"Todo lo que nos rodea fomenta la obesidad": la reflexión de la presidenta de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad
Alrededor de 2.000 millones de personas en el mundo tienen exceso de peso, según la OMS
"La obesidad no es una enfermedad moral"
Madrid
Según la OMS, alrededor de 2.000 millones de personas en el mundo tienen exceso de peso. En España es el 55,6% de los adultos y un tercio de los niños, según los datos de un estudio del Instituto de Salud Carlos III y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria. Concretamente el 33,7% de los niños y el 26% de las niñas sufren exceso de peso. Y, de esos, más del 13% de los chicos y el 8% de las chicas sufren obesidad.
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A María del Mar Malagón, catedrática de biología en la Universidad de Córdoba y presidenta de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, los datos no le sorprendieron. De hecho, le parece que posiblemente se queden cortos, puesto que se derivan de encuestas autorreferidas, a través de llamadas telefónicas y estimaciones. Y en muchos casos hay una estimación a la baja de la obesidad. En adultos en realidad estamos por encima del 60% en exceso de peso.
¿Y por qué son tan altos estos datos y no hacemos nada al respecto? "Vivimos en un ambiente obesogénico, el acceso a la comida es más fácil y además una comida muy densa en energía, que es más barata". A eso podemos sumar el sedentarismo. "Todo lo que nos rodea fomenta la obesidad". Que no es lo mismo que comer mal. "Es cierto que comer mal se asocia con un exceso de peso, pero la obesidad es un ente clínico no solo asociado a comer mal o comer más".
Como apunta Nuño Domínguez, hay un componente educativo y económico, además de una brecha norte-sur en el problema de la obesidad. "Hay varias enfermedades que se definen por el código postal", explica la dra. Malagón. "Es más fácil acceder a comida barata, y esa es más densa y engorda más. Y comer saludable siempre lo asociamos a mayor precio. Es verdad que hemos perdido la cultura de la cocina mediterránea. Si modificamos nuestros hábitos de vida hacia más ejercicio físico y productos de cercanía y de temporada se aliviaría bastante el asunto de la obesidad. Pero no tenemos esas facilidades. Y ahí enlaza la cultura, la educación y el gradiente económico en el eje norte-sur".
"Los estereotipos provocan rechazo"
¿Y qué pasa con la voluntad? Porque el estereotipo que persigue a las personas con obesidad es que son personas que se dan a la holganza y a la glotonería, y que no tienen fuerza de voluntad. "Si hablamos de ambientes obesogénicos... mantener una dieta durante toda la vida es muy difícil. Pero además hay una cuestión genética que tiene que ver con la ingesta. Hoy en día tenemos mucha información a nivel de lo que pasa en nuestro cerebro, que hace que las alarmas que tenemos perfectamente programadas en el cerebro para comer lo que necesitamos se "desprogramen". Y eso provoca que comamos más, de una manera que no tiene que ver con la voluntad, y también que gastemos menos [energía]. Es decir, "nos aprovecha más". "El resumen es que se coge más peso, y más grasa".
A Jaime García Cantero le interesa conocer más sobre la relación entre las pantallas y la obesidad, porque no solo influyen en que niños y adolescentes se muevan menos, sino también en que se pasan el día consumiendo modelos de cuerpos normativos en los que no encajan. "Esos estereotipos provocan el rechazo de uno mismo y la culpabilidad. Y esa es una clave muy importante, porque la persona se hace responsable de su propio exceso de peso, y hay razones genéticas, epigenéticas, sociales, ambientales que están provocando que se produzca ese aumento de peso".
Pero hay que matizar entre el exceso de peso y la enfermedad de la obesidad. "El tejido adiposo es el causante de todos nuestros males. Cuando hay una acumulación excesiva o anormal -porque hay personas que no tienen tanto peso global ni obesidad clínica, pero desarrollan esta enfermedad".
¿Pero cuándo el exceso de peso se vuelve preocupante? "Estamos intentando ir más allá del peso, porque lo que se tiene que alcanzar es el peso saludable de una persona que tiene hábitos saludables. Con unos parámetros clínicos que acompañen a ese peso y que sean adecuados. Hay personas que tienen un peso 'normal', que se mide en lo que se llama el Índice de Masa Corporal, y lo que tienen es un exceso de grasa acumulada en la zona visceral. Y eso supone un aumento de riesgo para desarrollar otras enfermedades".
"Es una voz de alarma"
No es que el IMC no sirva para nada, es "para un cribado", para clasificar entre peso normal, exceso de peso, obesidad, obesidad severa... "pero hay que ir más allá y ver la composición corporal: dónde está el tejido adiposo, si funciona y si se deposita en otros sitios. Porque el problema de ganar peso o de tener tejido adiposo es que deje de funcionar. Y es un tejido maravilloso, porque nos sirve para tener energía cuando no comemos. Pero cuando no se almacena bien ahí porque se 'estropea', digamos, se acumula en el hígado, en el músculo, en el sistema cardiovascular... Y esto provoca todas las enfermedades que se asocian al sobrepeso y la obesidad". Entre estas enfermedades estarían la diabetes, la hipertensión o algunos tipos de cáncer.
¿Hay casos en los que cierto sobrepeso puede no ser tan perjudicial? "En cualquier caso, es una voz de alarma", advierte la doctora Malagón. "Es el camino de la obesidad. En las mujeres, por ejemplo, hay un aumento de peso en la menopausia, pero es un aumento de peso que también se asocia a una mayor prevalencia de enfermedades cardiovasculares. No hay que tomarlo a la ligera. Hay que diagnosticar dónde está esa grasa y cómo es el estado general de la persona. Lo que pasa es que normalmente las personas que tienen sobrepeso no van al médico. No se tratan de eso. Solo van al médico las personas con las enfermedades asociadas a ese sobrepeso. Porque desarrollan diabetes, o tienen hipertensión.".
Es un problema que el sobrepeso no se considere una enfermedad en nuestro país, debería haber más formación a nivel clínico. Además de difundir entre la sociedad que el exceso de peso y la obesidad son enfermedades que no son culpa de quien las padece. "No es una enfermedad moral, sino una dolencia que, como todas las demás, debe ser tratada".
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Eva Cruz
Redactora en el magazine de 'Hoy por Hoy' desde...