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De empezar el colegio más tarde a ir el primer día a una fiesta: todo lo que España debe aprender de Estonia para mejorar su sistema educativo

El país se ha convertido en la nueva referencia educativa europea tras sus buenos datos en el último informe PISA

Un profesor durante una clase con alumnos menores de edad / Antenna

Madrid

Estonia es definitivamente la nueva Finlandia. Los resultados del último informe PISA la consolidan como el país con el mejor sistema educativo de Europa y nueva referencia, junto a Irlanda, del continente. Nos hemos preguntado qué hace bien Estonia en comparación con España, que nos diferencia y que podemos aprender de ellos.

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La primera diferencia es que en Estonia la educación obligatoria empieza más tarde que en España: "La edad de inicio de la escolarización obligatoria es a los 7 años cumplido. En España es en el año que cumplen los seis años. Por lo tanto la diferencia puede ser entre un año hasta año y medio en la edad que empiezan la etapa obligatoria", nos explica Daniel Gabaldón que el sociólogo de la educación en la Universidad de Valencia y que ahora vive en la capital estonia, en Tallin. El inicio en la enseñanza además es flexible: "Si consideran que los niños no están preparados para ir al colegio pueden retrasar el acceso un año".

Es decir,  es la escuela la que se adapta a los niños y no al revés. Una filosofía que se mantiene durante toda la educación y facilita mucho el aprendizaje. "Es como aprender a ir en bici, una cosa así. Si lo haces cuando estás capacitado, cuando tienes tú las ganas de hacerlo y cuando estás en tu momento, aprender la bici te cuesta un chasquido".  El horario también es distinto y , para este experto en tiempos escolares, otro reflejo de cómo se respetan mejor los ritmos de niños y adolescentes: los alumnos de secundaria entran a las 9, las 10 en España, muy cerca de lo que se considera el momento óptimo para su rendimiento.

Profesores y alumnos  tienen además menos horas lectivas que en España, un 25% menos, un currículo menos extenso, más autonomía para diseñarlo y más descansos. "El ritmo es más sosegado. No tienen tantas horas de clase y parece que tanto los profesores como los alumnos están más centrados en lo que es importante aprender y no tanto en llenar contenidos , acabar temarios y seguir libros interminables como hacemos en España", nos dice Gabaldón.

Estonia también invierte más en educación, alrededor del 6% del PIB, frente a casi el 5% de España. Recursos que permiten por ejemplo que todos los alumnos tengan una comida gratuita al día en la escuela. Las familias también gastan más,  un 50% más que las españolas, en libros o en todo lo relacionado con la lectura y socialmente se da muchísima importancia a la educación.

El primer día de colegio se vive como una fiesta: "El 1 de septiembre los niños van con flores al colegio, se hacen unos actos especialmente para los que empiezan y los que entran en su último año, en el que los veteranos van a ser los mentores de los de primero. Las familias van todas engalanadas al colegio y se hace una ceremonia. Es un día muy señalado. casi como en España la primera comunión: es un día de ir elegante, de ir con flores y de celebrar".

En la parte negativa: no encuentran profesores, un problema que preocupa mucho al Gobierno,  y su salario, al menos al principio, es más bajo que en España.

 
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