La Aemet pone fecha a la vuelta de las lluvias y avisa de un cambio drástico del tiempo en febrero
La llegada de una DANA traerá nubosidad a buen parte del país como antesala de un febrero "húmedo o muy húmedo"
Madrid
Después de semanas de tiempo seco y temperaturas altas para la época del año, vuelven las lluvias. Este lunes continúa un tiempo anticiclónico en la Península y Baleares, excepto en el norte. Sin embargo, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) apunta a que la nubosidad ya comenzará a ganar peso en Galicia, el Cantábrico, Meseta norte, Ebro, depresiones del nordeste, Baleares, Estrecho y Alborán. En estas zonas habrá brumas y nieblas matinales, localmente persistentes en la meseta norte y la cuenca del Ebro. En Canarias también se esperan intervalos de nubes medias y altas y se prevé que se mantenga la calima.
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A partir de este martes se comienza a percibir la llegada de una DANA que traerá nubosidad en buena parte del país. "Atravesará la Península desplazándose de oeste a este, con nubosidad media y alta y con precipitaciones débiles por el oeste de Galicia, así como algún chubasco débil y aislado por la tarde en la cordillera cantábrica, donde habrá nubosidad de tipo. Las temperaturas máximas tenderán a subir en la mitad sur del litoral Mediterráneo y a descender en el resto de la mitad oriental peninsular. Habrá heladas en zonas de montaña del norte, especialmente en Pirineos, y pocos cambios en Canarias", explica el portavoz de la Aemet, Cayetano Torres.
El miércoles, comenzarán las lluvias en la zona de León y Burgos, incluso en el sur de Galicia, según la Aemet. "Se podrán extender a otras zonas del tercio noroeste peninsular y del Ssistema Central occidental. En el resto de la península y Baleares permanecerán los cielos poco nubosos, aumentando la nubosidad. Intervalos de nubes medias y altas, con nubes bajas o nieblas matinales en valles atlánticos, depresiones del nordeste, estrecho y Baleares. En Canarias, continuará la posibilidad de calima", sostiene Torres.
El jueves es el día clave en el que las precipitaciones comienzan a presentarse con fuerza en la mitad oeste peninsular, mientras en la otra mitad persistirá la nubosidad. A última hora del día y, sobre todo, este viernes, habrá lluvias generalizadas en la Península y Baleares. Excepto en el área mediterránea oriental se esperan abundantes, incluso localmente fuertes o persistentes zonas del oeste y sudoeste y Pirineos. Pueden ser en forma de nieve en montaña de la mitad norte y del sudeste. En Canarias se espera un tiempo más estable con intervalos nubosos y baja probabilidad de precipitaciones débiles y ocasionales en el norte de las islas.
El sábado la situación seguirá similar. Todavía hay cierta incertidumbre en cuanto a la predicción, pero todo hace indicar que en la Península, seguirán las lluvias, pero en el extremo sudeste se espera que ya no sean tan abundantes incluso que luzca el sol en algunos momentos. Las temperaturas descenderán en la Península, Baleares y Canarias, acusadamente en la mitad noroeste peninsular. Se esperan heladas en Pirineos, en la Cantábrica, y no se descartan en los sistemas Central e Ibérico y zonas próximas.
Con un amplio margen de incertidumbre ya para el domingo y el lunes día, se prevé una circulación atlántica, con paso sucesivo de frentes que dejarán cielos nubosos en la Península y Baleares. Son probables precipitaciones prácticamente generalizadas, débiles en general, más abundantes en el Cantábrico y menos probables y abundantes en el área mediterránea. Pueden ser en forma de nieve en montaña y zonas próximas de la mitad norte y del sudeste, con acumulaciones importantes en el extremo norte. Las temperaturas también irán en descenso.
Un febrero "húmedo o muy húmedo"
La Aemet ha señalado que este mes de febrero se espera que sea "húmedo o muy húmedo", con precipitaciones por encima de lo normal, especialmente en la mitad oeste peninsular. Así se puede deducir en función de las anomalías previstas por el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (ECMWF, por su siglas en inglés).
"El bloqueo anticiclónico en Groenlandia aumenta las probabilidades de ocurrir persistentemente, lo cual se asocia con una entrada robusta de borrascas atlánticas hacia la Península Ibérica", explica en su cuenta de Twitter el meteorólogo J. J. González Alemán. "Sin embargo, aún existe posibilidades de otros patrones de circulación atmosférica, por lo que aún no hay nada claro", matiza.