"Ábreme la puerta": la historia de una madre de tres hijos que no tenía trabajo fijo cuando le tocó el Gordo en el pueblo con más suerte de España
Otilia y Antonio todavía no se creen lo que pasó hace un año. Además de hacer feliz a mucha gente vendido el Gordo, ellos también se quedaron con un décimo de pura casualidad
Madrid
Otilia había pasado mala noche y estaba volviendo del médico con su hija cuando le llamó su marido: "Él estaba en la administración trabajando cuando le llamaron de Televisión Española diciendo que habíamos dado el Gordo. No le había dado ni tiempo a él de comprobarlo. Cuando llegamos a la administración ya estaba la gente allí celebrando muy contenta". La suya fue una de las dos administraciones de Galicia que vendieron el Gordo de la Lotería de Navidad del año pasado. Repartieron 450 décimos del 05490, 180 millones de euros que, en su mayoría, se quedaron en A Fonsagrada, un pueblo de Lugo de poco más de 3.000 habitantes.
Mar fue una de esas vecinas que salió de casa a celebrarlo en cuando se dio cuenta de que le había tocado: "Fue el mejor día de mi vida", recuerda ahora. A Otilia se le acumulan los recuerdos de ese 22 de diciembre: "Una chica que tiene tres niños y no tenía trabajo fijo, vino aquel día por la tarde y me dijo "ábreme la puerta que te tengo que dar un abrazo". También en verano vino toda esta gente que esta fuera y que son de por aquí. Recuerdo un chico de Bilbao que se llevó once décimos para compañeros de la oficina y una chica joven que es de Gijón, que tiene dos niñas pequeñas, y que justo estaba mirando para comprarse un piso y me dijo, ahora sí que me compré un piso capricho".
Reportaje EP103 | Los ganadores del Gordo, un año después
05:13
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En el pueblo no se ven grandes ostentaciones: "Hay gente que compró pisos, que compró coches, están reformando las viviendas y el que tiene hijos les está ayudando, como hacemos todos", cuenta Otilia. Considera que con un décimo lo que toca "no es una burrada pero te da un alivio muy grande".
Un detalle de última hora que lo cambió todo
Además de vender el Gordo, Otilia y Antonio se habían quedado con un décimo de ese número de pura casualidad: "Mi hija me dijo que no teníamos cero y yo dije, pues este es el año que naciste tú, vamos a coger este 90, que si no, no lo hubiera cogido". No se han dado ningún capricho, ni siquiera han cerrado la administración este año para irse de vacaciones. "Hay que cambiar coche pero hay que ir Lugo y escogerlo y no hemos ido todavía. Además, mi hija se había comprado un piso el verano anterior y le hemos ayudado un poco", explica, sin que se le ocurra ningún gasto más que alguna invitación a amigos que todavía está pendiente.
Los que rechazaron el número
El 05490 no era un número atractivo para mucha gente y Otilia recuerda que, más de una vez, con el décimo ya cortado, los clientes le decían "dame un número más alto". Incluso aquel chico de Bilbao que llevó once décimos tuvo que aguantar alguna queja de sus compañeros por la elección. "Ese número lo llevó mucha gente de la que no escoge número", cuenta Otilia. Hoy luce en las paredes de su administración: "Cuando lo ves ahí, en el cuadro, dices "pues es bonito, sí".
Este año la administración de Otilia no da abasto para la demanda que están teniendo: "Hemos hecho 7 u 8 pedidos más de los que acostumbramos a pedir. Ya me quedan muy pocos décimos. Recibimos el último pedido la semana pasada y ya no vamos a pedir más. Ya hasta donde lleguemos".
Elisa Muñoz
Periodista en Cadena SER desde 2008. Primero en programas como 'La Ventana', 'Hoy por Hoy Madrid' o...