Alfonso Cardenal, autor de 'Vidas Perras': "Triunfar en la vida es siempre algo excepcional y extraño"

Cada uno tiene su propio concepto de éxito. Etimológicamente significa 'salida' y se emplea en medicina como simplificación de la expresión más correcta exitus letalis, que literalmente significa 'salida mortal' o 'proceso hacia la muerte'. Visto así puede extrañar que 'éxito' se utilice para hablar de triunfo, a no ser que pensemos que alcanzarlo sea una forma de salida vital y que después de eso ya no quede nada. Los psicólogos coinciden en que gestionar el fracaso es más asequible que gestionar el éxito. Habría que preguntar también a los personajes que se pasean por 'Vidas perras' (Sílex 2023), el libro donde el periodista Alfonso Cardenal, director de 'Sofá Sonoro', relata la vida nada exitosa en apariencia de hasta 20 músicos que merecen ser reivindicados por numerosos motivos.

¿Cuál es tu vida perra favorita?

Le tengo un gran cariño a todas las historias, aunque no a todos los personajes. Algunos son terribles. Me da mucha ternura Alberta Adams y esa fama inesperada siendo nonagenaria. También me transmite algo especial Magín Díaz por razones parecidas. Entre los más tóxicos me encanta lo flipado que era Ernie K-Doe que en unos premios dijo que solo había cinco grandes en la música y solo dijo tres nombres. Cuando le preguntaron por los que faltaba dijo que él valía por dos. Eso lo dijo un tipo que encontró su único número 1 en una papelera.

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Me ha parecido especialmente perra la historia de Tammi Terrel. ¿Cómo crees que hubiese sido su carrera musical de no haber muerto a los 24 años?

Tammi tenía todo para ser una estrella. Talento, valor, una voz única y encima era muy guapa. Motown tenía grandes planes para ella, pero su viaje fue tan breve que cuesta imaginar su futuro. De los tres discos con Marvin Gaye solo uno se grabó con esa finalidad. Los otros dos eran sobras y su único disco en solitario era una recopilación de sencillos ya editados. Tammi tuvo que parar justo cuando estaba despegando.

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¿Hay mucha vida perra en el mundo de la música? ¿Te ha costado encontrar las historias o has tenido que dejar muchas fuera?

Hay más vidas perras que vidas exitosas. Triunfar en la vida es siempre algo excepcional y extraño. Tenía mil historias por contar, pero no todas tienen ese punto redentor que me gustó de las que finalmente dan forma al libro. Podía haber metido a varias mujeres más, pero sus vidas eran excesivamente duras. También quería que fuesen personajes que no tuviesen biografías o que apareciesen en otros libros. Quería que mis personajes fuesen míos, descubrir al lector a músicos que me han acompañado mucho tiempo y que es complicado que conozcan.

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¿A qué personaje te hubiese gustado más entrevistar y qué le dirías?

Me hubiera gustado conocer a Abner Jay, no solo me fascina su música, sino que su vida de juglar en un tiempo que no le corresponde me genera un enorme interés. Además, es un personaje cuya información biográfica es tremendamente escasa y tengo muchas lagunas de años de su vida que me encantaría saber qué sucedió en ellos. Abner era un One Band Man que iba con su furgoneta viajando por EEUU dando conciertos en parking de centros comerciales y parecía un hombre de esos que venden elixires contra la alopecia y brebajes del amor. Me encantaría sentarme a su lado en el carromato y escuchar la historia de su vida. No creo que le preguntase nada, seguro que el tipo tiene palique de sobra. También me hubiera gustado conocer a Tom Wilson, que fue descubrir de Zappa y productor de la Velvet Underground y de mis discos favoritos de Dylan. Un afroamericano conservador que jugaba al tenis, le gustaba el lujo, licenciado en Oxford y el único productor negro de Columbia. Me hubiera gustado saber cómo vivió ajeno al racismo y a la lucha por la conquista de los Derechos Civiles. También por qué un día, sin más, dejó el rock.

¿Es más interesante la vida de los perdedores? ¿Por qué?

El éxito es más anómalo que el fracaso, pero no creo que sea más interesante uno que el otro. Me gusta la gente que se sale del sistema, de las reglas, de lo que hacen todos y supongo que eso es más fácil hacerlo cuando no tienes éxito, cuando a nadie le importa un carajo lo que haces. Además cuando tienes una vida perra las pequeñas victorias tienen un significado mayor, se aprecian más, y eso me encanta. En mi programa -Sofá Sonoro- generalmente hablamos del éxito, de gente que ha trascendido, en este viaje musical me apetecía poner el foco en sus antípodas.

¿Cómo ha sido el proceso de documentación?

Complicado y en cada caso diferente. Estás historias y estos personajes -en la mayoría de casos- llevan años en mi vida así que la información ha ido llegando de forma paulatina. Me gusta y me atrapan estos personajes porque en todos los casos llegué a situaciones y a preguntas que no tenían respuestas y cuando eres periodista y escribes un libro es muy frustrante no tener esas respuestas. Pero lo que al principio me complicaba todo al final resultó tremendamente liberador. A mí me gustan los detalles, me gustaría saber cómo se llamaban las mascotas de mis protagonistas, su talla de zapato o si fumaban con filtro o sin filtro, pero luego aprendí a mirar de otra manera y a considerar importantes otros tipos de detalles. Me gustaría pensar que si leyesen sus historias se sentirían identificados, o al menos sonreirían.

Si la vida de los hombres que cuentas ha sido perra, ¿cómo describirías la de las mujeres? A esa vida perra hay que añadir violaciones, discriminación, maltratos, palizas, etc...

Totalmente. La mujer en la música, como en el resto de los ámbitos, ha sufrido abusos, discriminación y todo tipo de vejaciones, varias historias las dejé fuera porque no fui capaz de ver ningún tipo de redención en sus vidas o tras ellas. Uno de los propósitos de libro es que hubiese algo de luz entre tanto drama. Con las historias de mujeres me costaba ver esa luz entre tanto dolor. Me hubiera gustado incluir a Big Mama Thornton, cantante que adoro, pero mi editorial ya tenía un libro sobre ella.

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Escribes que a Betty Davis se le grabó una frase de la crónica de un concierto: "Ver por primera vez a Betty Davis es como ver tu primera película porno cuando esperas ver una de Disney". ¿Encuentras a alguien similar por disruptiva en el panorama musical actual?

Cuando eres así de disruptiva y de adelantada a tu tiempo rara vez consigues estar bajo los focos. Supongo que para descubrir a la Betty Davis de hoy tendrán que pasar muchos años. Si hay alguien así, como ella, lo normal es que nadie la esté haciendo caso. Por otro lado, vivimos en una generación de mujeres súper poderosas, valientes y talentosas en todos los ámbitos culturales por lo que creo que conseguir reconocimiento sin plegarte a las normas de los hombres es más viable ahora que en los tiempos de Betty. Creo que alguien que está rompiendo todo lo que se esperaba de ella es Miley Cyrus. Tiene un origen totalmente distinto que Davis, pero ha llegado a ese punto de hartazgo de “ya nadie va a decirme lo que tengo que hacer” y además, como Betty, sabe jugar muy bien con la provocación y como ella lo hace porque quiere, no porque nadie le impulsa a ello o la controla.

¿Has encontrado un rasgo común de personalidad en todas las vidas perras?

No, tampoco era mi intención. Personalidad no. Creo que a todos los unió la música, la felicidad que les provocaba.

¿Qué papel le das a las drogas como impulsores de estas vidas perras?

Ninguno. Quise escapar de ellas, huir del tópico de descenso a los infiernos por culpa de las drogas. Estos personajes, en su mayoría, no tuvieron problemas con ellas. Imagino que ya bastante tenían. De los veinte personajes solo cuatro o cinco consumieron drogas y en estos casos cuando ya estaban en el arroyo.

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