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"No hay agua para tanto mango": un estudio denuncia los riesgos de nuestra (insostenible) afición a las frutas tropicales

Según Justicia Alimentaria, producir un kilo de mangos en Málaga requiere 1.800 litros de agua

Cultivo de mangos en Benamocarra (Málaga). / Javier Zayas Photography

Madrid

El Observatorio de Corporaciones Alimentarias (OCA) de Justicia Alimentaria asegura que el consumo de mango se ha triplicado en los últimos cinco años y que, si se mantiene la tendencia, podría superar al aguacate en 2030. Un dato preocupante porque, según el informe No hay agua para tanto mango, el hecho de que la Axarquía malagueña se venda como "el paraíso tropical de Europa" es, en realidad, "una artimaña comercial" tras que se esconde una realidad incómoda: que "la zona padece un estrés hídrico insoportable" y que "el clima mediterráneo está cambiando a desértico".

En esas circunstancias, lo único que sostiene el cultivo de frutas tropicales en Málaga —20.000 hectáreas, con una facturación anual de 160 millones de euros— es "la sustracción ilegal de agua para el riego". Algo que, para los autores del estudio, supone "un acto delictivo" que asciende ya a 10 millones de euros.

Pero Justicia Alimentaria denuncia que el cultivo del mango cuenta con la complicidad del Gobierno y, para ilustrarlo, denuncia que el Ministerio de Consumo y la Junta de Andalucía lleven tiempo ignorando las quejas de los activistas medioambientales o de la comunidad científica. No solo eso: el mango forma ya parte del catálogo de la fruta de temporada recomendada por Consumo en los meses de septiembre, octubre y noviembre, y se está trabajando en la creación de una IGP que contribuiría a aumentar su producción durante todo el año.

Producto estrella del supermercado

"En tiempo récord, el mango de la variedad Osteen, la de mayor representatividad en territorio español, ha pasado de ocupar un mínimo espacio en grandes superficies a verlo anunciado en medios de comunicación y a ganarse un lugar de privilegio en cualquier frutería o supermercado", aseguran.

Mango malagueño.

Mango malagueño. / lapasmile

El trabajo,de todas formas, también se apoya en informes anteriores, como La Axarquía: al borde del colapso hídrico, de GENA-Ecologistas en Acción: "Solo caben dos soluciones: o se paraliza el ritmo de crecimiento actual de la burbuja del mango o se alcanzará el colapso hídrico en esta comarca, y con ello la ruina de aquellos inversores que, espoleteada su codicia ante los buenos resultados mercantiles de los productos subtropicales, emplearon grandes sumas en la adquisición y puesta en funcionamiento de enormes superficies del agro axárquico para este nuevo el dorado".

Pero Justicia Alimentaria no es la primera organización que pone el foco sobre esta cuestión. La Guardia Civil puso en marcha hace unos meses una investigación "por supuestos delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente y de usurpación de aguas públicas para el cultivo de subtropicales en la comarca de la Axarquía" que ha acabado con 26 detenciones y 44 personas investigadas. El nombre de Operación Chaak, por cierto, hace referencia a un dios maya vinculado al agua, a la lluvia y a las buenas cosechas.

Según el informe de Justicia Alimentaria, se estima que 2,2 millones de metros cuadrados de suelo de esta zona "podría estar siendo regado ilegalmente con agua procedente de las Comunidades de Regantes y, lo peor de todo, que se estaba efectuando con el conocimiento de las propias Comunidades de Regantes y de sus responsables".

Un kilo de mango, 1.800 litros de agua

Otro dato determinante aportado por Justicia Alimentaria, basándose en información de la red de huella hídrica global Water Footprint Network es a cuánto asciende el consumo de agua para cultivar un kilo de manzanas (822), de lechuga (237), de tomate (214) y de mango (1.800). Agua que, en el caso de la fruta tropical malagueña, procede del regadío.

El informe también recoge la opinión de Iñaki Hormaza, profesor de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea La Mayora (Málaga): "En otras zonas del mundo pueden tener lluvias más frecuentes, o pueden aguantar varias semanas sin regar porque va a llover enseguida, pero en nuestro clima, entre los meses de abril y mayo hasta octubre, no hay precipitaciones, y son los meses cálidos en los que se produce el desarrollo de la fruta. Por tanto, no podemos cultivar mango si no aplicamos agua durante esos meses de verano. O hacemos una gestión eficaz del agua o no sería un cultivo viable en estas condiciones".

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Justicia Alimentaria concluye su trabajo apelando directamente a los consumidores españoles ("dejar de consumir mango y apostar por alternativas de cultivos frutales adaptados") y al Gobierno ("cortar el acceso a acuíferos y a cualquier tipo de ayuda, promoción, subvención e infraestructura relacionada con el mango").

Pero también se dirige a la empresa líder de la distribución de alimentos en España: "Exigimos a Mercadona que cumpla con sus pautas de conducta ética publicadas en su Memoria Anual del año 2022, alineadas con los principios del Pacto Mundial de las Naciones Unidas y de los Convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y renuncie a la venta de mango producido en España. Más concretamente, 3.300 toneladas de mango anuales de proveedores españoles que no puedan garantizar con un documento oficial de trazabilidad en toda su cadena de producción de cultivos subtropicales ubicados en la Axarquía, una región bajo gran estrés hídrico, sequía prolongada e investigaciones policiales abiertas por el riego ilegal".

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Carlos G. Cano

Periodista de Barcelona especializado en gastronomía...