Ciencia y tecnología

Científicos detectan la galaxia similar a la Vía Láctea más lejana jamás observada y se topan con un hallazgo inesperado

El telescopio espacial James Webb ha demostrado que las galaxias espirales, como la nuestra, son mucho más antiguas de lo que se pensaba

Imagen recurso de la posible galaxia. / Luca Costantin (CAB (EFE)

Madrid

El telescopio espacial James Webb ha detectado la galaxia espiral similar a la Vía Láctea que está situada más lejos de la Tierra y que, por lo tanto, es mucho más antigua de lo que se creía hasta ahora, según las históricas imágenes que publica la revista Nature. Este descubrimiento revela que ya existían galaxias similares a la Vía Láctea hace 11.700 millones de años, es decir, solo 2.000 millones de años después de la formación del Universo primitivo, algo que, hasta ahora, los astrofísicos creían que no era posible.

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La edad actual del Universo es de alrededor de 13.800 millones de años, y hasta ahora los científicos pensaban que la estructura de las galaxias espirales como nuestra galaxia, la Vía Láctea, no se consolidaba hasta que el Universo tenía la mitad de su edad actual.

“En contra de lo esperado, este descubrimiento revela que ya existían galaxias similares a la Vía Láctea hace 11.700 millones de años”, afirma Luca Costantin, investigador postdoctoral del CSIC en el CAB de Madrid y autor principal del artículo.

En el Universo cercano, la mayoría de las galaxias espirales masivas muestran una estructura alargada en forma de barra en sus regiones centrales, al igual que nuestra propia galaxia.

Por el contrario, según las predicciones de los modelos teóricos, las condiciones físicas y dinámicas del Universo primitivo inhiben o retrasan la formación de barras en las galaxias más jóvenes y distantes.

Revolución cosmológica

Las barras galácticas tienen un papel fundamental en la evolución de las galaxias, ya que favorecen la mezcla de elementos, lo cual es esencial para la formación de estrellas (como el Sol).

“Las galaxias no siempre han sido como las observamos a nuestro alrededor, ya que varían su masa y estructura a lo largo de su vida. Aunque las galaxias barradas similares a la Vía Láctea son comunes en el Universo cercano, hasta ahora creíamos que deberían ser extremadamente raras cuando observamos atrás en el tiempo”, señala Cristina Cabello, investigadora postdoctoral del Instituto de Física de Partículas y del Cosmos de la Universidad Complutense de Madrid (IPARCOS-UCM).

Sin embargo, las extraordinarias capacidades del telescopio espacial James Webb (JWST) están revolucionando la astrofísica, desvelando que el Universo lejano no es exactamente como los científicos esperaban.

“Con el telescopio espacial James Webb tenemos por primera vez la tecnología y la instrumentación necesarias para estudiar en detalle la morfología de galaxias muy lejanas. Investigar cómo las galaxias adquieren la estructura que las caracteriza hoy es esencial para entender la formación y evolución de galaxias”, indica Pablo G. Pérez González, investigador científico del INTA en el CAB de Madrid y profesor en excedencia en la UCM.

Utilizando el JWST, un equipo científico internacional liderado por el CAB y en el que participa la Universidad Complutense de Madrid, ha descubierto una galaxia en el Universo primitivo que ya cuenta con una de las estructuras más características de la Vía Láctea, la conocida como barra galáctica. La galaxia espiral barrada (denominada ceers-2112) se encuentra a un desplazamiento al rojo de 3, es decir, cuando el Universo tenía sólo 2 100 millones de años, lo que desafía el conocimiento previo sobre formación de galaxias.

Javier Gregori

Periodista especializado en ciencia y medio ambiente....