El miedo y la imprudencia

Madrid

Dentro de una hora vamos a tener como regalo de Reyes una edición especial de la Unidad de Vigilancia Lingüística… así que aprovecho para proponer, al abrir 'La Ventana', dos refranes. primero: "A toro pasado, todos somos Manolete". Segundo: "El hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra". Yo creo que se entienden muy bien, ¿verdad? El primero es un dardo a los profetas del pasado, a los del “yo ya lo dije”, pero a posteriori. Y el segundo refrán es un homenaje a la tozudez, a la torpeza...y en este caso también a la cobardía que nos distingue a veces como seres humanos. Me explico...y empiezo por este segundo, por lo de tropezar dos veces en la misma piedra. Vamos a ver, ¿cuántas cosas aprendimos, o debimos aprender, de la dolorosa experiencia del Covid? de una pandemia que puso nuestro mundo patas arriba. Una de esas cosas, creo... tendría que ser la prudencia, ¿no?. O sea, más vale prevenir que curar. Bien. ¿cuántos días, sino semanas, hace que los médicos, el personal sanitario, los inmunólogos, los que saben de qué va esto de la salud pública, cuánto hace que vienen advirtiendo de que los casos, sobre todo de gripe, pero también de Covid y otros virus respiratorios, pueden saturar, o por lo menos poner en apuros, al sistema sanitario?

¿Y qué han recomendado de manera insistente? Lo obvio: el uso de mascarillas. Al menos en los hospitales, al menos en el transporte público, al menos en las grandes aglomeraciones, ojo con las reuniones sociales, familiares...si alguien tiene síntomas, cuidado. ¿Alguien les ha hecho caso? Pues no, ni por arriba, o sea autoridades, las que tienen potestad de dictar las normas; ni por abajo, porque la práctica general y más extendida entre los ciudadanos ha sido pasar olímpicamente. Y hoy, hoy sí, ¿eh?, ahora que ya terminan las fiestas, al menos tres comunidades, Catalunya y Valencia, ya ordenan el uso obligatorio de mascarillas en centros sanitarios, el lunes el Ministerio de Sanidad va a proponer esa misma medida para todo el país... pero, no nos engañemos; al menos yo lo veo así: no ha habido coraje político para dar órdenes contundentes antes o durante las navidades. Y no lo ha habido porque, seguramente, han temído una reacción social adversa. Han temido al español cabreado. Con lo cual, no sé si los que mandan son unos flojos que nos infantilizan; o los niños consentidos somos los demás. Que, hablando de niños, espérate con la vuelta al cole. Sea como sea, para lo que queda de mes de Enero ya podemos prepararnos a seguir viendo aperturas de telediarios con hospitales llenos, usuarios cabreados y personal sanitario.... estos pobres son los que más lo sufren… personal sanitario sacando el bofe para atender a los pacientes. Así que no, no creo que hayamos aprendido mucho. Y hoy tenemos todo el derecho a sentirnos Manolete porque el toro ya ha pasado. Ahora, a ver hasta dónde llega.