"Se especula que son gente de fuera": los vecinos de un pueblo de España desolados porque las campanas dejarán de sonar tras las quejas al Ayuntamiento
Se ha asomado a 'La Ventana' Laureano Tellería, guardián del campanario de La Asunción de Nuestra Señora, en Segura (Gipuzkoa), para hablarnos sobre la interrupción de las campanadas
"Se especula que son gente de fuera": los vecinos de un pueblo de España desolados porque las campanas dejarán de sonar tras las quejas al Ayuntamiento
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Por primera vez en más de 300 años, las campanas del municipio guipuzcoano de Segura han dejado de sonar por la noche. Y es que el Ayuntamiento ha implementado una medida por la cual el campanario ya no puede sonar desde las 11 de la noche a las 7 de la mañana. El origen: una queja sobre el exceso de decibelios que, sin embargo, no parecen apoyar la mayoría de los habitantes del pueblo.
"Más del 90 o el 95% de los vecinos están a favor de las campanas, también la gente mayor", ha insistido Laureano Tellería, el que fue durante más de 40 años el encargado de dar cuerda al campanario de manera voluntaria para que las campanas sonaran cada cuarto de hora. "Es una afición. Siempre me han gustado las campanas". La primera vez que subió las 160 escaleras de la torre de la iglesia fue en 1977. Desde entonces, ha repetido esa costumbre más de 5.000 veces, pero "ahora parece que alguno lo quiere quitar".
Sin embargo, es imposible saber quién ha interpuesto esa queja al Ayuntamiento. "Me ha dicho la alcaldesa que no se puede decir". Además, será muy difícil que las campanas vuelvan a sonar por la noche, ya que "la ley ampara la medida". "No hay nada que hacer", ha lamentado el guardián, salvo que "después de tantas quejas en los periódicos, se hiciera para atrás".
Eso sí, Tellería nos ha confesado que alguna sospecha sobre quién ha podido ser sí que tiene: "Se especula que son gente de fuera", ya que ha asegurado que para los aldeanos de toda la vida las noches son ahora "muy tristes", porque "oír las campanas siempre era una ilusión". "La gente, cada vez que salgo a la calle, me pregunta si se puede hacer algo", ha concluido.
Es aquí cuando Francino ha reflexionado sobre la posibilidad de intentar "conciliar dos maneras de vivir y dos sensibilidades". Para él, las quejas que ha recibido el Ayuntamiento de Segura son "como las denuncias porque canta el gallo". El campanero ha estado de acuerdo con esta comparación, y ha añadido que en cambio no ocurre nada "con los ladridos de los perros y las músicas de las fiestas". Los colaboradores también han mostrado estar conformes, por lo que el presentador de La Ventana ha bromeado con el hecho de que estaban haciendo "activismo 'procampanero'".
