Siete películas que resumen el legado de Concha Velasco: toda una vida de amor al cine
Concha Velasco tuvo claro desde niña que lo suyo era "ser artista"
La actriz Concha Velasco junto al actor Antonio Ozores durante una secuencia de la película "En la red de mi canción" grabada en 1971. / EFE
La actriz vallisoletana, Concha Velasco, ha fallecido la madrugada de este sábado a la edad de 84 años tras ser ingresada por su delicado estado de salud. La artista residía desde hacía meses en un centro de mayores de Las Rozas de Madrid debido a su progresivo deterioro, propio de su edad, con problemas de movilidad y artrosis. Una muerte que, sin embargo, ha llegado de forma inesperada para sus hijos, Manuel y Paco Martínez Velasco, que hace sólo unos días celebraban el cumpleaños de la artista.
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Desde que filmase su primera película con tan solo 15 años, La reina mora, hasta que abandonase los escenarios en septiembre de 2021, la intérprete española disfrutó de una dilatada carrera tanto en la gran pantalla como en los teatro, recorrido que fue reconocido por la Academia de Cine en 2012 entregándole el Goya de Honor. Repasamos algunas de las mejores películas de la veterana actriz, que le han visto interpretar muchos papeles fuertes a lo largo de su trayectoria.
La reina mora (1955)
Velasco debutó como actriz a la temprana edad de 15 años en La reina mora, una comedia musical basada en la zarzuela homónima escrita por Serafín Álvarez Quintero y Joaquín Álvarez Quintero. En esta producción, dirigida por Raúl Alfonso y protagonizada por Antoñita Moreno, Pepe Marchena y Miguel Ligero, Velasco interpreta a una bailaora.
Las chicas de la Cruz Roja (1958)
Su primer papel importante fue el de Paloma en Las chicas de la Cruz Roja, un largometraje dirigido por Rafael J. Salvia en el que cuatro amigas de diferente estrato social y con circunstancias muy diferentes se unen para recorrer Madrid con una hucha y recoger donativos con motivo del 'día de la banderita'. Para Velasco, su papel de coprotagonista junto a Tony Leblanc supuso la consagración de su carrera.
La verbena de La Paloma (1963)
Otra de las películas que marcaron la etapa de éxito juvenil de Concha Velasco fue La verbena de La Paloma, primera adaptación en color del sainete lírico con el mismo nombre creado por Ricardo de la Vega en 1894. Este musical narra los líos amorosos de Susana y Casta, dos jóvenes madrileñas que acuden a la Verbena de la Paloma decididas a acompañar a un viejo admirador.
El vikingo (1972)
Dirigida por Pedro Lazaga, tiene como grandes protagonistas a José Luis López Vázquez y Concha Velasco. Un hombre cansado del matrimonio consigue el éxito en su empresa. Lo que desconoce es que tantas buenas noticias se deben a las relaciones de su esposa con algunos de los directivos. Cuando ambos toman la decisión de separarse, la idea de abandonar su hogar hace que la pareja evoque las ilusiones pasadas.
La colmena (1982)
La obra de Camilo José Cela llevada a la gran pantalla de la mano de Mario Camus. Con esta novela, podemos conocer la vida cotidiana del Madrid de la posguerra, siendo la obra que le dio al escritor el Premio Nobel de Literatura. Además de Concha Velasco, el filme incluye grandes nombres españoles en su reparto como Imanol Arias, Victoria Abril y Antonio Resines.
El oro de Moscú (2003)
Concha Velasco fue Pastora Bernal en El oro de Moscú, la primera película de Jesús Bonilla como director. Estrenada en 2003, cuenta la historia de dos amigos que, a cuenta de su mala suerte, deciden poner rumbo en busca del mítico oro republicano que nunca llegó a Moscú. Inician una aventura roambulesca en la que tendrá que recurrir a la ayuda de otras personas para descubrir el paradero del dinero.
Rabia (2010)
La actriz vallisoletana regresó al cine con Rabia junto a otros rostros conocidos de los últimos tiempos como Yon González. Esta película de Sebastián Cordero cuenta la historia de dos inmigrantes sudamericanos que llegan a España para trabajar son pareja desde hace poco tiempo. Él es albañil y ella trabaja como empleada doméstica interna en una mansión. El carácter violento de José lo lleva a un enfrentamiento con su capataz, que culmina con la muerte accidental de este. José María se refugia en la mansión donde trabaja Rosa sin decírselo a nadie, ni siquiera a ella.
