Nicolás Sesma: "Esta idea de franquismo singularizando en la figura del dictador fue una experiencia de carácter colectivo"

Madrid

Cuarenta años de dictadura no pueden sostenerse por un solo hombre. Con esa premisa Nicolás Sesma escribió 'Ni una, ni grande, ni libre: La dictadura franquista' (Crítica), un extenso relato de la Historia donde Francisco Franco deja de ser el protagonista de su propio gobierno para dar paso a que lo sea su dictadura. Centrándose entre 1939 y 1977 en su estudio, el historiador también expone por qué España no fue, como tampoco el exdictador, un ente aislado a los cambios en el mundo.

Por mucho que Manuel Fraga Iribarne dijera eso de que "Spain is different", a pesar de las particularidades dadas por el contexto político en España "ser una dictadura no es tan extraño" en el siglo XX, explica Sesma como uno de los puntos tratados en su libro. La Alemania de Hitler, la Italia de Mussolini, las reminiscencias autoritarias del Japón imperial; el mundo no estaba exento de países cuyos gobiernos no eran democráticos. Pero, incluso, en aquellos que lo eran, las opiniones de la sociedad con respecto a dictaduras distaban de la percepción de sus gobernantes. "Nixon no quería trabajar en una administración que no supiera trabajar con dictaduras", recuerda el historiador respecto a la posición de Estados Unidos con el gobierno de Franco u otros.

Y no podía existir reconocimiento internacional de la dictadura sin reconocimiento interno al régimen, no sólo al dictador. De hecho, es por ello que Sesma, a lo largo de su investigación, habla de dictadura franquista y no de franquismo. "Ha dominado esta idea de franquismo singularizando solo en la figura del dictador lo que fue en muchos sentidos una experiencia de carácter colectivo", reflexiona respecto a un neologismo surgido durante los últimos años de la dictadura. En el caso del hitlerismo, que era un término encontrado en varios documentos de inicios de este régimen, ocurrió un proceso inverso. Comenzamos a referirnos a él como dictadura nacionalsocialista con el paso del tiempo.

Una de las cosas que más dolió a Sesma durante su investigación fue comprobar la aceptación que tuvo la dictadura por parte de ciertos actores de la comunidad internacional. Sin embargo, el historiador recalca que, contrario al caso de Italia o de Alemania, en España sí se libró una guerra contra el fascismo. Y ahí sí se fue diferente.