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La ponzoña bursátil de Gotham y el caso Grifols en la que mucha gente gana mucho dinero

Nuño Domínguez y Jaime García Cantero explican quiénes son Gotham City Research y lo que tienen contra la multinacional farmacéutica catalana Grifols

Lo de los Pellets y lo de Grifols

Un fondo bajista que se llama Gotham City, como la ciudad del cómic, hace sospechar a cualquiera sobre su seriedad y sus intenciones. El martes pasado hizo perder un 26% de su valor en bolsa a la histórica farmacéutica catalana Grifols, que a fecha de hoy se ha recuperado en parte y anuncia acciones legales contra el fondo. Jaime García Cantero conoce bien a Gotham City: "Daniel Yu, el fundador de este fondo, juega mucho con la imagen del superhéroe que lucha contra las grandes corporaciones y contra el fraude. Él es un norteamericano de origen chino que ha estudiado en el MIT, que es matemático, un señor preparadísimo y muy inteligente que, según cuenta, perdió mucho dinero por estafas en bolsa y ha decidido dedicar su vida a luchar contra los fraudes bursátiles."

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Pero lo cierto es que no sabemos prácticamente nada del fondo: ni cuánta gente trabaja en él, ni cuánto factura, ni lo que hace exactamente. "Solo sabemos que doce veces en la historia ha descubierto casos en los que había fraude. Y de ellos ha habido 9 en los que las empresas analizadas han tenido que cerrar". En todas había prácticas dudosas, aunque tal vez no al extremo al que Gotham dice. "Yo creo que hay que separar las malas prácticas que descubren de la valoración que hacen de ellas". En este caso desvela cosas preocupantes de la gestión de Grifols, pero de ahí a valorar sus acciones en cero hay un trecho muy largo.

Jaime García Cantero les tiene tomada la medida desde el caso Gowex, que ocurrió en 2014. Entonces se hundió a la operadora española de wifi (que había llegado a valer 1.400 millones de euros) y su fundador, Jenaro García sigue, 10 años después, a la espera de juicio (y jugando -sorpresa, sorpresa- con criptomonedas). En este caso, las prácticas fraudulentas de las que Gotham acusó a Gowex, fueron en efecto tan graves como para hundir la empresa. El problema de Gotham es que es una firma de análisis pero además es un fondo bajista, que se beneficia cuando se producen bajadas en bolsa -provocadas por su propia operación de desprestigio. Juegan a apostar que las acciones van a caer, y encima preparan informes que inducen a creerlo. Esta labor es completamente legal, pero de dudosa ética.

Grifols, en el ojo del huracán

Como ha señalado Jaime, es importante entender cómo funciona esto: lo más habitual es pedir las acciones prestadas y venderlas. Para devolverlas, esperan a que caigan. La ventaja fundamental de hacerlo así es que no anticipan nada de dinero, de forma que el apalancamiento es brutal, porque la barrera de entrada es bajísima, solo es que alguien te preste acciones (y algo gana con prestártelas). Esas operaciones a corto pueden suponer enormes beneficios a muy corto plazo. De hecho, a Gotham ya no le interesa que Grifols quiebre, porque ellos ya han ganado.

"Lo preocupante de todo esto es cómo pone de manifiesto cómo funcionan los mercados. Tanto que hablamos del bitcoin y de las cripto y de las burbujas... Pensemos que ayer las acciones de Grifols subieron casi un 20%. Imaginemos los que compraron en un momento y vendieron en otro. Esta volatilidad no solo beneficia a Gotham, beneficia a muchísima gente, y a esos negocios algorítmicos que son operaciones ultra tecnológicas que están entrando en tiempo real haciendo que la acción suba o baje. Esto es un desastre para Grifols, para sus empleados y para sus accionistas (no tanto para sus directivos, que tendrán que demostrar que han hecho las cosas bien)... pero en esta ponzoña hay muchísima gente que gana dinero con negocios totalmente legales."

Nuño Domínguez, por su parte, ha explicado por qué, en unos años muy boyantes para la industria farmacéutica, Grifols tiene problemas económicos. "El modelo de negocio de ellos es el plasma. La mayor parte de sus ingresos viene de comprar sangre, y extraer plasma para vender derivados, que necesitan millones de enfermos en todo el mundo. Y con la pandemia la venta de sangre, que sucede sobre todo en Estados Unidos y en Alemania, a partir de donaciones, cayó en picado."

Y Grifols justamente compraba sangre en Alemania y Estados Unidos a través de Aema y Biotest, dos empresas que compró a través del Grupo Scranton, que dependía exclusivamente de la familia Grifols, sin control del accionariado. Una maniobra de contabilidad dudosa que es en la que se ha fijado Gotham y que Jaime describe así: "Grifols compró esas compañías, introdujo los resultados de esas compañías en sus propios resultados y un día después (¡un solo día después!) se las vende a un vehículo de inversión familiar." ¿Es legal? Sí. Pero, también, dudosamente ético.

"Pero cuando estamos hablando de una de las empresas más importantes de medicamentos hemoderivados... cuando hay millones de pacientes que dependen de los productos de esta empresa, tendría que haber un control muchísimo más exhaustivo de la contabilidad y el buen funcionamiento", ha reclamado Nuño. "¿Quién defiende a toda la gente que necesita plasma de Grifols?"

Vivimos en una época de supuesta plena transparencia, pero hay muchísimas cosas que se nos escapan. A los que tienen mucho que ganar, en cambio, no se les escapa nada.

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Eva Cruz

Redactora en el magazine de 'Hoy por Hoy' desde...