier— y Melenas. También creemos que si hay un disco que hay que escuchar este otoño es el de María José Llergo y estamos muy agradecidos a Nacho Vegas por habernos llevado hasta Kumbia Queers. Lo encontrarás todo en la playlist Chinchetas 2023.

Turn The World On (Bombay Bicycle Club)

Hay actores que se pasan toda su carrera interpretando a personajes secundarios y lo hacen, con solvencia y discreción, hasta que un buen día, sin saber muy bien por qué, de repente brillan mucho y todo cambia. Algo parecido nos ha pasado con Bombay Bicycle Club, un cuarteto inglés con el que llevamos casi 20 años cruzándonos y que formaban parte del paisaje, pero poco más. Ha sido ahora, gracias al disco My Big Day, cuando hemos caído en la cuenta de que nos recuerdan a Wilco, Death Cab For Cutie o Vampire Weekend, y que sus melodías encajan a la perfección con la voz de Damon Albarn. Se merecen al menos dos nominaciones al Oscar de la música: mejor disco y mejor portada.

Canción de despedida (Adiós Amores)

Tras ir soltanto poco a poco varios singles entre 2020 y 2022 que acabó en algo parecido a un disco al puro estilo grandes éxitos titulado en Sus mejores manciones, las sevillanas Adiós Amores pueden decir que por fin tienen su disco debut llamado El camino. Basta con ver la portada para saber cómo son Iman y Ana: un universo floreado y folcórico que representan con un pop de la vieja escuela. Lejos de los sonidos urbanos y los bombazos comerciales, las dos andaluzas han ido marcando ese camino del que nos hablan en su primer trabajo que termina en una Canción de despedida, que viene a ser eso, un cierre con broche dorado al LP y sus directos. De un paraíso al puro estilo Cabiria y toques de Jeanette para terminar con un adiós contagioso que añade trompetas y lo hace mucho más épico. Y sobre todo, cura: "Me has reventado el corazón partido en dos, pero yo puedo con cuidado recogerlo, y sé que al pasar el tiempo, ya me empezaré a sentir mucho mejor".

Loto (Rusowsky)

Ruslán Mediavilla nació en Valladolid en 1999 pero pronto se mudó con sus padres a Fuenlabrada (Madrid). Su madre es una profesora de música bielorrusa y desde que era muy pequeño se lo llevaba a sus clases. El conservatorio fue su segunda casa y reconoce que hasta hace unos 4 años no había escuchado música en español pero ahora compone en ese idioma. Su música podría ser la de un cantautor típico sino fuera por esa capa de sonido envolvente que tienen sus canciones. El vocoder y una cadencia entre el electropop y el trap, hacen el resto. Ha colaborado con C Tangana y Dellafuente y, aunque todavía no ha publicado su primer disco, ha actuado este año en el FIB. Nos lanzamos a la piscina y predecimos que va a ser uno de los artistas revelación de 2024.

Leoncio Badía (Futuro Terror)

Leoncio Badía se alistó en el bando republicano para combatir en la Guerra Civil y, tras la victoria de las tropas franquistas, fue juzgado y condenado, pero le conmutaron la pena de muerte por el trabajo más ingrato que se les ocurrió: enterrador en el cementerio de Paterna. Algo que, en ese momento, suponía tener que dar sepultura a un gran número de fusilados. Pero Leoncio Badía no les arrojaba sin más a una fosa común, sino que les colocaba en una posición digna y guardaba objetos e información que permitieran identificarles años después (tal y como ha acabado pasando). La historia de un héroe anónimo que los alicantinos Futuro Terror han decidido inmortalizar, como ya hicieron con Rukeli. Un temazo de post-punk con el que abren su disco de despedida: Presente. Ellos mismos lo han contado: "El futuro distópico al que cantábamos es ahora el presente, y quizás por eso 'futuro terror' tiene ahora algo menos de sentido que antes". Una decisión que acatamos con resignación (y aferrándonos a Biznaga) porque, con su adiós, el mundo de la música pierde autenticidad, talento y compromiso. No íbamos sobrados de nada de eso, así que toca apretar los dientes y darlo todo en su concierto de despedida, el 22 de diciembre en la Sala Copérnico de Madrid.

Bang (Melenas)

Si buscas una canción pegadiza... aquí la tienes. Bang es un auténtico pelotazo imposible de borrar de tu mente. Melenas acaba de lanzar su tercer trabajo tras el finísimo Días Raros de bandas garageras más valoradas de nuestro país. Las cuatro navarras rebosan inspiración y han creado Ahora, plagado de sintetizadores que les hace tener un sonido muy... Melenas. Toque muy pop pero con esas guitarras que las diferencian del resto y que en ocasiones te permiten flotar entre los 10 cortes que tiene este nuevo disco. Y todo ello plagado de un poderoso mensaje como en Bang que nos enseña a decir que "no" a aquellas situaciones que nos incomodan o que simplemente nos permite alejar a personas y palabras como "flechas y balas, suenan y se van". Cuando menos te lo esperes estarás yendo al super tarareando eso de "bang bang bang bang bang disparos que no dan".

Juramento (María José Llergo)

No sabemos quién habrá puesto nombre al nuevo disco de María José Llergo pero no hay mejor forma de describir su contenido: Ultrabelleza. Sus raíces flamencas siguen muy presentes pero es evidente la evolución hacia un sonido más pop. Su voz es su arma más potente. La maneja de tal forma, con tal sensibilidad, que es imposible no conectar con su música. Podríamos quedarnos con muchas canciones de su disco pero Juramento fue la primera que escuchamos y la que nos hizo querer conocer más. A diferencia de su anterior trabajo, este está lleno de luz.

The Hills (Rachel Chinouriri)

Rachel Chinouriri ha crecido escuchando a Daughter y a Coldplay, pero en su sonido también aparecen destellos de Travis y Radiohead. Suena, de hecho, como seguramente querría sonar Arlo Parks mientras conduce por California escuchando a My Bloody Valentine. Una extraña mezcla de pop de radiofórmula británico con shoegaze sin complejos y una energía (más o menos oculta) que le ha llevado a telonear a Lewis Capaldi y que también conecta con el soul y con la música africana (Ladysmith Black Mambazo es otra de sus grandes influencias). ¡Mucho poderío! Así de encandilados nos tiene esta joven londinense (con familia de Zimbabue). Ya ha sacado tres singles este año. ¡A ver si su segundo disco llega pronto!

I can be your man (Pip Blom)

Pip Blom sigue en esa carrera por ser una de las mejores artistas indie rock europeas, pero es que la vocalista de la banda creada en Ámsterdam ha dado el paso definitivo para lograrlo. Tras dos discos en los que se centraron en las guitarras y no llegaron a los sintetizadores, en Bobbie, su tercer rotoño, se han volcado de lleno en ello. Y vaya si se nota. Todo un homenaje a una banda de culto británica llamada Micachu and the Shapes a la que añaden la colaboración de Alex Kapranos de Franz Ferdinand en Is this love? y del líder de Personal Trainer en Kiss me by the candlelight, donde obtienen un sonido muy Metronomy. Blom se destapa con un sonido hiperbailable, tanto que la portada de su tercer disco es un fiel reflejo de ese sentimiento ya que en ella se ven filas de personajes de origami con poses discotequeras que recuerdan a cuando la luz de una sala parpadea incesantemente y tan solo ves a tus colegas como si fuesen fotografías. El éxtasis. Un ambiente al que nos traslada con I can be your man, con la que son capaces de romper algún que otro cuello si la noche enloquece demasiado.

Cuando hablas así (Kumbia Queers y Nacho Vegas)

¿Nacho Vegas cantando cumbia? Yes, Nacho Vegas cantando cumbia de la mano de unas expertas, Kumbia Queers, un grupo argentino que es todo un referente en el panorama musical LGTBIQ+ que, además, tiene alma punk. Esta mezcla de estilos que, a priori, podría no encajar resulta ser toda una maravilla. Seguro que hay quien no se ha perdido sus conciertos en España de este verano y puede que, gracias a este tema, esté muy pendiente de su próxima gira europea.

Litekeenarena (Ibil Bedi)

Sí, Litekeenarena (lo que podría ser) es una canción en euskera que habla de llenarnos el bolsillo con pequeñas piedras y que no llega ni al minuto y medio, pero nos flipa. El quinteto navarro Ibil Bedi ha tomado por costumbre sacar disco en los años impares y con el tercero, Goldea (el arado), están diciendo alto y claro que son una propuesta tan talentosa como desconocida (e infravalorada). Conceptualmente se han inspirado en una canción del cantautor chileno Víctor Jara (en el disco abundan las metáforas agrícolas y de la naturaleza, a lo Mikel Laboa), pero su nuevo sonido —sin guitarras acústicas ni saxofón— merodea más bien el post-rock y el dream pop, con algún que otro juego de coros y pequeñas dosis de electrónica y arreglos orquestales. Si los islandeses Sigur Rós ensayasen en Lumbier, probablemente habrían empezado sonando como Ibil Bedi. ¡Menudo descubrimiento!