Liberales para todo menos para las mujeres

Qué curiosos los ultraliberales como Miley o Trump y sus muy variados homólogos ahora ya presentes en todas las democracias occidentales. Quieren acabar con el Estado porque les parece un obstáculo al progreso económico, pero cuando de las mujeres se trata se descubren como unos ultraconservadores clásicos. Es decir, vamos a liberar todo, pero mantengamos sujetas a las hembras humanas para que sigan procreando incluso en contra de su voluntad. Porque, ¿cómo va a ser eso de que puedan interrumpir el embarazo?

En Argentina la movilización de las feministas consiguió legalizar el aborto no hace mucho y ahora Milei quiere derogar la ley para devolver a las mujeres a lo que Emilia Pardo Bazán llamó "trabajos maternales forzosos". La convivencia de ultraliberalismo económico y ultra conservadurismo para las mujeres tiene todo el sentido del mundo: es la defensa de la libertad de los hombres, aunque en sus filas haya mujeres haciéndoles el trabajo sucio de blanquear su machismo.

Para este orden económico tan contrario a la preservación de la vida misma nosotras no somos ni sujetos de pleno derecho ni ciudadanas con las que compartir el poder, somos un bien explotable al que hay que sacar el máximo provecho. Por eso defienden la prostitución, los vientres de alquiler, la pornografía y la reproducción obligatoria, porque para ellos somos una clase inferior digna de ser sometida, una materia prima más de la que extraer beneficios. Así que no es libertad porque no es la nuestra.