Un oyente llama a 'Hoy por Hoy' y hace saltar todo por los aires con su historia sobre el sexo en el País Vasco

Madrid

El oyente gaditano ha dejado claro que, si "en Euskadi no fichan de fuera, esto se va a la mierda". Es un erial sexualmente hablando, "ver a estos muchachos interactuar es una lástima, la verdad" añade Carlos que tiene claro que no es cuestión de falta de deseo porque reconoce que luego en verano "las vascas se van quince días a los Caños de Meca, se inflan y ya vienen folladas para todo el año". Es tal la sequía sexual en Vitoria, ciudad en la que vive este oyente, que a veces se siente agobiado ante las peticiones de algunas habitantes desesperadas que le gritan "Por favor, señor andaluz, hágame el amor".

Pero esto no solo ha sido cosa de un oyente andaluz afincado en Euskadi, han más casos de vascos con todos los apellidos. Un ejemplo es el de Aitor. Vivió hasta los treinta años en Getxo, su ciudad natal, y no daba crédito, "aquello era un erial, no entendía como se reproducía la gente allí, ¿lo hacían por esporas". Aun así, pensaba que era lo normal hasta que se fue a vivir a Madrid. Había pasado de ser un chico guapo con pelo, fuertote y atractivo a un tipo calvo, feote y chuchurrío cuando llega a la capital y claro, todo cambio, "¿pero esto qué es? Madrid es una huerta llena de puerros, me tuvo que comprar suplementos vitamínicos para resistir". Ligó sin parar desde que salió de Euskadi y cuando vuelve de vacaciones a Getxo sufre mucho porque "los puerros son muy buenos, estoy salido todo el día, pero no hay quien se coma uno".

Otro caso que abunda en el mito de que los vascos y vascas follan poco es el de Mari Ángeles de Vitoria. Ella es de Burgos, su marido era fogoso, ella también, tuvieron sus hijos, pero se fueron a vivir a Vitoria y todo cambió, "se acabó, nos contagiamos, apenas había sexo, hasta que un año lo destinaron a Burgos de nuevo, pasó un año allí y vino con unas ganas tremendas, como si hubiese cargado pilas". Así, que desde entonces cuando les da el bajón se bajan a Burgos unos días para cambiar la tendencia sexual.

Miriam, oyente de Donosti, culpa del poco sexo en Euskadi a los hombres, "son buenas personas, pero muy bruscos". Te entran muy directos del tipo "oye que te parece si ¿Quieres y tal?". "No son formas", dice, que a "las vascas un poco de romanticismo también nos gusta". Pide un poco de tacto y no un aquí te pillo, aquí te mato. En redes sociales los oyentes también han confirmado el mito de que "los vascos y vascas follan poco", Gorriti cuenta que "follar en San Sebastián no es pecado, es milagro", Iker de Lasarte dice que "follan lo justo para no extinguirse", David desde Bilbao "¿Follar, que es eso?" y, por último, Begoña, desde Vitoria y aclarando que el nombre es falso para que no la reconozcan sus cuñadas, concluye que "si se folla, lo que pasa es que siempre follan los mismos".

Los únicos que han querido desmontar el mito de que "los vascos y vascas no follan entre ellos" han sido los expertos que hoy eran el showman bilbaíno La Otxoa, el presentador y compañero Aitor Albizua, y la sexóloga Lola Dacosta. La Otxoa no daba crédito a los que estaba oyendo, "yo he regentado un local de la noche durante años, he sido confidente de mis clientes, y en Euskadi se folla mucho y bien, vamos, en Euskadi son más nacionalistas del sexo que de otra cosa".

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Aitor Albizua cree que no es tan exagerado, pero no esconde que ha ligado más en Madrid que en su tierra y añade con dolor "he pasado por trabajo un año en Donosti y aquello sexualmente era Atacama". Y muy a favor del sexo entre vascos y vascas Lola Acosta, que regenta una tienda erótica en el centro de Bilbao con un escaparate donde, a ojos de nuestra compañera de Radio Bilbao Anne Garea,"hay pollas de todos los colores". La sexóloga vasca no entendía el mito que defendíamos "¿qué decís, que los vascos no follan? Perdonar, pero los vascos follan, lo que pasa es que somos muy disfrutones". Pues queda dicho.