Las redes echan humo por los precios de la última ocurrencia de Adele: diez conciertos, el mismo mes y en un recinto hecho a medida
La artista no toca en Europa desde 2016 y sus seguidores han tenido que esperar durante horas en colas virtuales para conseguir las entradas
Madrid
Adele sabe que es una gran estrella y no quiere hacer giras mundiales como cualquier otro artista. Después de cinco años sin pisar un escenario, dio un concierto en su Londres natal ante 65.000 personas en 2022. Ese encuentro en Hyde Park sirvió para anunciar a sus seguidores que estaba de vuelta y con más fuerza que nunca. Ya planeaba su residencia en Las Vegas, en la que todavía está inmersa. Allí sumará 100 actuaciones en total cuando acabe, 50 Fines de semana con Adele (Weekends With Adele), como se llama el espectáculo, a caballo entre la música y su relato personal.
A la cantante le ha gustado el formato de Las Vegas y no quiere estar de aquí para allá de gira. Después de Reino Unido y Estados Unidos, ha puesto fecha a sus próximos conciertos de Europa y los ha fijado todo en el mismo sitio: Múnich (Alemania). Empezaron siendo cuatro fechas pero han acabado siendo diez: los días 2, 3, 9, 10, 14, 16, 23, 24, 30 y 31 de agosto de 2024. Casi todos los viernes y sábados de agosto y un miércoles.
Adele no toca en Europa desde 2016 y para la ocasión se está construyendo un recinto a medida: será al aire libre, tendrá capacidad para 80.000 personas por noche y combinará zonas de pie y gradas para sentarse.
Las entradas han salido a la venta este miércoles y las redes echaban humo por dos motivos: las colas virtuales de más de dos horas para conseguir los tickets y los precios. Las más baratas, con visibilidad reducida en la parte más alta, cuestan 74,90 euros pero enseguida los precios saltan entorno a los 200-300 euros, siendo las más caras de 419,90 euros.
Lo cierto es que Adele no es la única artista mundial que tiene estos precios en sus conciertos. Este año también tocan en Europa Luis Miguel y Taylor Swift (ambos pasan por España) y las cifras son similares, también de las colas para hacerse con ellas. Las dos cosas van de la mano: si hay miles de personas haciendo colas durante horas para pagar 300 euros por tu concierto, ¿por qué bajar los precios?
La cantante contó en mitad de uno de sus conciertos en Las vegas el pasado mes de octubre que había dejado de beber: "Estuve literalmente al borde del alcoholismo durante gran parte de mis 20 años, pero lo extraño mucho", contó y a continuación se dirigió a uno de los fans presentes para decirle que disfrutara de su whisky: "Estoy muy, muy celosa".