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"Si sigue así, mi jefe cerrará y nos vamos al paro": los negocios, la otra cara tras las protestas ininterrumpidas en Ferraz

Los restaurantes de la zona son los que más están notando la bajada de los ingresos desde que comenzaron las manifestaciones hace dos semanas

"Si sigue así, mi jefe cerrará y nos vamos al paro": los negocios, la otra cara tras las protestas ininterrumpidas en Ferraz

"Si sigue así, mi jefe cerrará y nos vamos al paro": los negocios, la otra cara tras las protestas ininterrumpidas en Ferraz

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La calle de Ferraz no está muy transitada a esta hora. Es mediodía del 16 de noviembre, hace pocos minutos que Pedro Sánchez acaba de conseguir la mayoría necesaria para ser reelegido presidente del Gobierno. Los pocos vecinos que están sentados en algunas de las terrazas que aún permanecen abiertas comentan lo que acaba de pasar mientras toman el aperitivo. "Ya ha ganado", dice una mujer, a lo que otra le contesta "¿con cuántos votos?". "Todos, menos PP y Vox", le aclara. Es el tema del momento en toda España, pero especialmente lo tienen presente en esta vía madrileña porque su rutina, el ritmo de sus vidas, ha cambiado drásticamente en las dos últimas semanas. Ahora hay decenas de agentes repartidos por todos los rincones y una fila entera de furgones policiales aparcados frente a la sede del PSOE. Es la hora de comer, pero los bares están prácticamente vacíos. Tampoco hay demasiados clientes en otros de los comercios que pueblan la calle. Las protestas les están pasando factura.

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"El cliente tiene miedo a venir", comenta José, camarero del restaurante Elkano. Esta arrocería está a unos 100 metros de la sede socialista y ha notado de lleno el cambio que ha supuesto en sus vidas el inicio de las protestas que llevan sucediéndose de manera ininterrumpida desde hace días. "Ahora mismo son las dos menos veinte de la tarde y lo que tenemos facturado desde las 10 de la mañana son ocho euros. Dos vinitos que hemos vendido", admite. Antes, en un jueves cualquiera, esa cifra, a esa misma hora, solía rondar los 200 euros. Ahora el local está totalmente vacío. "Acostumbrado a dar 25-30 comidas. Estamos dando 6-7". Por la noche directamente están cerrados. Hay cuatro empleados, los que están en el turno nocturno, que llevan 14 días sin trabajar. "Es una ruina lo que tenemos".

No es muy diferente la situación del resto de bares que están en la calle. A la hora de más ajetreo para cualquier sitio de restauración, apenas tienen clientes. Al entrar a Baraka's llama la atención que los únicos que están comiendo son un amplio grupo de agentes. Los mismos que hacen guardia prácticamente todo el día en la sede y por la noche custodian la zona. Ellos se han convertido en su principal clientela en las últimas semanas. Su dueña no puede ni pararse a hablar. "Lo siento, pero es el único momento que voy a facturar en todo el día", dice mientras tira una caña.

"Cerrará el negocio"

A pocos metros, en La Garnacha, la estampa es la misma. La barra también está llena de policías que intentan repartirse en los locales de la zona. Está ubicado en el lado opuesto a la conexión Ferraz con Marqués de Urquijo, que es donde se concentran la mayoría de los manifestantes. Uno de sus trabajadores, Juan, afirma que la semana pasada tuvieron que cerrar todas las noches, esta semana han podido tenerlo abierto. "De momento, nos han dejado trabajar. De momento, a partir de hoy ya veremos". Aun así, contabilizan las pérdidas entre un 25-30%. Además, lamenta que la clientela ha bajado mucho estos días. "Muchos no vienen por miedo, por precaución y otros no salen de casa para evitar problemas mayores". Si esto sigue así mucho más tiempo, admite, acabará repercutiendo en la plantilla y en los horarios.

José, de Elkano, al igual que Juan, se teme lo peor si la situación no cambia. "Mi jefe está pendiente. Si sigue así, cerrará el negocio y nos vamos al paro". Él hacía jornada partida y lleva dos semanas sin trabajar por las tardes. Su sueldo este mes va a ser inferior, al igual que los otros tres compañeros que comparten su horario. Para los cuatro empleados que están en turno de tarde el panorama es aún más desolador. Llevan sin trabajar 14 días por lo que eso repercutirá directamente en su salario. Tampoco descartan tener que reducir la plantilla en El Lagar, otro de los bares de Ferraz.

El perfil del manifestante de Ferraz: &quot;Son hombres jóvenes, sobre todo, que intentan posicionarse en contra de la generación anterior y del sistema&quot;

En el pequeño local trabajan tres empleados. De momento no se plantean esa drástica decisión, pero todo depende de cuánto tiempo más se alarguen las protestas. Manolo, uno de sus camareros, estima que han perdido en estas semanas unos 6.000 euros en ganancias. "Si no hacemos nada, se nota", lamenta. Por las noches, al estar la calle cortada, solo viven de lo que consuman los periodistas que cubren las protestas y la propia policía. "Esperemos que pase pronto esto y a ver si nos ayudan", reclama.

Los bares y restaurantes son los negocios que más lo notan porque suelen cerrar tarde, algunos de ellos incluso estaban abiertos hasta la 1 de la madrugada. Pierden una media de cuatro horas de servicio diario. Sin embargo, no son los únicos comercios afectados. En la calle hay también locales de estética, una óptica, varias tiendas, un par de peluquerías o una copistería. Muchos de ellos no quieren hablar, prefieren guardar silencio y ser prudentes, pero todos comparten algo más en común, la poca afluencia de clientes a pesar de que quedan horas para que comiencen a llegar los manifestantes.

Los bares no son los únicos afectados

Carolina regenta una administración de lotería en Ferraz. Las protestas también le han obligado a alterar sus horarios, aunque no tan radicalmente como ocurre en el caso de los sitios de restauración. Habitualmente cerraba a las 20.30 horas y descansaba un par de horas a mediodía. Lo han cambiado por una jornada continuada por si tienen que bajar la persiana antes de tiempo. Las ganancias también se han resentido. "Al haber menos tráfico, menos coches, la gente suele tener miedo de que le caiga algo por las manifestaciones y tal, y suelen venir más por la mañana, al mediodía, porque por las tardes es cuando se monta el follón".

Subiendo por la calle de Ferraz, casi en su conexión con Marqués de Urquijo y a pocos metros de la administración de Carolina, está el estanco de María —nombre ficticio—. Cuando los agentes colocan las vallas para cortar el acceso, este pequeño quiosco queda justo en la primera fila en el lado de las protestas. Fue ahí donde la exlíder del grupo neonazi Bastión Frontal Isabel Peralta se subió junto a otra persona para hacer el saludo falangista y mostrar la bandera con la cruz de Borgoña. "Parece que por ahora no [hay destrozos], pero nos queda ver la parte de arriba, que no sabemos si ha podido pasar algo porque dos días se subieron varias personas", explica.

Calcula que, en su caso, las pérdidas rondan el 20%. Habitualmente cierra a las 20.30 horas, pero estos días está haciéndolo una hora y media antes. "De 19 a 20.30 es un momento muy importante para el negocio. Hay mucho coche que para a comprar". También nota el descenso de las ventas durante el día. "Hay mucha gente que evita venir para acá. De hecho, hay clientes que me lo han comentado, que se están yendo a otro a comprar". Esta trabajadora, la única del estanco, admite que a nivel anímico están "muy cansados ya del tema". "Hoy va a ser duro. Estoy convencida de que va a ser duro, pero yo no creo que termine hoy", añade.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, cifró el pasado martes en 27.000 euros los daños que se habían registrado en la calle y sus alrededores desde que comenzaron las concentraciones. Algunos elementos del mobiliario urbano, como papeleras, vallas o también artículos de decoración de los locales, han sufrido considerables destrozos. Almeida también aseguraba que desde el Ayuntamiento están "dispuestos a hablar con los comerciantes para ver de qué manera se pueden paliar los perjuicios que se están causando". Mientras los comerciantes y hosteleros esperan una respuesta, una noche más de manifestaciones se cierne sobre Ferraz.

Minerva Marcos López

Minerva Marcos López

Periodista en la sección digital de la SER. Antes en Radio Madrid, el programa 'Hoy por Hoy' y en la...

 
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