El pronóstico de la Aemet para el mes de Semana Santa: un marzo "húmedo" en la vertiente atlántica y sin demasiadas lluvias en el Mediterráneo

Desde Girona a Málaga, pasando por Barcelona, Valencia y Murcia, muchas zonas arrastran ya una reducción de lluvias que supera el 25%, de media, y el pronóstico para marzo, que acaba de presentar la Aemet, no es positivo, porque se anuncia que este nuevo mes será "normal" y, por lo tanto, no lloverá más de lo habitual en la vertiente mediterránea para poder paliar este importante "déficit" de precipitaciones.

En cambio, la nueva predicción mensual de la Aemet, sí pronostica que marzo será "húmedo o, incluso, muy húmedo" en la vertiente atlántica de la Península Ibérica y esto supone que puede llover más de lo normal en Galicia, Asturias, Cantabria, Extremadura y el oeste de Castilla y León y Andalucía.

Con respecto a las temperaturas, en marzo, la Agencia Estatal de Meteorología avanza que será también un "mes cálido en toda España". Y esta es una mala noticia, porque la Tierra sufre ya los 12 meses con más calor de los últimos 2.000 años y, si se mantiene esta tendencia al alza, el 2024 puede terminar con un nuevo récord de temperaturas extremas en todo nuestro planeta.

Más olas de calor

Hay otro pronóstico negativo. El deshielo histórico de Groenlandia y el Polo Norte, provocado por el cambio climático, produce un mayor nivel de agua dulce en el océano Atlántico y esto, a su vez, puede aumentar las olas de calor este verano en países del Sur de Europa, como España.

Es la advertencia de una nueva investigación realizada por el NOC, el Centro Nacional de Oceanografía del Reino Unido y que publica la revista 'Weather and Climate Dynamics' de la Unión Europea de Geociencias.

Científicos del NOC han descubierto que el aumento del agua de deshielo en el Atlántico Norte puede desencadenar una cadena de eventos que provoquen veranos europeos más cálidos y secos.

Esta nueva investigación concluye que el clima del verano europeo es predecible con meses o años de antelación, debido a los mayores niveles de agua dulce en el Atlántico Norte.

Al discutir las implicaciones, la autora principal, Marilena Oltmanns, investigadora del Centro Nacional de Oceanografía, ha afirmado que “basándonos en la cadena de eventos identificada, esperamos que las condiciones de la atmósfera oceánica sean favorables para un verano inusualmente cálido y seco en el sur de Europa este año”.

Además, este grupo de científicos también pronostica que, dependiendo del recorrido del agua dulce en el Atlántico Norte, también esperan un verano cálido y seco en el norte de Europa dentro de los próximos cinco años. “Podremos estimar con mayor precisión el año exacto del verano cálido y seco en el norte de Europa en el invierno antes de que ocurra”, advierte Oltmanns.

Efecto en cadena

El derretimiento del hielo marino y del hielo glacial es una fuente cada vez mayor de agua dulce para el Atlántico Norte, y los cambios en la cantidad de hielo marino pueden alterar la circulación normal de los océanos, influyendo en el clima global.

Con el aumento del deshielo en el Ártico, esta nueva investigación advierte que las olas de calor y las sequías en Europa serán más intensas en el futuro, porque el calentamiento en Europa después de fuertes vertidos de agua dulce en el Atlántico Norte se sumará al calentamiento que ya se está produciendo debido al cambio climático. Estos dos factores combinados provocarán cambios en los patrones climáticos.

En conclusión, Marilena Oltmanns asegura que estos hallazgos son “un paso adelante para mejorar los modelos, lo que permitirá a las industrias y a las partes interesadas planificar con anticipación condiciones climáticas específicas, como adaptar métodos agrícolas para que sean más resilientes, predecir el uso de combustible y prepararse para inundaciones”.