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Mucho más que tomate y lechuga: cómo conseguir que las dietas de enero no terminen en febrero

La periodista María Marín y la nutricionista María Pérez-Fadón han publicado 'Mucho más que un libro de recetas', un libro en el que nos ofrecen las claves para mantener un estilo de vida saludable de forma permanente

Reportaje | Cómo conseguir que las dietas de enero no terminen en febrero

El mes de enero es el mes por excelencia para cambiar de hábitos y empezar a comer de forma saludable. Pero, aunque parezca mentira, un 40 por ciento abandona ese propósito cuando llega febrero. La periodista María Marín y la nutricionista María Pérez-Fadón se han propuesto que eso deje de ocurrir y han escrito juntas 'Mucho más que un libro de recetas'. Un libro en el que nos ofrecen las claves para mantener un estilo de vida saludable de forma permanente.

El punto de partida, explica María Marín, está en la naturalidad y la flexibilidad. "Hay que entender cuáles son los hábitos del día a día, qué alimentos tienen que formar parte de nuestra alimentación diaria y semanal. Y saber, también, que luego puede haber excepciones y que no pasa nada si tomamos otro tipo de alimento", explica.

Lo "fundamental" es inculcarlo desde pequeños porque todo lo que aprendan entonces será algo que "adquieran" para su vida adulta. Lo que comemos durante nuestros primeros años de vida es "decisivo", dice María Pérez Fadón. Tanto que puede ser la diferencia entre tener una vejez con achaques, medicación, hospitalizaciones, a no tenerla.

La importancia del entorno

Con su libro, Marín y Pérez-Fadón buscan concienciar, ayudar a la gente. Poner la información al alcance de los lectores para "que vean qué cosas tienen sentido en la alimentación y cuáles no". Y, al mismo tiempo, desmentir muchos de los mitos que, sin saberlo, compartimos cada día. "Esto es como la típica bola de nieve que se va deslizando por la montaña y cada vez se hace más grande, porque un mito empieza de una manera y cada uno le va poniendo su puntito", recuerda la nutricionista.

Portada del libro 'Mucho más que un libro de recetas' (Oberon).

Portada del libro 'Mucho más que un libro de recetas' (Oberon).

Hablan de mitos como que la fruta tiene mucho azúcar y que por eso no puede comerse por la noche, o que los productos integrales son solo para quienes quieren adelgazar. "Queremos desmontar esos mitos explicando de forma didáctica, clara, para que la gente lo entienda", señala Marín.

Aunque, en realidad, una de las mayores barreras para cambiar de hábitos está realmente en nuestro entorno. "Nos damos todo el día de bruces contra una realidad que nos hace sentirnos bichos raros por pretender que nuestros hijos almuercen una manzana en vez de una pieza de bollería industrial", dice Pérez-Fadón.

"Comer sano es comer variado"

A eso se suman otro tipo de situaciones como el estrés. Preferimos, por ejemplo, una pizza precocinada a un plato de verdura porque pensamos que vamos a tardar más en prepararlo. Pero no es así. "Tenemos muchas cosas en nuestra contra", admite. Muchas veces el clic, el cambio de estilo de vida llega tras una patología. "Aparece una patología digestiva, una sintomatología que tiene que ver con nuestro sistema digestivo y, entonces, entre el malestar y el susto, las personas empiezan a querer preocuparse más por su alimentación", cuenta la nutricionista. Descubren entonces los beneficios de mantener una dieta saludable y entienden que tenemos que dejar de hablar de dietas para empezar a hablar de salud y de hábitos.

Además, ambas insisten en que debemos romper con la idea de que comer sano es comer siempre lo mismo. "Estamos equivocados y pensamos que comer sano es un plato de lechuga y un trozo de tomate", dice la periodista. Comer sano es comer variado, comer todo tipo de alimentos. Y si hay algo que no queremos comer, no hay que prohibirlo, sino que simplemente no hay que comprarlo. "Sobre todo con los niños. El concepto es no prohibir, no tener esos alimentos en casa para que no formen parte de nuestra alimentación", explica.

Las redes sociales están ayudando a cambiar la mentalidad de muchos, están ayudando a sentar las bases. Pero hay que tener cuidado con lo que vemos o leemos. "Tenemos acceso a muchísima información y ya no sabemos de cuál fiarnos. Esto es un problema", señala Pérez-Fadón. Ante eso, insisten, es importante educar a la gente para que sepa a qué fuentes puede acudir. Una educación que pasa "necesariamente" para las aulas. Una lucha difícil, dicen, pero que no es imposible.

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Graduada en Periodismo por la Universidad de...