Francisco López, afectado por el fármaco que ha dejado sin vista a un centenar de personas en España: "No hay marcha atrás. Estoy completamente ciego del ojo derecho"

Francisco López entró en quirófano por un desprendimiento de retina en el ojo derecho el 15 de octubre de 2014: "Me pusieron Ala Octa. Estaba contaminado y eso me atrofió el nervio óptico. No tiene marcha atrás. Estoy completamente ciego en el ojo derecho. Lo veo todo negro directamente", recuerda Francisco, uno de los más de 100 afectados en España por ese fármaco contra el que se ha querellado la Fiscalía.

Desde entonces, siente mucha impotencia porque fue "instantáneo". Al día siguiente de la operación, fue al Hospital Santa Lucía de Cartagena para que le destaparan el ojo. El oftalmólogo le preguntó qué veía y dijo que nada. Y así, hasta hoy. Le operaron un 15 de octubre de 2014 y le dieron el alta en octubre del año siguiente, pero no obtuvo explicaciones claras y buscó segundas opiniones. Se fue a Barcelona, al Instituto de Microcirugía Ocular pero allí tampoco sospecharon que el problema pudiera ser el colirio. Le dijeron que le había dado un "infarto en el ojo". Fue mucho después, cuando leyó un artículo en prensa, que se enteró de que la causa de su ceguera podía ser el colirio que le pusieron después de la operación. "Leí en el periódico que un hospital del País Vasco había encontrado un vínculo entre el colirio y la ceguera y ahí me empecé a mover".

Un cambio total en su vida

La vida le cambió de un día para otro. Ya no trabaja de mecánico porque no podía hacer su trabajo: "Llegué a un acuerdo con mi empresa, porque trabajaba en siniestros y no podía realizar mi trabajo como se tenía que hacer". A eso se suma cambios en su día a día. "Después de diez años, no tienes más remedio que acostumbrarte. No calculas las distancias, no te manejas bien. Si hay una acera más alta que otra, te tropiezas. Ya no conduzco de noche porque no me siento seguro y de día, solo por zonas que conozco. Me gustaba la fotografía nocturna en calas y también tuve que abandonarla", lamenta Francisco López.

Sentencia recurrida

Francisco López ya ha recorrido un trecho judicial, pero sigue a la espera de una sentencia firme. "Tratar con multinacionales en la distancia y con pocos medios es difícil. No hay quien meta mano a esa gente. Yo me puse en manos del abogado Ignacio Martínez y me recomendó ir contra la aseguradora del laboratorio. Hace dos años salió el juicio y han recurrido", explica Francisco López. En su caso, su proceso se ha dilatado en el tiempo por "el parón de la pandemia y la huelga de funcionarios de justicia".

En primera instancia, la justicia le ha dado la razón. Su historia salió en prensa y él recuerda el titular: "El titular decía que 'un mecánico será indemnizado con 370 mil euros', pero estamos a cero". La aseguradora del laboratorio presentó el recurso y sigue esperando.