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Del número reservado para la Casa Real al supuesto amaño de 2019: las leyendas urbanas tras la Lotería de Navidad

A medida que se acerca el 22 de diciembre, los mismos bulos de siempre vuelven a la conversación pública

Ganadores de la Lotería de Navidad celebran el premio. / Getty

La tradición de jugar a la Lotería de Navidad es un fenómeno que trasciende la lógica. Las matemáticas no invitan a participar en el sorteo —la probabilidad de que toque el Gordo es una entre 100.000— y, mucho menos, a gastarse un dineral en décimos año tras año. Sin embargo, la rifa del 22 de diciembre está tan extendida en nuestro país que, donde debería imperar la lógica, reinan la superstición y las leyendas urbanas.

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Tanto es así que todavía perviven muchos bulos acerca del sorteo. En sus más de 200 años de historia, la Lotería de Navidad ha dado para mucho: desde anécdotas curiosas hasta centenares de historias humanas, pasando por creencias populares de todo tipo. ¿Cuáles de ellas son ciertas y en qué casos carecen de fundamento?

Los números bajos y altos nunca salen premiados

Tal y como explican desde Lotería Berenguela, "uno de los mitos que rodean al sorteo de la Lotería de Navidad es la creencia de que los números bajos y altos nunca salen premiados". Las estadísticas desmontan por completo esta creencia:

  • Los números comprendidos entre el 0 y 10.000 han resultado agraciados en 65 ocasiones.
  • En cuanto a los números altos, es cierto que los números comprendidos entre el 66.001 hasta el 99.999 han salido premiados sólo en ocho ocasiones, pero hay una explicación muy fácil: hasta el año 2004 se emitían 66.000 números; desde el año 2005 y hasta el año 2010 se emitían 85.000 números; y desde el año 2011 se emiten 100.000 números. Desde el Sorteo de Navidad de 2011, las probabilidades de que salga premiado un número bajo, medio o alto son exactamente las mismas.

El número 00000 está reservado para la Casa Real

Otra leyenda urbana muy extendida es que el número 00000 está reservado para la Casa Real, pero nada más lejos de la realidad. La propia Casa Real confirmó a la prensa en 2011 que se trataba de "un rumor sin fundamento" y que "institucionalmente no se regala ningún décimo". De hecho, este número está disponible en varias administraciones y cualquier persona que acuda a ellas puede adquirirlo.

Hay más probabilidades en las administraciones grandes

Es bastante habitual escuchar que el Gordo siempre toca en las grandes administraciones. Es cierto que los puntos de venta más famosos, como Doña Manolita, La Bruixa d'Or o 'la gasolinera de la suerte' de Granadilla de Abona, han repartido muchos premios importantes a lo largo de su historia, pero la razón es que venden muchos más décimos que otras.

Las administraciones no suelen revelar sus cifras de ventas porque "da mala suerte", pero las grandes llegan a vender hasta 80 millones de euros. No es de extrañar que en cualquiera de ellas se repartan premios grandes: a más décimos vendidos, más probabilidad de dar el Gordo. Si una gran administración vende el 30% de los 100.000 números que van al bombo, es mucho más probable que siempre otorgue algún premio grande frente a una administración pequeña.

En cualquier caso, la probabilidad de que toque el Gordo es la misma con independencia de donde se compre el décimo. El número premiado puede estar a la venta en una administración grande o pequeña. En más de una ocasión, las grandes administraciones han agotado todo su stock de Lotería de Navidad a la venta varios días antes del sorteo y finalmente no han repartido ningún premio importante.

Si juegas el mismo número, la probabilidad es mayor

Muchos jugadores acostumbran a jugar todos los años con el mismo número. La realidad es que cada 22 de diciembre hay 100.000 números en el bombo y cada número tiene exactamente las mismas posibilidades de ganar. Por cada número comprado hay 0,001% probabilidades de ganar. Y esa probabilidad no aumenta con los años, ya que las bolas del bombo se renuevan.

En otras palabras, no importa si el número de este año es el mismo o es diferente al del año pasado. Tampoco que ya haya sido agraciado, que sea un número 'bonito' o 'feo'; o, como se ha mencionado antes, si se vende en una u otra administración.

Aunque es muy difícil ganar El Gordo, es mucho más probable ganar el primer premio en la Lotería de Navidad que ganar el primer premio de la Primitiva o de Euromillones, donde la probabilidad es de una entre 139,8 millones. Aunque las matemáticas y el sentido común dicen que es muy improbable ganar el Gordo, la ilusión o el miedo que le toque a alguien próximo y a nosotros no, hace que el 75% de los españoles juegue.

El Sorteo de Navidad de 2019 estuvo amañado

Un vídeo del sorteo compartido en redes sociales desató todo tipo de teorías de la conspiración en 2019. En aquella ocasión, las imágenes mostraban que un trabajador de Loterías y Apuestas cogía del suelo una bola que se había caído y la volvía a introducir en el bombo. Hubo entonces, quien señaló que sus gestos eran muy extraños y que introdujo algo más que la bola.

Se llegó a acusar a los funcionarios de Loterías y Apuestas del Estado de amañar el sorteo e, incluso, hubo una petición popular para uqe se repitiera. Loterías y Apuestas del Estado desmintió el rumor tras aclarar que tanto sus funcionarios como sus familiares directos no pueden comprar décimos del Sorteo de Navidad ni de ningún otro sorteo.

La Ley 13/2011 de Regulación del Juego, en su artículo 6.2, especifica que no tienen permitido participar "los accionistas, propietarios, partícipes o titulares significativos del operador de juego, su personal directivo y empleados directamente involucrados en el desarrollo de los juegos, así como sus cónyuges o personas con las que convivan, ascendientes y descendientes en primer grado, en los juegos que gestionen o exploten aquellos, con independencia de que la participación en los juegos, por parte de cualquiera de los anteriores, se produzca de manera directa o indirecta, a través de terceras personas físicas o jurídicas".

Supersticiones convertidas en tradición

El Sorteo de Navidad siempre ha estado ligado a supersticiones populares con la esperanza de atraer a la Diosa Fortuna. Aunque cada persona tiene sus propias manías, estas son las supersticiones más habituales cada 22 de diciembre:

  • A pesar de que las probabilidades no varían, es habitual que bares, empresas y asociaciones jueguen siempre al mismo número de lotería todos los años.
  • De la misma manera, muchas personas suelen buscar números relacionados con fechas señaladas, habitualmente cumpleaños, aniversarios, el nacimiento de un hijo o la fecha de una boda. Otras fechas suelen ser acontecimientos importantes del año, victorias deportivas, la muerte de un personaje famoso o, incluso, de la muerte de un familiar.
  • La mayoría de la gente a la que no le toca la Lotería de Navidad suele repetir año tras año la popular frase “Lo importante es tener salud”. Por eso, mucha gente considera el 22 de diciembre de cada año como el Día de la Salud.
  • Hay gente que compra Lotería de Navidad en lugares donde ha sucedido una desgracia porque cree que el azar compensará con buena suerte la desgracia ocurrida.
  • Aunque esté asociado a la mala suerte, se dice que pasar un décimo de lotería por el lomo de un gato negro aumenta las posibilidades de ganar. También hay gente que dice que frotar el boleto sobre el vientre de una embarazada o sobre la espalda de un jorobado da buena suerte.
  • Cuando una administración de loterías reparte el Gordo de Navidad, el año siguiente sus ventas aumentan de forma espectacular porque la gente cree que volverá a tocar de nuevo en el mismo sitio y por temor a no haberlo comprado allí su lotería.
  • Otra superstición manda que, cuando hay una gran cola para comprar la lotería, hay que ponerse a la izquierda en los días impares y a la derecha en los días pares.
  • Asimismo, hay personas que afirman que para ganar en la Lotería de Navidad hay que entrar en la administración con el pie izquierdo y asegurarse de que el lotero entregue la lotería con la mano derecha.