Luis Argüello, elegido presidente de la Conferencia Episcopal Española
El cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo, será vicepresidente
Cautela en las víctimas de los abusos de la Iglesia con la elección de Argüello
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Madrid
La Asamblea Plenaria ha elegido como Presidente de la Conferencia Episcopal Española a monseñor Luis Argüello, arzobispo de Valladolid, con 48 votos en la primera votación de los 78 obispos con derecho a voto. Argüello será el presidente de esta institución los próximos cuatro años, durante los que deberá hacer frente, entre otros, al reto de la puesta en marcha del plan de reparación integral de víctimas de abusos.
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Argüello, de 70 años y natural de Meneses de Campos (Palencia), vuelve así a la Conferencia Episcopal, donde ya ejerció como secretario general y portavoz entre 2018 y 2022. En total, 49 obispos españoles eran elegibles como presidente. Desde 2022, el Dicasterio de los Obispos no permite que sean elegidos para el cargo de presidente ni vicepresidente obispos mayores de 75 años -que ya tienen que haber presentado su renuncia al Papa- y recomienda encarecidamente que no sean seleccionados aquellos prelados que cumplirán esa edad dentro del mandato, según han recordado este jueves 29 de febrero fuentes de la CEE.
Junto a ellos, no son elegibles los obispos auxiliares. Estas exclusiones dejan en un total de 49 el número de prelados elegibles si se atiende, además de la prohibición, la recomendación del Vaticano.
José Cobo, nuevo vicepresidente de la Conferencia Episcopal
Tras la elección del presidente, la plenaria ha elegido al cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo, como vicepresidente y sustituye al cardenal y arzobispo emérito de Madrid, Carlos Osoro. Ha recibido el apoyo de 39 votos en la segunda votación. Cobo, de 58 años y natural de Jaén, fue nombrado en junio de 2023 arzobispo de Madrid, en sustitución de Carlos Osoro, y creado cardenal en septiembre de ese año.
El nuevo vicepresidente de la CEE es en la actualidad cardenal arzobispo de Madrid, cargo que ostenta desde 2023 y, como tal, en la CEE es miembro de la Comisión Ejecutiva y de la Comisión Permanente desde el mes de julio. Antes de ser nombrado arzobispo, fue obispo auxiliar de Madrid, desde 2017.
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Ha sido miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral social y promoción humana desde marzo de 2020, aunque ya pertenecía a esta comisión, antes denominada de Pastoral Social, desde abril 2018. El pasado mes de septiembre se hizo público su nombramiento como miembro del Dicasterio para los Obispos y en octubre como miembro del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.
El papa Francisco le nombró el pasado 1 de marzo ordinario para los fieles católicos orientales residentes en España.
Es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y realizó los estudios de Ciencias Morales en el Instituto Redentorista, vinculado a la Universidad Pontificia Comillas. En 1994 fue ordenado sacerdote y comenzó su ministerio pastoral como viceconsiliario de las Hermandades del Trabajo de Madrid.
Los únicos cargos que no se renuevan en esta ocasión son los del secretario general, César García Magán, y el vicesecretario de Asuntos Económicos, Fernando Giménez Barriocanal, ambos quinquenales y cuya renovación suele celebrarse en la plenaria de noviembre.
Se trata de la segunda vez que los obispos votan de acuerdo a los nuevos estatutos, que elevan de tres a cuatro años el mandato. En total, hay 78 obispos electores, aunque sólo votan los que están presentes en la plenaria y lo hacen de manera secreta y telemática. Por el contrario, aquellos prelados que son elegibles, sí pueden serlo aunque no estén presentes en la votación.
En concreto, tienen derecho a voto 65 obispos diocesanos, 10 obispos auxiliares, el arzobispo castrense y los dos administradores apostólicos de Huesca-Jaca y Gerona.
Hasta ese jueves, también podía votar el propio Osoro, en calidad de ordinario de los fieles católicos de rito oriental en España, pero este viernes el Papa lo ha sustituido por el cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo, con efecto inmediato, por lo que tampoco ha podido votar al ser emérito.
Es previsible que el nuevo presidente viaje a Roma durante el presente semestre para reunirse con el Papa Francisco y también es posible que se reúna con el jefe del Estado, el rey Felipe VI y con el Gobierno.