El momento más decisivo y la espinita clavada de los 25 años de carrera de Quique González

Madrid

Quique González no tenía un plan B cuando empezó en la música hace 25 años: "Con la ingenuidad de la juventud se acentúa la inconsciencia y entonces tenía claro que era lo que más me gustaba y y no sé por dónde hubiera tirado, pero seguramente algo relacionado con con la música, no sé, técnico de sonido o periodista musical". Pero todo fue bien. Mejor que bien. Reconoce que la música le ha dado para "mucho más que para sobrevivir" y atesora un gran cantidad de recuerdos que no dan de comer pero sí alimentan.

Una de las personas que fue clave en sus inicios fue Enrique Urquijo, para quien compuso Aunque tú no lo sepas: "Yo coincidía con él en Madrid, en un sitio llamado El Rincón del Arte Nuevo, donde él tocaba de vez en cuando. A las dos o tres semanas estábamos tocando el mismo día juntos y llegó un día que me pidió que escribiera una canción para su segundo disco con Los Problemas. El hecho de escribir esa canción y que llamara la atención de mucha gente, hizo que también la gente prestara atención a mis propias canciones y me diera la posibilidad y la oportunidad de grabar mi primer disco en el 98", recuerda. Solo la cantaron una vez juntos en un programa de televisión. Poco después Enrique murió.

La entrada de Antonio Vega con un deportivo destrozado

Por aquel entonces, tuvo "el privilegio" de asistir a la grabación de Desordenada habitación, la canción que Urquijo grabó con Antonio Vega para ese mismo disco: "Para mí ver a mis dos ídolos fue fue maravilloso. Recuerdo la entrada de Antonio Vega en un coche deportivo destrozado, americano. Me pareció que era la mejor entrada de un artista de toda la historia y la verdad que me guardo recuerdos muy bonitos de aquella época y mucho agradecimiento. Es un recuerdo muy presente cada vez que canto Aunque tú no lo sepas. Es inevitable que me venga la imagen de Enrique delante", cuenta mirando a la mesa, con una timidez que comparte precisamente con sus dos ídolos.

Ha pasado mucho tiempo desde entonces y Quique González celebra sus 25 años de carrera con varias sorpresas. Por un lado, una caja que recopila todos sus trabajos en vinilo y que incluye un último disco de versiones, Copas de Yate. Temas de artistas tan diferentes como Juan Perro, Kiko Veneno, Josele Santiago, Gabinete Caligari o Carlos Cano que el madrileño se ha llevado a su terreno. Canciones que le han acompañado desde hace muchos años a excepción de una: ¿Qué es lo que será?, de Carlos Cano: "La descubrí dos días antes de entrar en el estudio, así, de casualidad, porque me la envió un amigo. Me la saqué por la noche con la guitarra y luego decidimos grabarla". A pesar de no ser su estilo, también ha conseguido llevársela a su terreno: "Yo nunca me he metido demasiado en el mundo de la copla, aunque es un género que que me parece valiosísimo y que está denostado un poco por la historia de la música española. Injustamente, porque hay unas canciones y unas letras espectaculares ahí y nunca me había acercado a ese género. Lo hemos intentado pasar a Carlos Cano por el filtro de Tom Waits y yo creo que le queda bien el traje a esta canción".

Ha grabado el disco en cuatro días y reconoce que se lo ha pasado especialmente bien: "Con mis propias canciones tengo cierta presión y cierta incertidumbre y me cuestiono mis propias canciones, mis propios versos y los temas. Pero con las canciones de otros a los que admiro y que ya significan mucho esas canciones para mí, pues te quitas esa presión porque deja de existir ese cuestionamiento", explica. Le ha gustado tanto la experiencia que le ha añadido un Vol 1 al título del disco. Su intención es repetir con otras canciones.

"La gente de 20 años está en otra estética musical"

También está celebrando ya esos 25 años de carrera en el escenario. Empezó el mes pasado una gira de conciertos que acabará en abril en Madrid. Cada concierto será distinto y sus seguidores podrán saber el repertorio unos días antes. Algunos de ellos no dudan en viajar de un sitio a otro si llega el caso, muchos le siguen desde el principio: "Sinceramente, el grueso del público que viene son gente de mi generación, o diez años mayor o diez años menor, pero sí que me llevo sorpresas viendo gente de 25-30 años que encima compran los vinilos, que para ellos era antediluviano poner un un vinilo en el plato. Pero sí que soy consciente de que la gente de 20 años también están como en otra película y en otra estética musical". González se lo toma con "deportividad". Sabe que "los gustos cambian y salen nuevas propuestas y nuevos estilos" y además cree que "ni los cantautores ni el rock han estado mucho de moda" nunca.

El momento más decisivo

Un aniversario siempre es un momento de hacer balance y los recuerdos se acumulan. González ha teloneado a algunos de sus ídolos como Bob Dylan o Ryan Adams. Decidió romper con una gran discográfica para montar la suya propia, Varsovia!! Records, con la que sigue editando todos sus discos. Guarda muchos hitos de los que sentirse orgulloso pero, si tuviera que quedarse solo con dos momentos de estos 25 años: "Me quedaría, por ejemplo, con el día que me dieron el teléfono de de Carlos Raya, mi maestro, con el que grabé y produjo mis seis primeros discos. Es mi hermano mayor. Pedí un teléfono de un profesor de guitarra acústica y me lo dieron. Y casi el segundo día que fui a dar clases con él, estábamos tocando mis canciones y casi grabando ya la primera maqueta. Yo creo que ese momento para mí fue absolutamente clave. Igual fue el más decisivo", sentencia.

El otro momento que cree que "cambió un poco el curso de las cosas" fue cuando Enrique Urquijo le pidió que escribiera una canción para su para su disco con Los Problemas. Más que momentos, el cantante elige personas.

La espinita

Quique González no se imagina como Dylan en un escenario con 82 años aunque tampoco descarta estar tocando todo lo que le deje la vida. De momento mantiene su ilusión por tocar aunque confiesa que no es "demasiado ambicioso" y no cae en qué sueños le quedan por cumplir pero sí tiene claro uno que ya no podrá hacerse realidad: "La vida ya me ha dado muchas cosas. He tenido mucha suerte al estar tanto tiempo dedicándome a esto y de una forma digna. No me gusta pedir más de lo que tengo pero que tengo la espinita clavada de no haber cantado nunca con Antonio Vega, que era un absoluto ídolo para mí".