Fuego y chinchetas
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Joe Talbot (Idles): "Me preocupa que los fascistas usen el miedo para apoderarse de las clases trabajadoras"

El quinto disco de la banda británica explorará el punk amoroso con la ayuda del productor de Radiohead

Idles y el punk amoroso

Madrid

Idles se ha convertido en la banda de punk-rock más importante del momento. Sus letras son himnos antifascistas y su mezcla de guitarras con melodías pop ha conquistado a millones de personas en todo el mundo. Por eso hay tanta expectación con su quinto disco, que se llamará TANGK, saldrá el 16 febrero y ha sido coproducido Nigel Godrich, conocido por su trabajo con Radiohead. Su mano, de hecho, ya se nota en la reconfortante —y thomyorkianaGrace, su segundo adelanto.

La banda británica también ha ofrecido algunos detalles más, como que el nombre del álbum —que debe pronunciarse como tank— es un guiño onomatopéyico a cómo se imaginaban que sonarían sus guitarras. Aseguran, además, que su quinto trabajo es "el más ambicioso y sorprendente" que han hecho hasta ahora, entre otras cosas, porque después de burlarse del mundo, de denunciar muchas injusticias y de ventilar traumas personales (la adicción a las drogas tuvo mucho peso en Crawler), ahora han optado por exaltar todo lo bueno que hay en el mundo.

En una entrevista concedida a Fuego y Chinchetas poco antes de su actuación en el festival Cala Mijas, de hecho, el vocalista de la banda, Joe Talbot, dejó muy claro cuál iba a ser el tema vertebral de su inminente nuevo disco: "Necesito amor, tengo amor y creo que el amor es lo más importante que tenemos como artistas. También creo que la gente, en este momento, en mi país y en el vuestro, necesita unirse. ¡Y no estoy hablando de política! Pero creo que la gente, después de un periodo muy duro de tres o cuatro años, se ha dado cuenta de que tenemos que ver nuestras diferencias como una oportunidad para aprender y no para enfrentarnos".

No son los Teletubbies

"Podemos usar nuestra música como un puente para hacer que la gente se sienta parte del universo", añadía. "Ese es el motivo por el que empezamos a tocar. Nos gusta unir a la gente y hacer sentir la magia de la música en directo. Eso es lo que tenemos y lo que siempre hemos sido".

Mark Bowen y Joe Talbot (Idles), en el Festival Cala Mijas.

Mark Bowen y Joe Talbot (Idles), en el Festival Cala Mijas.

Todo ese amor contenido se percibe, a su manera, en el videoclip de Dancer, una maravillosa canción (primer adelanto del disco) en la que colabora James Murphy (LCD Soundsystem) y con la que nos invitan a bailar.

Pero Idles, por mucho que se pongan un impecable traje blanco —o un vestido rosa, como el que Mark Bowen llevó a los Grammy—, no son los Teletubbies. Joe Talbot, de hecho, tiene más bien pinta de minero sindicalista cabreado, así que su himno discotequero tenía que sonar así: divertido, catártico y contagioso, pero también sucio, industrial y oscurete.

"Una maldita herramienta"

El primer verso de Dancer es un tanto desconcertante: "Hold the phone, hip to hip, cheek to cheek (sostén el teléfono, cadera con cadera, mejilla con mejilla". Pero al preguntarle por el papel de los móviles —¿ayuda o lastre?— en nuestra sociedad, Talbot no vaciló ni un instante: "Si eres creativo y te dan una herramienta, la usas para crear. Si no, se convierte en un ancla y te arrastra hacia abajo. Pero si educamos a nuestros hijos, usarán los dispositivos para construir comunidad y ser creativos. ¡No debemos tenerle miedo a una maldita herramienta! ¡La hemos creado nosotros! No nos vamos a dejarnos vencer por los teléfonos. La gente, además, siempre va a necesitar a la gente".

Lee Kiernan, Adam Devonshire, Joe Talbot, Mark Bowen y Jon Beavis, de Idles, en la ceremonia de los Grammy celebrada en Los Ángeles en febrero.

Lee Kiernan, Adam Devonshire, Joe Talbot, Mark Bowen y Jon Beavis, de Idles, en la ceremonia de los Grammy celebrada en Los Ángeles en febrero. / Matt Winkelmeyer

Talbot se transforma en una bestia sobre el escenario, pero ante el micrófono de la Cadena SER no solo hizo gala de una exquisita amabilidad, sino que dio muestras de su facilidad para hilar la vida con la política: "No me preocupa el futuro de los niños con la tecnología. Lo que me preocupa es que nuestros hijos crezcan con miedo y que los fascistas lo usen para apoderarse de las clases trabajadoras. Eso y el medio ambiente, ¡claro! Pero el móvil es una hermosa manera de conectarte con otros seres humanos y tú decides cuándo soltarlo. ¡Nadie más!".

Al hablarle del caso Rubiales, por ejemplo, dispara con bala: "Mi opinión sobre la falta de consentimiento es bastante obvia, ¿no crees? Pero bueno, para que quede claro: consentimiento, consentimiento... ¡o que te jodan!".

Contra el racismo y la xenofobia

Otra de las canciones más explícitas (y coreadas) del repertorio de Idles es la que le dedicaron a su amigo ucraniano Danny Nedelko: "Es un reconocimiento a los inmigrantes que construyeron nuestro país y que lo han convertido en un lugar hermoso. Pero no va contra la gente con falta de empatía o con miedo, ni contra la xenofobia, el maldito racismo o el fascismo que lo acompaña. Solo es una pequeña canción de tres minutos sobre mi amigo Danny, sobre su forma de ser, su energía y su brillante banda Heavy Lungs. Tuve que hacerla porque le quiero mucho y porque es un ejemplo brillante de ser humano. Eso es lo que es: una celebración de los seres humanos".

Si Idles hubiesen nacido en Madrid o en el Alicante, sonarían como Biznaga o como Futuro Terror. Pero son de (la musicalmente inagotable) Bristol, como Moloko, Morcheeba, Portishead, Katy J. Pearson... ¡o Banksy! "Sí, le conozco. Pero la gracia es no decir quién es", dice con sonrisa misteriosa.

"Bristol tiene una larga historia de inmigración y esclavitud. Antes de la Segunda Guerra Mundial llegaron muchos indios, afrocaribeños o polacos., y en los últimos 15 años, también muchos españoles. Entre todos han convertido la ciudad en un lugar mucho más hermoso, y toda esa variedad cultural ha dado pie a una explosión de ideas. En Bristol se respira fiesta, celebración".

Idles desató la locura en el festival Cala Mijas 2023.

Idles desató la locura en el festival Cala Mijas 2023. / ÓSCAR L. TEJEDA

Contra lo que no puede luchar nadie, tampoco una estrella del rock, es el paso del tiempo. Y claro, por mucho que le cantes al amor, no es lo mismo ser un estrella del punk con 20 años que con 40. ¿Al frontman de Idles le da miedo envejecer?

"¡No, joder! ¡Es bonito!", responde con entusiasmo. "Hacerse mayor es algo hermoso cuando haces lo que te gusta. Si tuviese una vida en la que nada se mueve, una vida en la que no puedo aprender cosas nuevas, ni oler o probar alimentos distintos o escuchar música nueva, en ese caso, me preocuparía envejecer. Pero mis días son plenos y mis semanas también porque estoy rodeado de cosas jodidamente bonitas y porque trabajo duro. ¡Es magia! Doy gracias cada día por estar viviendo así".

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Carlos G. Cano

Periodista de Barcelona especializado en gastronomía...